Capítulo 5: "El lenguaje de los Dioses" parte I

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En un suspenso y profundo desconcierto, la tasa se resbaló y con su final destructivo hizo despertar de una profunda parálisis a Joel; éste contemplaba desde las cortinas lo que en tantas líneas leía en el libro maldito.

Su cuerpo se dio media vuelta, mientras que en su cara sonreía la más espantosa mirada saciada de miedo y terror, a tal rapidez de sus movimientos sus pies no pudieron obedecer, terminando por caer brutalmente.

― ¡La PROFECIA no debe cumplirse ahora!

Tomó fuerza y tenacidad, logrando levantarse por completo, e ir hacia su cuarto de investigación secreto, el cual se encontraba detrás de su librero.

―<<Desde aquel día todo cambio, mi vida, mi visión del mundo, mi pasado, mi presente y mi futuro; ¿cómo fue que sucedió?, ¡simple!>>― Tomaba entre sus manos el control que sirve como la llave del mundo desconocido, siendo así definido el cuarto oculto de él―<<Cuándo tomé en mis manos a aquella bebé>>―Estando frente a la puerta la cual daba paso a su mundo oscuro, donde estaban guardados los más íntimos secretos, capaces de desvanecer a cualquiera que quisiese desmenuzar su espesa complejidad. Increíblemente aún fue sabiendo que desde hacía años, no podía entender lo que el libro tanta sabiduría le otorgaba, siendo su lenguaje digno de un dios. Por lo tanto tuvo que apresurarse ante la presencia de ese libro, pues sentía que si ocurría tal evento, lograría la abertura de una inmensa sabiduría. Más sin embargo, antes de entrar al mundo lleno de sabiduría conmensurada por la avaricia y la sed insaciable de poder, un palpitar dentro del corazón de Joel, reaccionó la costumbre tan frenética de cuidar y proteger sin dudar a su hija, a su Stephanie. Fue entonces, que volvió a tocar ese botón debajo del control manual, y por ende cerró aquella puerta que lo llevaba al conocimiento.

Arregló su ropa, su auto, y con sus sentimientos encontrados peleando fuertemente por sus intereses, Joel, el padre de Stephanie, tomó como tal su responsabilidad y fue en busca de su hija, la cual implantó desde aquella primera vez, el sentimiento que jamás negaría ni pondría en apuesta, la PATERNIDAD.

Los Siete Diamantes del Destino [Libro 2]Where stories live. Discover now