Allá en el monte donde se celebraba la boda, una extraña y despreciada diosa se abría paso entre los mortales hasta lograr avanzar al medio del salón, al deshacerse de la manta que la cubría, todo mundo la reconoció.
Era la que rondaba siempre el campo de batalla y quien se deleitaba con el derramamiento de sangre de los guerreros. No la habían invitado al festín, lo cual la disgustó, y como venganza, llevó un regalo que lanzó en medio de la mesa donde yacían los Olímpicos.
"Para la más hermosa"
Hera, Afrodita y Atenea estaban dispuestas a coger la manzana, se miraron entre ellas, y de inmediato se creó un desacuerdo.
Por si no fuera suficiente para Eris, comenzó a plantar la discordia por donde sus pies pisaban, arruinando así, el matrimonio de la ninfa Tetis.
El dios y el soldado se hallaron frente a frente, no dejaban de verse a los ojos, no emitían palabra, únicamente se concentraban en ver a su adversario y prever sus movimientos. El hambre de ira y venganza proveniente de Ares parecía haber tomado posesión del cuerpo de Apolo, sus dientes apretados y su respiración agitada era igual a la de una de las bestias, hijos no deseados de Zeus, quienes solo tenían voluntad de seguir sus instintos asesinos.
Pues para él, que había soportado mucho, largos años reteniendo la naturaleza real del sentir por quien era sangre de su sangre, al fin el destino le presentaba una oportunidad que tanto anhelaba. El momento era perfecto, debajo de las sombras, sin ningún testigo a los alrededores, sin nadie quien pueda malograr su propósito.
Jungkook, de hecho, no quería entrar en batalla, no por temor, únicamente pretendía estar junto a Jin, como él mismo lo dijo, olvidándose de todos y dejando atrás el pasado, sin embargo a su hermano no le hacía gracia que esto fuese así, y al verlo dispuesto firmemente a luchar, no tuvo de otra que imitarlo. No estaba en su voluntad matarlo, pero si la fortuna era esa, él no era nadie para impedirlo.
- ¿Miedo?- se burló Apolo empuñando la espada en su mano.
- ¿Por qué lo tendría?- respondió Jungkook sin distraerse, se había desecho del arco y la flecha que en esos momentos no le eran de mucha utilidad si quería herir a su adversario - Los dioses son iguales a nosotros, su poder es gracias a nuestra devoción! Tú deberías ser quien tiene miedo-
El dios abrió los ojos con desconcierto - ¡Estás por debajo de mi! - vociferó sintiéndose ofendido sin darse cuenta del descuido que cometía- ¡Yo soy Apolo! El dios más importante después de Zeus!¡Me debes obediencia!-
Jungkook aprovechó el momento para arremeter primero con la expectativa de ser uno certero, pero el golpe rebotó debido a la rápida reacción del Dios imposibilitando una herida profunda, sin embargo el filo logró cortar la piel del brazo.
Jin se levantó del suelo reaccionando al instante del golpe - ¡Paren con esto!- pero sus palabras no fueron escuchadas - Apolo, Orion -
Taehyung miró de donde salía el hilo de sangre, rió divertido y se giró hacia el mortal - Nada mal.... nada mal, pero hace falta diez mil hombres para vencerme - sonrió y al momento alzó la diestra devolviendo el ataque.
- ¡NOOO! -
Jungkook recibió un golpe en el estomago que no logró anticipar y cayó de espalda contra la arena - Jin, llévate a Namjoon de aquí - dijo sosteniendo la espada contra la otra - No te preocupes por mi - empujó con suma fuerza haciendo retroceder al dios levantándose inmediatamente.
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Monte Olimpo || TaeJin-JinKook (TERMINADO)
FanfictionUna versión de la historia de Artemisa y Orion, un amor que pudo ser posible, si no fuera por los celos de su hermano Apolo.