Monte Olimpo || TaeJin-JinKook (TERMINADO)

6. EL BARQUERO.

El retumbar constante en mis oídos lograron despertarme.

Sin saber que había pasado, en donde estaba o qué hacía en ese lugar. Estaba desorientado y confundido, la húmeda superficie que tocaron mis manos junto al sonido del agua ayudaron a que entienda mi situación.

— ¿Que hago aquí? — pregunté enderezando mi espalda — ¿¡Que diablos hago aquí?! ¡Caronte, respóndeme! — al ponerme de pie dos monedas cayeron en la madera del barco.

El barquero de Hades continuó remando entre la niebla y la oscuridad, impávido a mis gritos de enojo respondió de manera tranquila — Es bueno tenerte aquí. Hace tiempo que no venias a visitarnos —

— No respondiste a mi pregunta— interrumpí cortante.

— Tus preguntas son estupidas, Apolo — Caronte dejó de remar pero el bote continuó avanzando, se giró quitándose el manto negro que cubría su rostro — Y mi paciencia, corta. Entiende que solo hay una razón por la que estas conmigo —

Bufé divertido sin creer ni aceptar la verdad en sus palabras — Eso es imposible — rechazaba esa posibilidad — ¡SOY UN DIOS! — no podía creerlo, esto debía ser una maldita broma — ¡un Dios, Caronte! ¡Soy inmortal! ¡No puedo morir! —

Él esbozó una sonrisa burlona — Eres un dios pero vives como un mortal. Sufres lo mismo que ellos, lloras como ellos. Y te enamoras, al igual que ellos —

— ¿A que te refieres? —

— No quiero entrometerme en tus asuntos, Taehyung. Pero hace una semana llegó una hermosa joven, era una Ninfa que fue asesinada sin razón — enarcó una ceja sin borrar su sonrisa de lado — ¿Sabes algo de eso? — no respondí — Estaba asustada y lloraba desconsolada, murió de una forma horrible, no evité preguntarle quien le causó tanto daño, y ella respondió que un Dios quien la asesinó, usando sus propias manos — levanté la cabeza y mis ojos se abrieron con sorpresa — No quiso darme el nombre, pero yo sospecho de "alguien" — su mirada acusadora me hacía sentir nervioso— Entonces le pregunté por qué... y ella dijo que fue porque vio algo que no debió de ver, un escenario prohibido a la oscuridad de la noche — Caronte comenzó a acercarse, lentamente, sin dejar de mirarme a los ojos — ¿Quieres que entré en detalles, Taehyung? ¿Quieres que te diga que fue lo que vio esa hermosa Ninfa? —

— Aléjate. No des ni un paso más —

— No tuviste compasión, ella pidió piedad, pero sus gritos ni sus lágrimas detuvieron tu ira — su expresión terriblemente enojada estaba a milímetros de mi rostro — La ahorcaste con tus manos, apretaste su delicado cuello con tus dedos. La mataste... ¡MATASTE A MI HIJA! —

Esa declaración me dejó desconcertado. No podía creer lo que me decía.

Por todos los dioses...

— ¿Y para qué? — continuó Caronte — para silenciarla y que nadie sepa sobre tu obsesión enferma por Jin — no podía estar pasando esto.

— ... yo no lo hice —

— ¡No mientas! ¡NO TE ATREVAS A NEGARLO! — sostuvo mi cabeza con fuerza enterrando sus uñas negras en mi piel — ¡¿Como pudiste?! ¡Era mi hija! ¡Mi hermosa hija! ¡No te importó su vida, solo querías ocultar la verdad! — en el forcejeo logré empujarlo y en consecuencia rasgó mis pómulos — ¡Pero esto no se quedará así! — gritó de espaldas encima de la madera del barco — ¡PAGARÁS POR LO QUE HICISTE! ¡Te llevaste lo más valioso que tenía, y yo haré lo mismo! ¡Lo juro por Hades! ¡Mataré a la persona que más quieres!—