4

2.7K 160 21
                                    

Él sonreía confiado y yo esperaba el momento en el que todo acabe. No era que no me gustara el pibe, pero muchos factores me llevaban a no querer el beso; Primero y principal, no sabía quien era, sólo que cantaba y su nombre artístico es Wos, hasta ahí. 

Y además, en el momento de chapar, siempre me ponía nerviosa, sentía que al cerrar los ojos me iba a ver como una pelotuda. Como si fuera una niña pequeña indefensa que no sabe que hacer en ese momento, y puede que aunque me cueste negar, yo siga siendo esa niña. 

-Tranqui, no lo hago si no queres- Me susurro al oído y a su vez, alejando el teléfono para que no se escuchara. 

Por más que estuviera lejos, aún se sentían escuchando los gritos desenfrenados de Facundo. Era muy agresivo cuando se enojaba, gritaba y golpeaba las paredes que estuvieran cerca de él. Un loco de mierda. 

-Hacelo- Susurré en su oído también yo. 

No sabía quien estaba actuando por mi, si la razón o el alcohol que manejo ahora mismo en mis venas. 

Volví a cerrar los ojos y las inseguridades me nublaron la razón. Era un pibe más, no lo volvería a ver, es famoso y sólo me está ayudando en sacarme un peso de encima. Nada más. 

No importa si chapas mal para él, no lo vas a volver a ver. Me repetí mil veces para intentar escapar de mis inseguridades que me recorrían todo el cuerpo, pero era imposible, estaba nerviosa, insegura y ansiosa. 

Peor combinación. 

El sabor dulce en mis labios me hizo despertar de los pensamientos que estaban carcomiéndome la cabeza 

Apoyé mis manos en su nuca y seguí el beso sin dudar ni dos veces. Mañana tendría tiempo para arrepentirme. 

Los labios del tal Wos se movían al compás con los míos. Fuimos profundizando el beso hasta que el terminó apoyando una de sus manos en el árbol, dejándome a mi debajo y con la otra sosteniendo el teléfono. 

Dejé de escuchar cualquier ruido exterior que me distrajera del chape que estaba teniendo. Me sentía como si estuviera volando, re cursi pero es así. 

Nos separamos y conectamos miradas, él me sonreía y yo por primera vez le devolví el gesto. 

-¿Oíste, capo? 'Ta ocupada ahora mismo- Dijo Wos hablándole al teléfono. 

Yo me mordía las uñas nerviosa mientras esperaba que cortara la llamada, me sentía incómoda y avergonzada. Por primera vez había chapado sin conocer a la otra persona de prácticamente nada, y tenía sentimientos encontrados. 

-No le voy a decir nada porque no tenes derecho a obligarla a hablarte, así que cerrá la colita y continúa con la paja que seguramente te estabas haciendo, pajero del orto- Cortó la llamada. 

Yo tenía los ojos bien abiertos y cuando pude respirar en paz, una carcajada se me escapó de los labios, contagiándolo a él también. 

-Gracias- Dije después de un rato de silencio. Prendí un porro y lo lleve a mis labios, sin importarme que creyera de lo que estaba haciendo, después de todo él también lo hacía. -Y perdón, por la pelotudez del principio, eso de mi confusión- Reí por lo bajo. 

Asintió con una sonrisa de oreja a oreja y me robó el porro de los dedos, lo miré con una ceja elevada y apoyé mi cabeza en el tronco cuando vi que no pensaba devolvérmelo. 

Me sentía mal, avergonzada y triste por todas las cosas que estaba viviendo. Facundo no me dejaba en paz, y no podía ni mirar a la cara al pibe que amé por tantos meses. Y si a eso le sumamos que me chapé a un desconocido para que mi ex me dejara de joder. 

Suspiré indignada y cuando caí de lleno en la realidad, no pude enderezar más mi cabeza, porque sabía que al hacerlo, me iba a chocar con los ojos claros del castaño que me acababa de chapar, y me daba vergüenza, demasiada. 

Seguí mirando al cielo, bueno, las pequeñas fracciones que me dejaba visualizar el árbol en el cual estaba apoyada. El silencio que se había formado era cómodo, pareciera como si nos conociéramos de mucho tiempo, cuando en realidad nos conocemos de hace tres horas o menos. 

-Eu, me tengo que ir- Dijo dándome un beso en el cuello, tomándome por sorpresa. -Para que tu "novio" piense que la pasamos bien

Volví mi vista hacia él sin entender a que se refería, hasta que tomó mi cara entre sus manos, la corrió hacia un costado y comenzó a hacerme un chupón. 

Yo soltaba suspiros pesados, él sonreía contra mi piel, y la sensación era tan linda que me hacía sonreír sin entender bien porque. Nunca había experimentado algo así, algo tan aleatorio y que al mismo tiempo se sintiera tan bien. 

-Nos vemos linda, ojalá nos vuélvamos a encontrar- Murmuró devolviéndome el porro medio consumido. 

Dejó un pico en mis labios y desapareció de mi campo de visión, terminé el porro por él y me encaminé al boliche de nuevo, odiándome por dentro por no haberle pedido, ni por lo menos, su nombre. 


Patovica - WosWhere stories live. Discover now