Según los noticiero estatales, el invierno iniciaría dentro de dos semanas. Sin embargo el armario del azabache estaba en esa estación desde hace días, cuando los abrigos dejaron de ocupar el fondo para estar al alcance de JungKook. No odiaba el invierno, más bien, odiaba sentirse un enorme rollo de sushi entre la felpa de su abrigo. Incluso la bufanda le parecía asfixiante, pero sentía que de no llevarla puesta terminaría con hipotermia.
Apenas llegó a su casillero abandonó su esponjoso abrigo, quedando únicamente en un suéter de cuello alto y su bufanda tejida en tonalidades marrones. Últimamente sus ánimos arrastraban por el suelo, así que sintiendo sus energías absorbidas por el cercano invierno, se dirigió hacia su aula para su primer clase. Milagrosamente iba a tiempo, por lo que no se molestó en correr.
Habían pasado dos semanas desde su "cita" con Mark, por no decir "La peor salida de su vida". Semanas en las cuales no recibió ninguna nota, lo que le llevaba a deducir una cosa... Mark sí era el dueño de ellas. Lo que lo llevaba a otra, post-decepción amorosa.
En su salón de clases todos esperaban a que el profesor llegase, algunos frotando sus manos para conseguir calor y otros con simples camisas de manga larga que sonreían como si fuese verano. JungKook bufó mientras avanzaba a su pupitre adornado con una bolsita de gominolas...
Espera, ¿ositos de goma?
Disimuló una carrera hasta su asiento, tomando el regalo que estaba sobre el. Temía que fuese alguna nota directa del pelirojo, incluso si era una disculpa. Él no quería que fuese él, y sabía lo terrible que era idealizar pero se había montado todo un teatro con su "admirador". Mark no podía arruinar eso.
El temblor de sus manos no parecía producto del frío invernal, apenas leyó la primera línea sintió su corazón palpitar nuevamente.
❝ ¿Crees que los ojos de Mark
reflejan todo lo que te hago sentir
con una simple nota?
¿Crees que un chico que
se esconde detrás de notas
te invitaría a salir así de fácil?
Tengo mis motivos para ser anónimo.
ㅡO97❞Alivio. Eso fue lo que consiguió hacerlo recargar energías en una fracción de segundo. Jamás había disfrutado tanto una bolsa de gomitas, guardó la nota dentro de sus pantalones y comió las golosinas en el transcurso de su clase.
Y se sentía contento por saber dos cosas, de las cuales estaba completamente seguro.
1) Mark no era el chico de las notas, así que su amigo tenía razón.
2) Definitivamente, Mark estaba lejos de ser su tipo ideal.
Cancelen eso, bórrenlo. Rebobínenlo.
Nota mental: No se dejen guiar por una cara bonita.
•♡•
El pequeño azabache no tenía un interés mínimo en la termodinámica, hidrostática o lo que estuviese explicando su profesora de Física II. Su monótona, chillona y fatigada voz le hacían sangrar los oídos mientras a regañadientes anotaba en su libreta todas las fórmulas que usaría después en el examen.
A JungKook no le importaría morir en ese momento.
¿Qué era aquel sublime llamado de los dioses que detuvieron la explicación de la horrible mujer frente al aula? JungKook iba a besar los zapatos de quien fuese su salvador.
ㅡSeñorita Lee, la profesora de literatura mandó a llamar a JungKook y a YuGyeom en la sala de maestros. ㅡera un hermoso ángel, que parecía de un grado inferior.
¿Qué importaba? Había detenido su agonía.
El azabache ni siquiera esperó la afirmación de su profesora para salir huyendo de esas asfixiantes paredes.
¡Libertad! ¡Silencio! ¡Aire fresco!
JungKook estaba tan extasiado de dejar aquella molesta voz en el olvido, que su cerebro no procesó al otro individuo que también habían llamado.
ㅡParece que no querías estar ahí. ㅡdistinguió la voz del peliazul a sus espaldas, algunas veces le asustaba reconocerle con tanta facilidad. Aunque, vamos, habían estado juntos toda su vida escolar.
¿Era lógico, no?
El menor estaba de buen humor, así que no le dio mayor importancia a su presencia.
ㅡ¿A ti te gusta física? ㅡla incredulidad era palpable en su voz, su compañero negó sin dudarlo.
Ambos chicos emprendieron camino hacia el sitio citado, siendo JungKook quien seguía los pasos del que era unos centímetros más alto. Fue hasta ese momento que el azabache se permitió pensar para qué es que le llamaban.
No había hecho nada mal, no que recordara. Hacía todas sus tareas y era silencioso en clases. Estaba seguro que era de los mejores alumnos.
ㅡ¿Nos llamaba, señorita Kim? ㅡYuGyeom se detuvo bajo el umbral de la sala de maestros, donde JungKook regresó de sus pensamientos para mirar a aquella quien era su profesora favorita.
La profesora YongSun era literalmente un sol brillante que siempre sonreía dulcemente hacia todos sus alumnos. Aunado el hecho de que sus clases eran dinámicas e interesantes, y aunque YuGyeom no lo admitiera, también era su clase y profesora favorita. Nadie podía odiar a Kim YongSun.
ㅡClaro, pasen, pasen. ㅡlos animó a tomar sitio dentro del área de descanso para docentes. ㅡSupongo que ya lo saben, dentro de dos semanas es una demostración hacia los padres de familia sobre los proyectos del semestre. ㅡexplicó mientras ordenaba algunos documentos sobre su escritorio y dejaba de lado su taza con café sin azúcar a medio tomar. ㅡPuesto que son mis mejores alumnos, quería pedirles su apoyo para la presentación.
ㅡ¿Qué debemos hacer exactamente? ㅡel azabache no se molestó en contestar, pues YuGyeom tomó palabra al instante.
ㅡDeben recolectar los proyectos del semestre, y hacer una exposición. Será fácil, la mayoría de libros del semestre ya han sido leídos por ambos. ㅡacomodó sus gafas sobre el puente de su respingada nariz y les sonrió. ㅡNo es tan pesado, pero sería mejor que trabajasen en equipo para tener ambas perspectivas. ¿Me ayudarían?
Ni siquiera tuvieron que mirarse para conocer la afirmación del otro, ambos chicos asintieron.
ㅡPor supuesto, cuente con nosotros. ㅡhabló el peliazul, siendo avalado por el azabache.
ㅡ¡Excelente! ㅡaplaudió emocionada, sabía que podía contar con ambos. ㅡDeben empezar a trabajar sobre eso. La próxima semana veremos los detalles, muchas gracias chicos. ㅡlos despidió tras ofrecerles un caramelo, el cual JungKook aceptó sin dudar y salieron de ahí tras regalarle una reverencia.
Fue hasta ese momento, y mientras saboreaba su caramelo de cereza, que JungKook fue consciente que debía trabajar en un proyecto con Kim YuGyeom... A solas.
¿En qué se había metido?
Bueno, era escolar. Tampoco podía negarse, no podía negarle nada a esa dulce mujer. Estaba completamente seguro que por ella podría hacerse bisexual.
ㅡ¿Cuándo iniciaremos? ㅡYuGyeom cortó el hilo de sus pensamientos, notando como el azabache se sonrojaba al sentir que interrumpían sus fantasías amorosas con su profesora de literatura. ㅡPodemos ir a la biblioteca después de clases para recolectar los libros e ir a mi casa... ㅡsugirió entonces, al notar lo distraído que JungKook estaba. ㅡ... Digo, si quieres. ㅡse apresuró a agregar.
El menor canalizó sus pensamientos, tratando de considerarlo claramente. Era le mejor opción, y no tenía una mejor. Así que, asintió.
ㅡClaro.
¿Qué de malo podía pasar?
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Love Gummy [YugKook]
Fanfiction❝El destino sabe a caramelo...❞ Kim YuGyeom ha estado enamorado de JungKook desde... ¿Siempre? Esperen... ¿YuGyeom no era el bully personal de JungKook? Y... ¿Por qué ositos de goma con notas de amor empezaron a aparecer en su pupitre? ×××××××××× ⚠¡...