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Durante las semanas siguientes, he evitado a Andrw, no quiero volverme a ilusionar con él, no quiero que me haga más daño, no quiero que me rompa más el corazón. Aunque sé que lo que hice semanas atrás no fue correcto, ya que volví a despertar  muchos sentimientos por él que pensé que ya estaban borrados en mi vida, pero no, lo amo más que nunca, mas que antes y esto no puede seguir así, por mi bien, por su bien. 

Voy entrando a pediatría para hacer algunos exámenes, cuando me encuentro con Scott. Le sonrío he intento seguir mi camino, pero él me lo impide.

-Soph, podemos hablar.

-Claro, solo que ahora estoy algo ocupada.
Me abro paso y continúo. Pero él me alcanza.

-Solo... Quiero invitarte a salir, no más.
Me detengo. -Solo dime si o no y te dejaré en paz.

Y a este qué le hace pensar que voy a salir con él, el hecho de que sea mi jefe, no implica que deba decir si a todo lo que me proponga. Cierro los ojos, pero si le digo no, insistirá, no me dejará en paz ni me dejará hacer bien mi trabajo.

-Ok.
Sólo digo eso he intento continuar, pero de nuevo me detiene... En serio tengo prisa.

-Hoy a las 8?.

-Si.
Digo y por fin me deshago de su ahogante presencia.

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Me encuentro empacando todo para irme a casa, estoy muy cansada y he trabajado más de lo habitual. Miro el reloj, son casi las 7.30pm. suspiro, quito mi bata y en cuanto voy a salir entra Nicolás.

-Lista?.
Salto del susto.

-Joder, me has asustado.

-Lo siento.
Lo inspecciono, va todo vestido de negro, perfectamente peinado y más perfumado de lo habitual. Está muy guapo. -Soph, te he preguntado 3 veces que si estás lista?.

No..... La comida, la había olvidado.

-Lo siento, lo había olvidado, y no he ido a casa a cambiarme.
Excusa perfecta.

-No pasa nada, tú te ves bien con todo lo que te pongas.
Pongo los ojos en blanco. No tengo alternativa...

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Llegamos a un elegante restaurante, ahora me siento mal por como voy vestida. Pero a Scott parece no importarle, ya que posa su mano sobre mis caderas y antes de entrar me mira coquetamente a lo que yo respondo con una sonrisa.

Nos sentamos en una mesa que da directo a la calle, aunque es de noche, me gusta la vista. El mesero llega y deja las cartas, mientras Nicolás la mira detenidamente, yo me centro en la decoración del lugar.

No es cualquier lugar, sé que él solo hecho de sentarte en una de sus mesas cuesta un dineral. Su tonalidad es todo en tonos blancos y es bastante iluminado. Todo es perfecto.

-Soph, ya sabes que deseas ordenar?
Dice sacándome de mis pensamientos. Le hecho un vistazo rápido a la carta, pero en realidad no se me apetece nada.

-Algo sencillo.
Digo y cierro la carta.

-Cómo crees... A la señorita, tráigale lo mismo que yo he pedido.
El chico asciende y sé va. A continuación siento sus manos sobre las mías. -Sophie, te encuentras bien. Asciendo mientras apartó mis manos de las suyas.

-Si, solo estoy algo cansada.

-Quieres irte?. Lo siento debí dejar esta comida para otro día.

COINCIDIR?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora