Kazuya acariciaba su espalda baja con sus dedos, mientras Eijun disfrutaba enormemente de estar entre sus brazos. Su rostro se escondía en su cuello y sus brazos descansaban en sus costados. Ambos estaban en las gradas, solo que el ciego estaba sentado sobre uno de los muros pegados al campo y su lindo novio se encontraba de pie entre sus piernas, recostado sobre su pecho. Ya eran casi las 7 de la noche y solo quedaban algunos chicos limpiando el campo, las demás escuelas ya estaban en sus dormitorios. Pero ellos decidieron quedarse un rato más.
Eijun aspiraba su perfume y suspiraba; le encantaba.
Kazuya no podía evitar tener esa suave sonrisa plasmada en su boca, solo que no duró mucho. Las imágenes de su bebé lanzando a otro estúpido que no fuera él le había chocado y molestado más de lo que le gustaría admitir, pero había algo extraño con aquel tipejo.
Primero esos locos pedidos. ¡¿A quién se le ocurría enfrentar al bateador en tal situación?! no podía entenderlo.
Suspiró. Después de todo no podía controlar sus emociones últimamente.
─¿Quién era ese?
susurró en la oreja del menor, quien después de un pequeño escalofrío, abrió sus ojos lentamente, para encontrarse con esa linda mirada pegada a su rostro. Sonrió dejando un casto beso en los labios del ciego antes de acurrucarse otra vez. Estaba muy soñoliento.
─Huh...¿quién es quién...?
─Aquél catcher de Inashiro, nunca lo había visto.
Aunque extrañamente le parecía conocido pero no lograba recordar de donde.
─Mmm...pues no lo sé, quizás es su nueva adquisición.
El ciego frunció el ceño mirando al campo, justo al área del catcher, luego volvió su mirada al rostro adormilado de Sawamura.
─¿Y qué crees de él? ¿Es bueno...?
"Más vale que no lo elog-"
─Él es muy genial. Nunca logré descifrar sus pedidos pero eso lo hizo más interesante. Sacamos a todos los bateadores solo con mi curva y mi recta, y se sintió increíble.¡Ya quiero jugar contra Inashiro!
El ciego chasqueó su lengua y apretó más al menor entre sus brazos; cabreado.
─Bien, ya. Deja de hablar de ese tipo.
Eijun sonrió sobre su pecho.
─Pero si tu mismo pregun-
─Pues ya no quiero saber.
Entonces los brazos fuertes de Kazuya alzaron a Eijun después de bajar de un salto del muro y sus grandes manos se aferraron a sus caderas mientras Eijun se aseguraba de rodearle el cuello y el torso con sus brazos y piernas.
─¿A donde vamos, Kazuya?
logró articular el dormilón.
─A dormir, bella durmiente.
Mañana comenzaba el torneo.
Ambos llegaron al dormitorio, Kazuya mirando a todas partes, pues aún se sentía vigilado, pero ni sus más agudos sentidos lograban ver a alguien entre tanta oscuridad. Él dejó a Eijun suavemente sobre la ancha superficie de mármol del baño donde habían dos lavamanos con unos dos pies de distancia. Lo dejó entre ellos, para luego rebuscar en sus cosas su ropa de dormir y su toalla, buscó también las de él y regresó para encontrarlo casi cayéndose de frente, pues estaba casi en el quinto sueño.
Kazuya sonrió al verlo y se aseguró de despertarlo un poco cuando no se resistió a tomar sus mejillas y explorar un poco su boca con la lengua. Lo besó profundo y fuerte, y Eijun simplemente no pudo parar el gemido a boca cerrada que eso le provocó. Kazuya esta vez se rió un poco y lo guió hasta la ducha luego de quitarse todo el uniforme.
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𝓼𝓵𝓸𝔀𝓵𝔂 ; 𝓶𝓲𝔂𝓾𝓼𝓪𝔀𝓪
Non-Fiction𝙺𝚊𝚣𝚞𝚢𝚊 𝚎𝚜 𝚎𝚕 𝚝í𝚙𝚒𝚌𝚘 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚘 𝚖𝚊𝚕𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚞 𝚎𝚜𝚌𝚞𝚎𝚕𝚊. 𝙻𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚍𝚎 𝚜𝚎𝚛 𝚎𝚡𝚙𝚞𝚕𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚜𝚊𝚕ó𝚗, 𝚌𝚊𝚖𝚒𝚗𝚊𝚋𝚊 𝚝𝚛𝚊𝚗𝚚𝚞𝚒𝚕𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚕𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎 𝚝𝚛𝚊𝚜𝚎𝚛𝚊 𝚍𝚎𝚕 𝚙𝚕𝚊𝚗𝚝𝚎𝚕...