11. ULTIMO CANTO

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Una fina lluvia comenzó a caer sobre la ciudad.


La sangre roja fue mezclándose con las gotas de agua que caían sobre la espalda de Jungkook mojando su cuerpo, penetrando la toga debajo de su armadura, para terminar golpeando contra la arena.


El soldado dio su ultimo suspiro antes de una muerte eterna, los griegos lo consideraban una muerte digna al haber alcanzado la virtud como un guerrero, Ares estaría orgulloso de él, sería bien recibido en el inframundo después de haber cruzado el río Aqueronte en compañía del barquero de Hades, finalizando así su camino por la vida, descansando eternamente. Muy lejos de Artemis.


Estos eran los pensamiento que rondaban la cabeza de Apolo mientras estaba en cuclillas frente al cuerpo del mortal, observándolo con atención.

La espada aún atravesaba su cuerpo y la punta de ésta apoyada en la arena soportaba su peso, las rodillas contra el suelo y la cabeza gacha, sus ojos cafés ya sin brillo, con una mirada vacía, sin alma, sin el constante palpitar en su pecho.


- ah...- suspiró el dios sintiendo las frías gotas bloqueando su vista -Si tan solo te hubieras mantenido alejado de nosotros continuarías con tu simple vida mortal, te lo advertí pero no me escuchaste - le hablaba como si éste fuera a responder aunque sabía que era imposible - cometiste un error... y entonces, sucede esto — sus ojos pasearon por la extensión de la espada — Es una pena que precisamente tú te hayas cruzado con Jin sellando tu futuro con una muerte temprana, porque de entre todos los mortales eres un ejemplar interesante, tengo que admitirlo, tienes pasión, una gran fuerza, tú, Jungkook, estabas destinado a la grandeza — desde el primer momento en que lo vio, sintió algo extraño en él, algo que lo hacía destacar de los demás, y sin embargo, ese algo era inexplicable, lamentablemente nunca pudo saber que era aquello que diferenciaba a Jungkook de los otros — Es una pena... pero, debes de entender que tu muerte era necesaria, no podía permitir que Jin se fuera contigo, Jin es mío, era y será mío, desde mucho antes que tú vinieras.... Aunque quizá tú destino era impulsar mis sentimientos — de otra manera, Apolo nunca se hubiera atrevido a hacer lo que había hecho — si ese es el caso, te perdono, perdono tus acciones, y tu inocencia por tener la idea de estar con un ser superior a ti—




Taehyung sacó dos monedas de oro del bolsillo y se las enseñó — el pago para el barquero — dijo, era un acto de compasión, llevó sus dedos hacia la boca del mortal y colocó las monedas debajo de la lengua, le juntó los labios y lo sostuvo del mentón para decirle con voz suave — Deseo que tú estadía en el Inframundo sea buena, espero que llegues a la Isla de los Bienaventurados — cualquiera que lo haya escuchado sabrían la falsedad en sus palabras, la hipocresía con las que las soltaba, sin embargo en ese lugar solo estaban ellos dos. Acercó su rostro hacia su oído, haciendo presión sobre la piel del mentón, y entre dientes escupió — aunque si por mí fuera mandaría tu maldita alma directo al Tártaro condenandola eternamente —


Se levantó de inmediato soltándolo con brusquedad, no tuvo reparo ni delicadeza cuando puso su mano sobre el mango de la espada y la sacó sin miramientos del cuerpo de Jungkook, haciendo que caiga como un saco pesado sobre la arena.


Apolo unicamente atinó a sonreír viéndolo por última vez, lanzó la espada a un lado y se marchó con pasos lentos y relajados, y cuando por fin atravesó las murallas de la ciudad, hizo brotar sus alas y se elevó con gran rapidez agitándolas con fuerza, juraba que a lo lejos podía escuchar los gritos de desesperación de los mortales, sin embargo, poco le interesaba su sufrimiento, en ese momento solo había una persona en su mente, un único pensamiento.

Monte Olimpo || TaeJin-JinKook  (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora