Los Siete Diamantes del Destino [Libro 2]

Capítulo 8: "El Lenguaje de los Dioses" parte IV

—Ahhhh, ok. Entonces mi hija está bien, ¿verdad?—Joel sujetaba el teléfono con su mano izquierda, siendo la derecha para el volante.

—Si señor, su hija está a salvó, paso toda la noche en su cuarto.

—De hecho antes de salir, quería verificar que mi hija estuviera en su cuarto dormida, y pues ahora me dió cuenta que siempre estuvo dormida, desde mucho antes, pobre de mí hija, es tan estudiosa.

—Sin embargo, aún no sabemos las identidades de esos sujetos. No sabemos con certeza clara, para qué, cómo, porqué están empezando a ocurrir estos sucesos. Por esto mismo mi señor lo necesitamos en la Corporacion en este momento.

Joel se estresaba con cada segundo que pasaba, pero aún así, su sentido de inconformidad relucía, no sabía por qué, si todo lo que le dijo fue cierto.

—Esta bien Harley, en unos minutos más estoy allá, y sirve que aclaramos puntos de presencia que no han estado respetando—Joel tomó su postura de dueño y señor de tal empresa, y por lo tanto el decide cuando y donde se mérita una reunión.

—Lo siento mi señor, pero todos los integrantes del presidio elemental, buscan respuestas ante tales eventos, y solamente usted puede decidir la investigación.

—No te preocupes, en cuanto llegue pondré orden, y espero y me reciban como lo que soy, su JEFE.

— Si mi señor, aquí lo espero como siempre.

— ¡Hasta lue....
Joel perdió las palabras, pues delante de él en sentido contrario se avecinaba Yalak en su Lamborghini negro con una velocidad bastante alta.

Yalak, contento escuchaba música urbana, tales como las más reproducidas en Latinoamérica, el Reggaeton. Cien por ciento seguidor de Nicky Minaj, Cardi B, Natty Natasha y muchas más.

Su volumen de sus enormes bocinas retumbaban completamente los carros de alrededor, y aunado a su velocidad, era muy increíble. No obstante justo cuando decidió cambiar de canción, notó a Joel enfrente de el, con una mirada de preocupación y terror.

Segundos después decidió frenar bruscamente, y espero a Joel en su nuevo parking.

Con una ola de tráfico inmensa, una reunión de última hora, y una extraña señal de charla por parte del hijo de su actual enemigo, Joel estaba a pocos segundos de sufrir un Infarto de estrés, más sin embargo atendió lo más fácil y rápido, lo cual lo llevaría a un destino que ni el mismo lo podrá ver con vida.

—¿Que haces en mis terrenos?

—Señor Roses, New York es gigantesca, y no tiene dueño alguno!—Yalak se mostraba tranquilo y arrogante.

—Lamento decirte esto, pero si vienes por parte de tu padre lo mejor será que te vallas del Oeste de esta Ciudad—Joel encendia más y más la llama de la impaciencia, y su gran virtud de Humildad se vio destrozada.

—Ok, me iré, pero solo le digo algo...¡Sus aliados ahora son nuestros aliados, ya que descubrieron su secreto más profundo y cuidado de todos, tal es así, que sus mentes se llenaron de miedo y terror, al querer cooperar más para usted.— Entre sus delicadas manos, resultado de innumerables manicures, jugaba  con sus anillos de oro incrustados con diamantes y gemas preciosas, mencionaba con soberbia sus palabras que hacían temblar de sorpresa a quien se le pusiera en frente.

—¡Acaso me estás amenazando, intentas decir que me van a dar la espalda, personas que han trabajado para mí durante años!, Por favor, no vengas a hacerme perder mi tiempo, que eso es lo último que tengo—Joel subía de nuevo al carro, y desde su ventanilla concluía la estúpida conversación.

—Solo le digo algo, y me sorprende que hasta ahora mencioné algo en lo que yo estoy de acuerdo...Realmente le resta muy poco tiempo, y espero y su hija aún siga viva para ese entonces.— Yalak se subió por igual a su coche, y retorno su camino, sin dejar que Joel se bajará de su asiento para que iniciará con una interminable guerra de estupideces.

Intrigado y aún con más preocupación, sigue su camino hacia su trabajo, pero su mente redondaba las palabras de Yalak, sobre su hija.

—Padre, ¡listo!, mi misión está completa, Nuestro lenguaje de manipulación y chantaje es como el Lenguaje más antiguo: "El lenguaje de los Dioses".—Sonrie, y con más que satisfacción se aleja para jamás ser encontrado.

No obstante, Ezekiel se encontraba con una nueva situación.

—En este cajón está aquel libro del que me hablo mi papá en el hospital—Ezekiel había dejado a su papá en el hospital por unos minutos, porque el necesitaba asearse y comer, aunque, se acordó de nuevo, de aquel libro, y fue en busca de tal.

—Es hermoso, este es el libro de tal leyenda...¡Su apariencia demuestra su inigualable antigüedad!—Ezekiel al momento de tocarlo con su dedo índice todo se detuvo, el tiempo el espacio, y hasta los mismos pensamientos. Y solamente el podía interactuar en ese medio tan increíble, sus ojos sobresalientes del pánico mezclado con el asombro tan mágico de un poder tan abrumador.

En instantes, Ezekiel despierta a un costado de la camilla de su padre en el hospital, creyendo que lo que vivió, fue más que un simple sueño. Sin embargo, su inquietud era, cómo fue que se baño y comió sin acordarse como lo hizo en la realidad.