Formula 8: Una Transacción Exitosa

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Luego de la pequeña discusión de Leonard y Louise las cosas se calmaron volviendo la paz al laboratorio donde Leonard pudo proseguir trabajando con el caucho como siempre hasta cuando finalmente llegó el anochecer.

—Bien, creo que llego la hora de comer— dijo Leonard levantándose de su escritorio y saliendo del laboratorio sin antes dejar la puerta con llave, se dirigió rápidamente hasta la cocina de la academia donde es recibido por el chef y sus subordinados para que este pudiera comer a gusto.

Leonard abrió la puerta trasera de la cocina y entró tranquilamente como si se tratase de su casa —Estoy aqui Marteu— saludo Leonard alegremente mientras llamaba la atención de todos los presentes dentro de la cocina.

—Hola Leonard— saludo el chef principal Marteu al escuchar el alegre saludo de Leonard que entraba en la cocina.

—¿uhh? ¿que les sucede a todos ustedes? ¿por qué esas caras largas?— pregunto curioso Leonard al ver que todos estaban tristes o algo tensos como en el caso de algunas chicas de la cocina.

Marteu trajo un plato de comida que sirvió para Leonard y luego se sentó en la silla que estaba frente a su mesa —Hoy no pediré que me enseñes nada de cocina— dijo Marteu suspirando cansado.

—Bien, esto es raro, ustedes suelen estar llenos de energía sin importar la cantidad de trabajo que tuviesen en el día así que ¿qué sucedió en este lugar?— preguntó Leonard mirando a Marteu fijamente para que comenzara a liberar la información.

Marteu miro hacia un lado triste —Es Siesta— murmuro Marteu

—¿La simpática pelinegra?— preguntó Leonard recordando a la sirvienta de la academia llamada Siesta —Ahora que lo mencionas no la veo por estos lugares ¿que sucedió con ella?—

—Bueno ella se convirtió en la sirvienta del Conde Montt— dijo Marteu con pesar

—Ya veo, entonces el conde Monte o como se llame queria una nueva amante y escogio a Siesta ¿verdad?— respondió Leonard sin una pizca de empatía después de todo solo había visto a Siesta junto a Saito varias veces pero jamás entablo una amistad con ella, algunas veces llevaba desayuno o almuerzo a Leonard dejándolo en el escritorio a la entrada del laboratorio.

—Es como dices, me preocupa su seguridad pero si el conde del reino la pidió como sirvienta nada puede hacer un grupo de plebeyos como nosotros— dijo Marteu recogiendo el plato de Leonard quien había terminado de comer

—¿Saito sabe de esto?— preguntó Leonard antes de levantarse

—Le conté hace unas horas atrás, la verdad se tomó la noticia a mal y se veía muy triste con la partida de Siesta— dijo Marteu respondiendo a la pregunta de Leonard con sinceridad.

—Entiendo, ¿donde vive ese tal conde Monte?— preguntó Leonard levantándose de la mesa

—Montt, el vive unas cuantas horas de la academia— dijo Marteu apuntando intuitivamente hacia donde se ubicaba la mansión del conde.

—Bien, vuelvo en una horas— dijo Leonard caminando hacia la puerta de la cocina sorprendiendo a todos los presentes en la cocina.

—¡Espera Leonard!— grito Marteu deteniendo el avance de Leonard

—¿que?— preguntó Leonard dándose la vuelta

—¿no me digas que piensas en ir a rescatar a Siesta?— preguntó Marteu mirando seriamente a Leonard quien estaba a solo pasos de la puerta listo para lo que seria una mision suicida

—No, iré a rescatar a Saito pero si todo sale bien podría traer devuelta a Siesta, claro no garantizo nada— respondió Leonard saliendo de la cocina dejando a todos sin habla dentro de la cocina.

Zero no Tsukaima: KITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora