1

4.6K 153 8
                                    

Chiara

Hoy era mi cumpleaños 19, mis amigas planeaban llevarme de sorpresa a un boliche que desconocía, pero descubrí sus intenciones cuando sin querer Kiara dejó abierto su Whatsapp Web desde mi computadora. Una pelotuda.

Sinceramente no tengo ganas de ir, la última vez que salí a bailar fue con 15 años y nunca más quise volver a salir, no tenía ganas y no quería volver a pasar por algo parecido. Esa vez me habían tocado de más y casi no la cuento, desde ahí comencé a tener bastantes miedos respecto a eso.

Sonreí viéndome en el espejo, sabía que tenía que comenzar a superar mis temores, por lo tanto acepté la oferta de mis amigas de ir al boliche. Y me sorprendí al verme queriendo ir, ¿desde cuándo yo me entusiasmaba por salir a bailar?

-Eu ya estoy, ¿cuando vienen?- Terminé el audio y lo mandé al grupo que compartimos con mis amigas.

Tardaron en responder, pero lo hicieron. En diez minutos estaban acá y yo ya estaba preparada. El maquillaje no era tanto, ya que no me gustaba excederme con eso, y tampoco veía necesario maquillarme tanto.

Cuando al fijarme en el celular ya faltaban cinco minutos comencé a sentirme nerviosa, pegaba en el piso con mi pie derecho mientras miraba ansiosa que los minutos pasaran. Al no tocar un boliche hace tanto tiempo, los nervios eran peores.

Me tiré sobre la cama y miré el techo pensando en todo lo que en mi vida estaba pasando. Y vi este suceso como un cambio en la misma, y lo necesitaba.

Necesitaba un cambio que por lo menos, por un par de horas, me diera la paz de pensar en que no soy yo, que no soy Chiara Abades, sino una nueva persona que no le importa lo que dijeran los demás, como lo era antes.

Facundo me hizo vulnerable, muy vulnerable. Y cambié completamente por él, cosa que me arrepiento. Fue todo al pedo, mis ganas de que toda nuestra relación siguiera, mis esperanzas en él fueron en vano. Terminó dejándome después de todo.

El timbre de mi casa me saca de mis pensamientos y me paré suavemente de mi cama para dirigirme a la puerta principal. Al abrirla mis amigas con escabio comenzaron a chiflar y yo me sonrojé para después reírme.

-Estás re potra- Dijo Kiara.

Le tiré un beso riéndome y ella imitó mi acción. Seguido de la rubia entraron dos pibas más, quienes eran Julia y Guili.

-Pasame ese cuerpo que yo lo aprovecho- Dijo jodiendo Julia.

Rodé los ojos y le enseñé mi dedo del medio, pero ella me abrazó y me dio un beso en el cachete.

-Feliz cumple, bombona- Dijo Guili pasando por última con una botella de vodka en la mano.

Le sonreí y la abracé del cuello, nos separamos y las cuatro juntas vamos hasta la cocina donde teníamos pensado hacer nuestra "previa".

Muy pocas veces había bebido alcohol, algunas veces con Facundo cuando nuestra relación era de admirar y otras con mis amigas, además de que cuando salía a tomar por ahí, tomaba en algunas ocasiones de más.

-¿Y cómo va todo por casa?- Dijo Kiara y supe que se refería a Facu.

Elevé mis hombros y tomé de un trago el fernet que venía preparando desde que ellas llegaron.

Agradecía que ninguno de mis hermanos ni mis padres estuvieran, porque a nadie le gustaba el alcohol, y no dudo de que me maten si me ven tomando, menos Tomas que le encanta y de vez en cuando, compartimos algunas birras.

-Es un pelotudo- Dije después de probar el fernet y darme cuenta de que está como me gusta. -Me dice que me ama pero se come a cinco pibas estando de novio conmigo. Me cansé de la misma historia ya, necesito algo nuevo- Finalicé.

Mis amigas se miraron entre sí y sonrieron, y sé que significa esa sonrisa en sus caras; Están felices porque por primera vez en tres años, estoy diciendo que me cansé de Facundo, y sintiéndolo de verdad.

Sonreí por inercia, estaba orgullosa de como estaba sobrellevando las cosas con él. Me buscaba pero ya no me interesaba y eso me halagaba, bastante. Porque sufrí, sufrí todo lo que no tuve que sufrir antes y que ahora sea él el que me busca sin cesar, y él que me necesita, aunque suene egocéntrico, me halagaba y me llenaba de orgullo por mi misma.

-Bueno, nos vamos- Dijo Kiara sonriendo, tomando de un trago lo restante de vodka en su vaso. -En el auto cabemos todas, me parece. Así que manejás vos, Julia- Acotó.

Ella asintió. Era la única capaz de manejar, ya que no tomaba de más y el alcohol casi no lograba ponerla en pedo, cuando al resto de nosotras sí.

Todas subimos al auto, yo en el lado del acompañante, Julia manejando y las otras dos en el lado de atrás. La música al palo y mis amigas cantando como loca desenfrenadas, si evitamos el tema de que vuelvo a pisar un boliche, estaría segura de que esta es la mejor noche de mi vida.

Patovica - WosWhere stories live. Discover now