CAPITULO 10

853 32 5
                                    

Tengo tantas cosas en la cabeza, estoy hecha un lío, no por Mario, todo lo contrario, por Raúl, ha llegado pisando demasiado fuerte en mi vida, tan fuerte que ha dejado en segundo plano a Mario. Le quiero, tengo miedo por tener que admitirlo pero no puedo seguir engañándome a mi misma, hoy ha sido un día fantástico quitando lo sucedido de hace unos minutos, pero estoy segura de mi decisión respecto a mi ex. Tengo que hacerle caso a Carlota, tengo que dejar de desconfiar en Raúl, me ha demostrado mucho en un periodo de tiempo extremadamente reducido. Voy a seguir por este camino, ahora sólo hay que esperar y ver como salen las cosas.

RING, RING...

- ¿Sí? - digo curiosa.

- Emily, ¿te pasa algo? - dice con la voz entrecortada.

- No, ¿por? - respondo extrañada.

- Porque habíamos quedado que me llamarías cuando estuvieras en casa y no he recibido señales, te echaba de menos... - dice tristemente.

- Oh, lo siento Raúl, se me había olvidado - me pongo una mano en la boca – . Verás, también tengo que decirte que me ha llamado mi ex diciéndome que quería verme, hemos quedado y me ha soltado que quería que volviera con él. Le he dicho que no y me he ido, se me habían quitado las ganas de todo, ahora estaba a punto de irme a dormir, lo siento de veras Raúl – digo sintiéndome culpable.

- Bueno, no pasa nada, si estás bien conmigo ya está. Respecto al otro tema, entiendo que se te quitaran las ganas, ¿estás segura de tu decisión? - dice esperanzado.

- Sí, tenía la necesidad de zanjar ya el tema, me he quitado un gran peso de encima.

- Me alegro pequeña, por cierto, ¿nos vemos mañana?, tengo ganas de pasar más tiempo contigo.

- Qué mono eres, está claro que mi respuesta es un ''sí'', yo también tengo ganas de pasar más tiempo contigo – sonrío.

- ¡Bien! Te paso a buscar en el instituto a las dos, ¿te viene bien, señorita? - dice con un tono alegre.

- ¡Síii! Nos vemos mañana entonces, me voy a dormir – digo mientras apago la luz.

- De acuerdo, buenas noches bonita, que sueñes conmigo – dice totalmente enserio.

- Sí, claro – consigue sacarme una sonrisa, como es habitual-. Anda, buenas noches idiota – cuelgo.

Madre mía, con sólo escuchar su voz consigue acelerarme el pulso. Tengo el presentimiento de que mañana será un gran día. Dejo el móvil en la mesita y cierro los ojos.

RING, RING, RING...

- Maldito despertador – digo intentando apagarlo-. ¡Apágate! - al fin lo consigo.

Me levanto, me dirijo al armario y opto por coger una blusa básica color granate, unos pitillos tejanos ajustados de tallo alto, unas Dr Martens negras y por último una cazadora negra. Entro en el baño, me ducho y me visto. Bajo, cojo el desayuno y me voy.

Las horas pasan muy rápidas y sin darme cuenta ya es la última hora de clase. Toca biología.

- Buenos días – dice en tono alegre el profesor -. Hoy os repartiré los exámenes.

Acaba de dejar las cosas en su mesa, mientras, nosotros sacamos el material de la asignatura. Empieza repartiendo los controles.

- En general han ido bastante bien, hay un poco de todo – va dirigiéndose a las mesas comentando en voz baja el resultado de cada uno.

Pasan cinco minutos y es mi turno.

- Emily, estoy muy contento – me enseña mi hoja – has sacado la mejor nota de la clase, un 9'75 – dice sonriendo-. Enhorabuena, sigue así.

- Gracias, – le devuelvo la sonrisa – intentaré seguir así.

Sigue con los otros compañeros, hasta que a penas quedan cinco minutos para que suene el timbre.

- Madre mía, está a punto de sonar el timbre, la hora se me ha pasado volando,– dice poniéndose las manos en la cabeza con cara de sorprendido- bueno, podéis empezar a recoger.

Todo el mundo empieza a guardar las cosas en la mochila y salimos antes de clase.

Allí está él, al verme se le forma una sonrisa enorme, me enamora cuando lo hace, es preciosa.

- Qué rápido habéis salido, ¿no? - pregunta extrañado.

- Sí, bueno, no había nada por hacer – digo mientras me acerco para darle dos besos.

- Que novedad, hoy no he tenido que pedirte que me saludaras como toca, eh – dice bromeando.

- Tampoco te emociones – le guiño un ojo y subimos al coche a la vez.

Nos ponemos el cinturón y arranca.

- ¿Qué tienes planeado hacer hoy?

- Pues, pasar el día en mi casa, voy a prepararte unos macarrones con queso que vas a chuparte los dedos, - dice orgulloso de si mismo- luego quiero enseñarte mi nuevo trabajo y por último, si quieres podemos ver una película como ayer, tú mandas – me sonríe.

- Que miedo me das cocinando – digo intentando picarle-. Lo demás suena bien.

- Ya verás, te arrepentirás de haber dicho eso – dice molesto.

- Es broma Raúl – digo riéndome, parece habérselo tomado enserio.

- Sí, claro, ahora es broma eh.

- Que sí, idiota – le doy un beso en la mejilla.

- Así mejor – sonríe – me haré el enfadado más veces para conseguir más premios.

Nos pasamos el resto del trayecto sin hablar, sólo nos miramos de vez en cuando y nos sonreímos. Diez minutos más tarde llegamos a su casa. Subimos. Dejo mis cosas en su habitación y me dirijo a su encuentro.

- Ponte cómoda señorita, voy a empezar a preparar la maravillosa comida – dice riéndose.

- ¿No quieres que te ayude? - pregunto divertida.

- No, si me ayudaras ya no serían mis macarrones, serían nuestros macarrones y no quiero que te beneficies de mis logros, señorita.

- De acuerdo cabezota – voy al sofá a sentarme.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lo siento, pero te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora