Formula 6: Dinero y Ciudad

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Pov Leonard

—Saito tu vendrás conmigo, vamos a comprar una espada para que te defiendas de Kirche, después de todo eres un espadachín y debes blandir una propia— dijo Louise caminando entre la gente sin dirigir ninguna palabra hacia mi.

—Nos vemos luego— dijo Saito antes de darse la vuelta y seguir a Louise obedientemente como si fuera un cachorro mientras yo me di la vuelta dirigiéndome en la posición opuesta a ellos.

Camine entre las personas de la aglomerada ciudad mientras cuidaba mis pertenencias, busque reiteradamente entre los puestos ambulantes de la calle para ver si podía encontrar algo interesante y alguno de los materiales que necesitaba.

—¡Caballo, vendo este caballo!— gritaba un hombre en medio de las personas mientras sostenía las riendas de un caballo color negro con el cabello largo.

Me quedé observando al caballo durante un momento pero luego negué con la cabeza solo para seguir mi camino entre las personas, recorrí calles, callejones e incluso termine perdido varias veces, pero después de todo encontré lo que tanto necesitaba una tienda de pociones "mágicas" y venenos.

Al entrar en la tienda pude sentir las fragancias que intentaban acechar mi cuerpo rápidamente como víboras en el aire, agite mi cabeza para dispersar el olor y despejar mi mente y seguí caminando hacia adelante hasta llegar al mostrador que estaba a unos cuantos pasos de mi, en el mostrador había una joven dama con una sonrisa que cautivaría a cualquiera, si a cualquiera menos a este payaso.

—¿Bienvenido querido cliente, a que se debe su oportuna visita?—me pregunto la mujer en voz baja casi susurrándome al oído, típico de una vendedora en este rubro.

—guárdate tus halagos para los demás— respondí fríamente haciendo que se pudiera firme en su puesto —Necesito un veneno letal, lo mejor que tengas en este lugar y su descripción detallada—

Sin decir nada la mujer dio la vuelta y me entregó un frasco pequeño con una formulación color rosa, levante el frasco mirándolo un momento, abrí la tapa rápidamente y la mujer del mostrador se movió hacia atrás rápidamente —un afrodisíaco eh..... recuerdo haberte dicho veneno— dije fríamente mientras tapaba el frasco, la mujer sin decir ninguna palabra tomó el frasco y se lo llevó.

Probé varios venenos juzgandolos por su olor o su color, como químico ya entendía los tipos de veneno y sus amenazas pero ninguno de ellos llenaba mis expectativas fue como pensé todo elaborado a base plantas y animales más no había nada que fuese producto de la química moderna de mi mundo.

Fue entonces que saque frascos desde mi bolso y los puse en el mostrador —aquí, estos son venenos reales— dije y para finalizar todas las muestras puse un gran frasco de cloroformo en el escritorio.

—¿Venenos? si era un alquimista debió haberlo mencionado al entrar en la tienda, llamaré al experto— dijo la mujer agitando una campana —mientras verificare lo que trae con usted, él maestro no atiende a cualquier persona— dijo levantando el gran frasco mientras lo agitaba y luego lo abrió sin cuidado alguno.

La mujer abrió la botella y miró el contenido del interior para juzgar el color del veneno —El agua no es un veneno— dijo sin ninguna sonrisa en su cara más parecía ser una mueca de enemistad para luego poner la botella en la mesa —¿Que......me ....esta.........?— dijo la mujer antes de caer al suelo desmayada sin poder oponer resistencia alguna ante él cloroformo.

me acerque para mirarla pero antes de que pudiera llegar sentí las pisadas de otra persona cerca y recobre mi lugar nuevamente —¿que sucedió aquí?— preguntó el dueño de las pisadas al llegar y ver a la chica en el suelo.

Zero no Tsukaima: KITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora