Is Not The Same ||JimSu||

27/FEB/2014

El salón estaba vació, me encontraba solo allí dentro, no tenía muchas ganas de salir tan rápido, además de que esperaba que especialmente Jimin se fuera.

Está vez su queridisima novia no se había presentado a clases, pero lo malo era que podía sentir la mirada de Jimin sobre mí, me incomodaba que estuviera mirándome, ¿acaso no tenía otra cosa mejor que hacer?

Al menos ya habían terminado las clases, agarre mi mochila para disponerme a colocar las correas sobre mis hombros y salir del aula, estaba caminando hacía la salida, cuando pude escuchar que alguien me hablo.

Sentí un escalofrío al ver que era Jimin.

- ¿Por qué tan tarde Yoongi? -me pregunto, me dedico una sonrisa.

- No es de tu incumbencia.

Jimin hizo un puchero y se alejo de la pared para acercarse a mí, a veces sentía que Jimin tenía una doble personalidad, algunas veces era demasiado tierno que hasta llegaba al punto de que quisiera estar con él todo el tiempo, pero a veces era insoportable.

- Claro que lo es -Jimin se iba acercando y yo iba retrocediendo.

- ¿Qué es lo que intentas exactamente?

- Solo quiero comprobar algo -sentí como mi espalda llagaba a la pared completamente, estaba acorralado.

Sabía que podía salir corriendo, pero estaba petrificado, mi cuerpo no respondía, no entendía el por qué.

- ¿Qué?

Sentí como agarro mi cintura y me acercaba a él.

- ¿Te gusto, Min Yoongi?

Baje la mirada, me sentía avergonzado, a pesar de que quería decirle que no, que nunca lo había estado, sabía que era una mentira.

- Ese sonrojo es hermoso -sentí como acariciaba mi mejilla derecha, su tacto era tan suave-, eres hermoso...

- ¿Cómo puedes seguir con esto? -aleje mi rostro.

- ¿Por qué no hacerlo? Hace unos días te lo he dicho, me gustas.

- Tienes novia, Park -apreté mi mandíbula-, no deberías hacer esto, además no me gustas.

- No mientas, Yoongi -me sonrió ladino-, sé que te gusto, ¿para qué mientes? El sentimiento es mutuo.

- No Jimin, no es lo mismo...

- ¿Cómo estás tan seguro de eso? -su ceño se frunció levemente.

- ¡Porque sé que no estás enamorado de mí!

Sentí como su agarre se hizo más débil y fue cuando logre empujarlo escapar.

Bye, diario.