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Imagino escenas que ya no pasarán realmente. Por las mañanas, cuando salimos a desayunar, los chicos mantienen un ambiente ameno y tranquilo, yo no puedo participar, me imagino que Beth esta aquí y lo que diría al ver que no he tocado mi comida. Me reprenderia por mi pérdida de peso, de mi apariencia desinteresada y de como he ignorado los comentarios de mis amigos.
O también comenzaría a crear letras de canciones, como cada lugar que íbamos y ambos inventabamos una historia al elegir a dos protagonistas al azar, les creabamos una historia y de ahí surgían miles de ideas para nueva música.
   Es por esto que la mayoría del tiempo me siento incapaz de seguir sin ella, es cuestión de tiempo, para que pierda completamente la cabeza.
Beth fue mi amiga y pareja durante un buen tiempo y aún así, a pesar de que atravesamos un montón de cosas, se sienten como si faltarán un montón más. Y duele. Duele cada día más.

Mi única manera de sobrevivir es mantenerla viva en mi memoria. La veo comer waffles con chispas de chocolate y esas fresas que tanto le gustan, se ríe de un comentario bobo de Calum y me mira con esos ojos hipnotizantes que me hacen sentir lo afortunado que soy de conocerla.
Lleva el cabello sostenido en una coleta permitiéndome contemplar su rostro, lleva un poco de chocolate en el labio inferior y estoy ansioso de deleitarme con su sabor mezclado con el cacao.
Estoy loco por ella, por el hecho de que este conmigo. Luke y Beth.
   Beth.
Calum me mira con expresion preocupada, es ahí cuando saliendo de mi trance me encuentro sonriendo y con las mejillas húmedas.
Estoy sonriendo mientras lloro.
Mis amigos guardan silencio, ya no hay bromas ni tampoco está Beth, comen sin mantenerme la mirada y me dejan cubrirme el rostro con las palmas de mis manos y recargar los codos en la mesa. Mis sollozos son silenciosos, pero sé que verme así también los está matando a ellos, aun así no puedo parar de hacerlo. Y después de ahí, el ambiente se torna oscuro.

En el exterior a comenzado a llover, estoy por seguro que mis ojos están rojos y que los tres de mis amigos se han quedado sin apetito después de mi escena. Algunas personas aún miran de reojo a nuestra mesa y se susurran cosas.
Calum tiene la mirada fija en su plato mientras que con una mano juega con el tenedor pincoteando un pedazo de comida. Ashton ya se ha tomado media cafetera, y Michael come en silencio mientras que mantiene ambos puños completamente cerrados con fuerza.
Es extraño, que aunque nos conozcamos por varios años ahora no sepamos abrirnos ante estas cosas, supongo que si lo hacemos realmente, hablamos del tema y recordamos cosas, ninguno de los cuatro podrá deja de sentir ese dolor en el pecho y ese nudo en la garganta, probablemente no paremos de llorar.

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Iran Angelos es nuesta nueva estilista. Le seca el cabello azabache a Calum, mientras nos brinda algunos consejos antes de salir al escenario. Es una chica de cabello platinado y un cuerpo muy delgado, de tez blanca y ojos verdes; de veintisiete años y de carácter autoritario.
Calum le pone los ojos en blanco cada vez que puede, no le cae bien la gente mandona. Por otro lado, Michael esta atento a lo que dice, haciendo notas mentales pensando probablemente en su próximo tinte. Ashton está arreglandose en otro peinador, y yo, estoy al fondo de la habitación, recostado en un sillón con mi celular en la mano y sobre mi pecho, observando todo el paisaje.

John entra cada diez minutos a la habitación para verificar nuestro avance, sólo se asoma por la puerta y asiente con la cabeza para después irse. De intermedio, a veces me echa miradas curiosas en las que trata de adivinar mi estado de ánimo y no me vuelva a desconcentran en medio de una canción, como pasó la última vez en el concierto de Miami.
Ahora, en Los Ángeles, tengo la extraña sensación de que haré algo mal, aunque me sé las canciones de memoria y aunque me aprendiera el seguimiento de cada una de ellas.

En aproximadamente media hora mi paisaje es de otro perspectiva, frente a mi, cientos de personas gritan cosas innentendibles y se descontrolan entre las luces que iluminan el escenario. Ya hemos comenzado tres canciones, y a la cuarta, pensando que aún no le he arruinado, inevitablemente llevo mi vista a la pantalla grande, una que me enfoca directo y muy cerca del rostro. Mis labios articulan la canción, mi sudor contornea mi rostro, mis cabellos rubios están aplanados por la humedad y mi cuerpo está rígido detrás del micrófono. Con mi guitarra tocando los correctos acordes, Ashton con su batería, Michael con sus coros y Calum con su bajo, todo muy bien armonizado. Y de pronto, me encuentro visualizando entre el escenario su presencia. Esta ahí entre el público, vociferando la letra de la canción, y esta sonriendo.
Mis dedos comienzan a temblar pero me niego mentalmente a fallar ante un acorde, mi voz se ha comenzado a quebrar pero me niego a perder la nota, mis ojos comienzan a ponerse acuosos pero me niego a romperme a llorar.
Ya estoy roto por dentro.
Y ahora todo aquello se ha quedado dentro de mi, que al parpadear ninguna lagrima se derrama.
Ahora está todo dentro de mi.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2019 ⏰

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Another Me: Destroyed | l.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora