Decido no hacerlo, de momento no puedo. Me voy a dormir, mañana vuelvo a la rutina.
PIP, PIP, PIP...
Me despierto y apago el despertador.
- Dios, que sueño – me tapo la cara con las sábanas.
- ¡Cariño, vas a llegar tarde a clase! - dice mi madre desde el piso de abajo.
- ¡Ya me levanto!
- ¡De acuerdo, me voy al trabajo nos vemos luego!
- ¡Adiós!
Se cierra la puerta de abajo. Me voy al baño a ducharme y arreglarme.
Media hora después ya estoy lista. Cojo la mochila y me voy.
De camino a clase me pongo a pensar en lo de ayer, vuelvo a leerme el mensaje y por segunda vez se me inundan los ojos de lágrimas, me salen sin querer. Tengo la cabeza hecha un lío. Llego al instituto y me dirijo a el aula de biología, hoy tengo examen.
- Buenos días, por favor id separando las mesas para empieza el control del tema 2.
Nos separamos y empieza a repartir las hojas.
- Bien, esto me lo sé – pienso.
Acaba la hora y entregamos la prueba.
- ¿Emily, cómo te ha ido? - me pregunta una compañera apurada.
- Bien, bastante bien y ¿a ti?
- Creo que voy a suspender – hace mala cara – ayer no me dio tiempo a estudiarlo todo.
- No seas tan negativa, a lo mejor apruebas – le sonrío.
- Pff... eso espero.
- Ánimos.
- Igualmente – se gire hacia delante.
Cinco horas más tarde suena el timbre que indica que ya ha acabado el instituto por hoy.
De camino a casa...
- Anda, pero si es Emily – se acerca a mi para darme dos besos.
- Otra vez tú, me acosas o ¿qué? - me aparto antes de que aproxime sus labios a mis mejillas.
- No seas así señorita, te estás muriendo de ganas por mis besos pero te haces la difícil. Me gusta – me guiña un ojo y saca la lengua.
-Idiota, no te queda nada para que tenga ganas de tus besos – me hago la desinteresada.
- Te invito a comer.
- No.
- Te recuerdo que me prometiste que nos veríamos otra vez.
- Te mentí – le dedico una sonrisa falsa.
- Lo siento por ti pero hoy te vienes a comer conmigo – se aproxima a mí.
- Te he dicho que no – empiezo a correr hacia el lado contrario de donde está él.
- Te equivocas – echa a correr hacia mí.
Mierda, me va a coger. Lo consigue.
- ¡Raúl!, ¡suéltame! - intento deshacerme de sus brazos. Es imposible.
- Lo llevas claro pequeña – se ríe.
Sigo gritando y la gente nos mira extrañados.
- Tranquilos, es mi novia que es un poco cabezota – dice mientras camina.
- ¡Yo no soy tu novia, loco de mierda!
- Esa boca Emily, a ver si te la voy a tener que limpiar con jabón – bromea.
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Lo siento, pero te quiero
Teen FictionEmily, es una chica de diecisiete años. Hace unos meses gracias a su novio Mario consiguió superar un problema por el cual había sufrido durante años. Él es el típico chico inteligente y guapo al que todas quieren en su vida. Lucía, la madre, trabaj...