Después del pequeño disturbio que tuvo la Reina Oscura con Sayuri, invoca de nuevo a su báculo la ubicación de la Reina Eléctrica.
En instantes éste expulsó el globo terráqueo holográfico y señaló cientos de puntos de referencia.—¡Me estás vigilando!—palabras que se demostraban con templanza e ironía. —¡Entonces, cambiaré mis planes!—Sus ojos se mantenía excitados y llenos de deseo, a la vez de un sentir tan exasperante como el matar.
El ritual empezó y una vez más el rubí encerró a la Reina en un baño oscuro, para después disciparse y aparecer en el lugar fichado.
—Excelente, ¡Ahora tengo mi rutina de entrenamiento!—Su apariencia en esta ocasión había cambiado, ya no mantenía los mismos vestidos elegantes góticos, sino ahora una ropa muy ajustada que presumía su definido cuerpo real junto a sus sensuales zapatillas, y su cabello modelado con una coleta sujetada con una peineta y aros de diamantes estampados en oro puro.
10:45 pm. Berlín, Alemania. 29 de Noviembre 2019
En el baño masculino, dentro de un centro nocturno alemán, la Reina Oscura llegó y observó su nuevo entorno, uno en donde daba lugar a un inodoro y una puerta.
—¿Pero qué es esto?—la ignorancia comenzaba a engañarla, teniendo que averiguar por si misma las tecnologías de este planeta.
Pero ella no estaba dispuesta a perder más tiempo, siendo que su propósito aún no concluía, el cual vale recordarlo.
Giró la perilla y se encontró con varios hombres, saliendo y entrando al baño, todos aquellos se le quedaron mirando y su deseo más instintivo comenzaba a consumirlos. Aunque está nación fuera tan respetuosa el deseo siempre domina al hombre.
—¿Oye, acaso te perdiste?
—¿Quieres que te ayude en algo?
—¿Buscas a alguien?Todos los presentes buscaban acercarse con ella y entablar una relación, y en el mejor de los casos disfrutar una noche con ella. Sus rostros se mantenían serenos intentando engañar a su propia naturaleza tan pecaminosa. Algunos de ellos extendían hasta sus brazos para aparentar excelentes modales ante sus emociones llenas al borde del pecado.
La Reina Oscura no comprendía aún, dónde y porqué estaba en ese pequeño cuarto junto a un inodoro, pero si logró percibir que su lenguaje era distinto al de los demás, siendo el inglés el más concurrente desde que ella llegó.
—¡Entonces el lenguaje inglés aquí no se práctica!—Ella se mantenía sería y callada, pues intentaba averiguar cuál idioma era. Dejándolos hablar un poco más, para por fin entenderlos.
—¡Hola!, Mi nombre es Adolf, ¿quieres que te ayudé?, ¿Te puedo llevar a un lugar para que puedas estar más segura?—Este hombre se acercó a ella, siendo demasiado egocéntrico y capaz, toca del brazo a la gótica Reina Oscura.
—¡Entonces es Alemán!—Su mirada enloqueció, sus ojos tan perdidos en la psicopatía, y su sonrisa de oreja a oreja, simulaba su tremenda locura. Cuándo dijo esto, las luces de aquel baño se apagaron y la puerta se cerró. Todos los presentes se estremecieron y un pánico extraño los enredaba.
Volvió la luz, y el tipo que la tocó estaba parado en el mismo sitio pero con el cuello roto girado hacia atrás los 180°. La Reina Oscura mantenía su cálida cara con esa postura tan tenebrosa, con el cuerpo de aquel hombre sujetado con las lianas malignas.
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Los Siete Diamantes del Destino [Libro 2]
General FictionLa segunda parte de este gran misterio. Stephanie y sus amigas, harán lo imposible para descubrir el porque la venida de su actual enemiga: la Reina Oscura. Sin embargo, en esta ocasión, vendrá la más poderosa reina, capaz de dar pelea a su enemiga...