Another Me: Destroyed | l.h

L

7

La última semana hemos visitado la cafetería unas tres veces más y al decir "hemos" me refiero a Calum, Ashton y Michael. Los cuatro nos colocamos gorras y lentes oscuros y tratamos de no llamar mucho la atención, aunque estos días que hemos ido el lugar no está tan concurrido no nos arriesgamos a ser descubiertos, también le hemos dicho a nuestros dos guardias de seguridad —Jake Ferrey y Connor Dick— que nos mantengan al tanto.
Con Beth solo he podido comunicarme por medio de mensajes y sonrisas que me dedica cada vez que me mira, pero hoy ha sido distinto, desde el momento que nos vio entrar su rostro se ha puesto sombrío y sé que es meramente porque se ha dado cuenta que si vienen mis amigos yo no hablo con ella y mucho menos hago planes para salir juntos. He ignorado sus propuestas para salir y también ignoro cuando se queda por unos segundos más delante de nuestra mesa al terminar de pedir nuestra orden como sí esperase a que yo dijera algo sobre ella.
Y hoy parece ser el día en que ella se ha rendido de esas cosas porque ni siquiera se ha acercado a nuestra mesa, se ha dedicado a estar todo el rato detrás de la barra preparando bebidas junto con otro de sus compañeros —Daniel— cobrando en caja, y en ningún momento nos ha dirigido la mirada.
Ciertamente soy un patán que no presenta a sus amigos con la actual chica con la que sale y aunque parece extraño porque anteriores chicas con las que he salido se las he presento al instante, ahora mismo me siento egoísta, no quiero que la conozcan y a la vez quiero que sepan que es la persona más noble que he conocido.
Y Beth parece estarse cansando de mi silencio cada vez que me ve, y mis compañeros de banda parecen cada día más entusiasmados esperando el momento en que yo me acerque a ella para preguntarle al menos su nombre, ajenos a que yo ya la conozco más allá de aquello.

— ...ya debemos irnos, Luke.

La mención de mi nombre me saca de mis pensamientos y Ashton está mirandome fijamente mientras Calum y Michael ya están en la caja pagando nuestra orden.

—¿Qué pasa? —cuestionó al observar cómo nuestros platillos aún están casi completos.

—Jake nos ha advertido de un grupo de chicas que nos han reconocido y nos han visto entrar al Lobech, y al parecer están llamando a otras personas para que vengan.

Asiento y me levanto del sillón  inmediatamente, ambos nos acercamos a caja junto a Calum y Michael. Los cuatro echando miradas hacia afuera de vez en cuando, esperando impacientes a que el chico cobre con la terminal.
Es ahí cuando miro de reojo como Beth ha comenzado a acercarse con mirada curiosa y a la vez preocupada.

—¿Ocurre algo? —su voz es baja pero clara, optó por hacer oídos sordos e ignorarla. —¿Luke?

Al no recibir mi respuesta ella resopla y después habla pero con una voz más alta a la anterior —: Hay una puerta trasera del establecimiento en la que pueden salir sin ser vistos.

Ahora la mirada de los cuatro está sobre ella, incluso el cajero ha comenzado a asentir estando de acuerdo.

—¿Crees que podríamos salir por ahí? —pregunta Ashton inmediatamente.

Beth asiente un tanto penosa y abre una pequeña puerta que da admisión hacia el interior de la barra. —Por algo se los he ofrecido, pasen.

El cajero le entrega la tarjeta y la copia de voucher a Calum y mis tres compañeros comienzan a entrar a la barra. El último en pasar soy yo, a mi lado Beth desvía la mirada y cierra la puerta, después nos encamina hacia la parte trasera. A nuestra derecha la cocina y a la izquierda un cuarto de aseo y un mediano pasillo que dirige a la bodega y después de ahí un pasillo que lleva a una puerta.
Ella la abre sin titubear y nos hace una seña para que salgamos mientras nos indica el mejor camino para encontrar una calle donde podamos salir.
Uno a uno los chicos van agradeciendo en lo que salen y caminan siguiendo sus indicaciones.

Me detengo a su lado cuando veo que los chicos ya van más alejados.

—Gracias, Beth.

Ella me mira con el ceño fruncido y niega con la cabeza.

—¿Ahora si me diriges la palabra? —su voz es temblorosa y a la vez prepotente. Pero sus ojos brillan debido a que sé que quiere llorar.

—Lo siento, los chicos aún no saben nada.

—Eso ya lo sé. —se cruza de brazos y les echa una mirada, se han perdido de vista al dar vuelta en una esquina. —Y también sé que jamás lo van a saber.

Niego con la cabeza y al dar un paso hacia ella Beth da uno hacia atrás.

—Quisiera creerte, Luke. Pero me has hecho ver con claridad como va a ser todo esto si quiero estar contigo.

—Así no va a ser, te lo juro. Simplemente que aún no se como presentarte ante ellos.

Asiente lentamente y me esquiva para asomarse por la puerta.
Tomando una respiración profunda dice:— Me tengo que ir ya, que tengan suerte de salir sin ser vistos.

Antes de que cierre la puerta en mi cara la sostengo y la abro de par en par.

—Beth, de verdad lamento como te he tratado.

Ella asiente y sus ojos se ponen aún más brillosos.

—También yo lo lamento.

8

Los mensajes que envío no son siquiera leídos, Beth ignora todo acerca de mi. Hace una semana que no he tenido tiempo de ir a la cafetería, nos han mantenido ocupados todos los pendientes que tenemos propuestos.

Estamos en el estudio grabando la parte de Michel en una de nuestras canciones nuevas que ha escrito Calum, mientras los demás lo analizamos de pronto, mi celular comienza a vibrar en mi bolsillo y al sacarlo la pantalla está prendida con el nombre de Beth en ella.

Me está llamando y sé que Calum ha mirado de reojo mi pantalla.
Las manos me tiemblan y antes de contestar afino la voz para hablar:

—¿Beth?

El silencio a través de la otra línea me pone intranquilo.

—¿Estás ocupado? —susurra como si estuviese aquí mismo para no interrumpir.

—¿Puedes venir? —pregunto instantáneamente decidido a que los chicos la conozcan finalmente.

—La verdad es que se me presentó un problema, es por eso que te llamo —su voz es presurosa y aun baja—, alguien me ha estado siguiendo.

Tengo la mano temblorosa sosteniendo en celular, Calum a un lado mío a comenzado a decir algo a lo cuál no he prestado la mínima atención.

—¿Fotógrafos o algo así?

—No... Es... Tal vez estoy exagerando, es un chico de mi clase.

—¿Dónde estás?

Me levanto de la silla y Calum me imita con gesto preocupado y confuso.
Detrás del cristal donde están grabando la voz de Michel ha cesado.

—Es Beth, ¿la chica Del Lobech?

He colgado la llamada después de que Beth me dijera que estaba a tres cuadras de donde yo me encuentro.
Calum espera una respuesta al igual que todos los de la habitación, que ya parecen muy interesados en la situación.

—Si.

Me dejo ir hacia la puerta para salir lo más rápido posible del lugar, los pasos detrás de mi se hacer ruidosos pero ninguna otra palabra se hace presente.
Subimos al jeep negro, yo de piloto, John de copiloto y Michael, Calum, Ashton en la parte de atrás.
Aún así, mantengo mis pensamientos inquietos fuera de mi y aceleró en cuanto paso las dos primeras cuadras.
En la tercera alcanzo a ver a Beth, aferrada a su bolso, pasó apresurado y una expresión de miedo.
El motor le llama la atención y al levantar la mirada al Jeep su gesto se suaviza y estoy seguro de que su corazón ha dejado de latir con fuerza.
Estacionó y todos salimos del auto, Beth se acerca y se lanza con los brazos abiertos a mi. Su calor calma mis nervios, y al separarnos cuatro pares de ojos están fijos en nosotros con decenas de preguntas vagando en sus pensamientos.
Ella es Beth, estoy completa y profundamente enamorado de ella.