Capítulo N° 11: "Misión: 'Berlín' "

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Al día siguiente empezamos a preparar nuestras maletas. Sabíamos que teníamos que estar listos para viajar en la tarde. Fuimos al comedor y nos preparamos un buen desayuno para no pasar hambre en la mañana, luego de eso, fuimos al salón de proyecciones y terminamos de empacar allí. Algo me decía que todo saldría bien y que no había posibilidad que el plan saliera mal.

Ya todo está listo, le entrego su boleto a Angie y yo me quedo con el mío. Para disimular me puse ropa normal: una camisa de jean arriba de una remera gris con unos jeans oscuros y zapatos cafés.

Angie también se puso una vestimenta muy peculiar se veía irreconocible y bastante bien.
Salimos del cuartel con las valijas en nuestra mano, la chica llevaba su tablet escondida en un bolsillo con cierre. Debido a que el aeropuerto estaba a varias cuadras de distancia, fuimos caminando hasta una estación de remises y encargamos un remís para ir hacia el aeropuerto.
En menos de 20 minutos llegamos allí y le pagué una propina al remisero para luego bajarme junto a mi hermana del auto. Entramos e hicimos una larga cola para llegar hasta hacer todos los trámites. El hackeo al detector de metales no fue necesario ya que nuestros artefactos estaban tan bien escondidos en las maletas que no fueron detectados por las máquinas.

Caminamos por un largo túnel, este llevaba hacia la zona donde iba a aterrizar el avión mientras lo esperábamos y hacíamos fila junto a otras personas. El avión aterrizó en al menos 5 minutos y se colocó en posición con ayuda de un guía para que todos entráramos.

Apenas estuvimos adentro, buscamos nuestros asientos que estaban justo más atrás del ala derecha del avión, el de Angie era el 11F que estaba al medio y el mío era el 12F que daba al pasillo. Nos pusimos cómodos, estábamos totalmente tranquilos ya que todo iba bien. Lo único que teníamos que hacer era actuar como dos personas normales sin hacer sobresalir nada de nosotros así la gente no nos miraba como dos bichos raros. Le avisé con un mensaje a William que estaríamos en Berlín a las 12:45 a.m ya que habíamos despegado a las 10:45 a.m.

Cuando el avión aterrizó, hicimos los mismos trámites excepto que esta vez no pasamos por el detector. Apenas tuvimos nuestras maletas caminamos hacia la salida donde él nos estaba esperando. Lo saludé estrechando su mano:

—William.

—Quentin... —mira a la chica con intriga— usted debe ser su hermana, dígame su nombre —dice refiriéndose a nuestra relación de parentesco.

—Así es señor, soy Angie Beck —estrecha su mano.

—Basta de charla, vamos —murmuro apurándolos y con la intención de irme.

—Sí, buen punto. Yo los ayudaré con eso —menciona William agarrando las maletas.

—Él es la persona de la que tanto te hablé —le aclaro a Angie refiriéndome a William mientras él guarda las maletas en el baúl de su auto y se sube en el asiento del conductor.

—Oh ya veo... Bueno vamos —dice la chica mirándome a lo que yo asiento con la cabeza.

Subimos al auto, uno adelante en el asiento del copiloto y el otro atrás y cerramos la puerta. Mientras mi socio conducía, noté que su cabeza estaba llena de dudas lo que hizo que volteara la cabeza y lo mirara seriamente:

—Te escucho, adelante dime —lo invito a hablar.

—¿Qué tienes en mente con todo esto? Entendí que tienes algo preparado pero al parecer solo conozco una parte ya que no me has dicho completo tu plan —dice mientras conduce.

—Voy a decírtelo cuando lo considere necesario, por ahora no debes saber más nada William.

El hombre con lentes al escuchar aquellas palabras, estaciona el vehículo al lado de la banquina y se rehúsa a continuar el viaje—. No seguiremos el viaje si no me lo dices. Lo único que tengo en claro es que cuando llegaran a Berlín los debía ir a buscar y llevar a su otra base, no me has mencionado algo más ¿Qué me estás ocultando señor Beck? ¿Acaso no confías en mi para no contarme tu magnífico plan?

Mysterio: La Historia de Quentin Beck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora