Hoy, Jennie recibió un papel con una dirección, no sabíamos de qué era. En el otro lado del papel decía "yo te ayudaré".
Más tarde ella recibió una llamada. El número de teléfono que marcaba estaba oculto. Según dijo Jennie, la voz con la que habló estaba editada, ya que se escuchaba demasiado grave. Esta voz le dijo que debía ir a la dirección escrita en el papel dentro de esa semana, y que si quería podía llevar a alguien, pero sólo una persona, además de que prometía ayudarla a investigar sobre el misterio del caso de sus padres, que era lo que a Jennie le interesaba, pues sabía que nadie más podría decirlo, y confiar en aquella persona era su única esperanza.
Hablé con Jennie y traté de convencerla de que todo eso era una muy mala idea, probablemente se vería con una persona desconocida, o quizás alguien que ella ya conocía, pero no le deseaba ni un bien a Jennie.
- Puedo cuidarme sola, no necesito que mis padres se enteren - dijo ella
- ¡Jennie! ¡Puede ser peligroso!
- ¡No lo es! ¡Iré te guste o no! Este sábado, ¿vendrás conmigo?
- No iré Jennie, ni tú tampoco
Ella muy molesta me colgó el teléfono.
SÁBADO 28 DE MAYO
Llamé temprano a Jungkook para ver qué estaba haciendo Jennie, y me dijo que estaba a punto de salir. Yo me quedé preocupada, le dije que no saliera por su bien, así que inmediatamente la llamé.
- ¿En dónde estás?
- Voy saliendo de mi casa, sólo quiero salir de un lugar tan tóxico, llegó la policia hace un momento, quieren que investiguen quién se metió a la casa a pegar los periódicos del accidente de mis padres, en MI habitación, esto claramente fue algo que tenía como objetivo hacerme daño
- Pues adivina qué Jennie, ¡Estás yendo muy probablemente a la cueva de la persona que te está atormentando!
- Si no tienes que aportarme nada bueno con tus comentarios, por favor, ahorratelos y déjame salir tranquila
- ¡Jennie! Iré contigo...
- ¿Lo dices en verdad?
- Sí...
- Iré a tu casa en la limusina, luego nos vamos caminando y volvemos a tu casa de igual forma, no podemos arriesgarnos a que alguien sepa a dónde vamos
- Está bien... - colgué
Sabía que lo que Jennie estaba haciendo estaba mal, pero ella lo haría de una u otra forma, así que no la podía dejar sola.
La limusina de Jenn la dejó en la puerta de mi casa, ella esperó a que la limusina se fuera para entrar. Yo terminaba de arreglar mis cosas para bajar al primer piso y encontrarme con Jennie, y pude escuchar cómo mi madre y ella entablaban una conversación.
- Cuéntame más de ti, pequeña, a penas sé tu nombre, y ya, lo siento, a esta edad se me olvidó...
- Tranquila señora, no se preocupe, Kim Jennie, para lo que necesite
- ¡Ahí está! ¡Jennie! Lo había olvidado por completo, y... no sabía que eras de apellido Kim... Qué coinci... - cuando mi madre terminaría esa frase bajé
- Hola Jennie, bienvenida - saludé
- Gracias Jisoo - contestó ella - Ya... ¿estás lista para salir? - dijo disimulando su prisa
- Claro
Mi madre no nos preguntó dónde ibamos, simplemente nos dejó salir, se veía muy pensativa. Nos miró de pies a cabeza a ambas, como si nos comparara, e incluso Jennie le preguntó si le pasaba algo, pero ella dijo que no.
Como quisimos irnos caminando, nos demoramos una eternidad, cuando faltaba poco estaba oscureciendo.
Comenzaba a preocuparme, miraba a todos lados para ver si alguien se acercaba, y no había señales de nadie en absoluto, era un lugar muy apartado y solitario, casi no habían casas ni ningún tipo de construcción, al parecer se apróximaba un bosque o algún lugar de campo, muy natural, lleno de árboles y flora.
- Estamos cerca - dijo Jennie
- Eso espero, hemos caminado demasiado
- Lo sé, lo siento, no debiste venir
- No te dejaría sola, eres mi mejor amiga
- Gracias por eso... - Ella diría algo más, pero en el camino se podía divisar ya una casa - ¡Esa debe ser!
Jennie corrió y yo la seguí. Nos paramos en frente de una casa abandonada, con las plantas y césped sin cortar hace mucho tiempo. El sol se estaba terminando de esconder, lo que hacia que el miedo dentro de mí creciera cada vez más.
Jennie sacó una linterna de su mochila para que pudieramos entrar. Era una casa de tres pisos, bastante grande, la puerta principal, como era de esperarse, estaba gastada, suelta, por lo que pudimos entrar con facilidad.
La puerta daba al comedor de la casa, una mesa acompañada de nada más que tres sillas. Las paredes con un color desvanecido, tenían marcas de polvo, clavos, y en algunos casos hasta de cinta por marcos de fotografías que habían sacado.
- ¿Qué se supone que deberíamos encontrar aquí? - le pregunté a Jennie
- La verdad, no lo sé Jisoo, deberíamos encontrar algo, alguna pista, alguna persona, algo que me ayude a investigar sobre el caso de mis padres...
Podíamos seguir a la izquierda, que nos daba a la cocina, o a la derecha, en donde había un armario, una escalera, y una puerta.
- ¿Por dónde seguimos? - dije
- Vamos por la cocina, luego podremos subir y ver qué hay en esa habitación
Lo que menos quería era entrar por esa puerta, algo no me gustaba. Le hice caso a Jennie, y fuimos por la cocina. No encontramos nada extraño, sólo pudimos deducir que a pesar de ser una casa tan grande, era una familia pequeña, por la cantidad de todo lo que había. La cocina era grande, por lo que simplemente ocupaba demasiado espacio, y daba al patio de atrás de la casa.
Nos devolvimos al comedor, y lo primero que hicimos al llegar al lado derecho de este, fue revisar el armario. Estaba lleno de juguetes de niña pequeña, juguetes para no más de cinco años. Por lo que sabíamos hasta ahí, vivía una niña muy pequeña, y era de suponer que sus dos padres, esos serían los tres integrantes de aquella familia.
Era hora de subir al segundo y tercer piso, y luego, de ir a esa misteriosa habitación que me daba tan mala espina.
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El diario de mis 15 (Vsoo)
RomanceJisoo, una chica humilde, llega a una escuela para ricos, y así como ha ganado el amor de algunos, ha ganado el odio de otros, que han planeado desde mínimas cosas, hasta desastres para perjudicarla a ella y a su nueva amiga Jennie, la cosa es... ¿p...