Jisoo, una chica humilde, llega a una escuela para ricos, y así como ha ganado el amor de algunos, ha ganado el odio de otros, que han planeado desde mínimas cosas, hasta desastres para perjudicarla a ella y a su nueva amiga Jennie, la cosa es... ¿p...
Es raro, porque esta semana Tzuyu se vistió igual que antes, pero nadie le ponía atención. Momo y Nayeon la ignoraban y evitaban a toda costa. Tzuyu trataba de comportarse igual de líder que antes, pero seguía con la inseguridad del viernes pasado. Prácticamente los únicos que la tomábamos en cuenta eramos Tae, Jennie y yo, así que cuando podía, se juntaba con nosotros. Tzuyu podía haberse comportado muy mal con nosotros, e incluso a veces decía cosas de muy mala manera, y al darse cuenta pedía disculpas, pero no por eso seríamos malos con ella, la recibimos muy bien.
Lo que es mi hermana, ha estado muy bien. Su bulimia ha sido tratada, y ya veo cambios positivos en ella, me alegra mucho y a mi familia también. Mi hermano, padre y madre se han puesto a trabajar, ya que mi hermana no puede, y la han dejado que ya no trabaje ni estudie por un tiempo, pero no saben la verdad aún, que mi hermana perdió su trabajo por divertirse y no ha podido pagarse la universidad como todos pensaban, sino que ha estado vendiendo ropa en una feria.
Por otra parte, hoy me levanté muy tarde, eran las 3 P.M. Mi madre me hubiese matado si se encontrara en casa, pero no, había salido a comprar como es de costumbre los sábados, y cuando llegó, entró a la casa y se escuchaba cómo ella cuchicheaba con alguien más, una visita podría suponerse, pero no pensé que fuera importante, así que a penas desperté bajé en pijama y toda despeinada, para darme cuenta de que la visita era muy importante, y habría deseado como nunca desaparecer de aquella escena, ¡Quién habría pensado que Jungkook se encontraba abajo esperando!
- ¡Oh, Jisoo! ¡Qué es esto! ¡Niña, sube ahora y arréglate al menos! - Le hice caso a mi madre y me sonrojé como un tomate
Llegué a mi habitación y cerré la puerta de un gran golpe. Aunque me vistiera y arreglara bien, no podría bajar otra vez, la vergüenza que había pasado era infinita, Jungkook me vio, e iba a decirme algo, quizás saludarme, con lo caballeroso que es no le hubiese importado el que me encontrara en pijama, pero no lo dejé, y apenas fueron diez segundos los que estuve ahí, seguía culpándome por haber bajado como si nada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me arreglé como pude, y trataba de hacer un esfuerzo y bajar, pero seguía sin poder hacerlo, hasta que mi mamá gritó.
- ¡Jisoo! ¡Hija! ¿Qué haces tanto allá arriba?
- ¡Ya voy madre!
- ¡Jungkook te está esperando!
Se escuchó cómo Jungkook le dijo a mi madre con voz muy suave que no tenía prisa, pero ella siguió diciéndole que yo no podía atrasarlo porque quizás tenía cosas importantes que hacer, y además yo no tenía que acostumbrarme a dejar a los chicos esperando para lo que fuera.
Bajé y los ojos de Jungkook se posaron sobre mí inmediatamente.
- Buenas tardes, Jisoo... - dijo él, y mi madre me hizo señas sin que él se diera cuenta para que me acercara y saludara
- Buenas tardes, Jungkook, lamento mi demora, la verdad no tenía idea de que pudiera venir alguna visita, estoy muy avergonzada... - dije yo
- ¡Qué dices hija! - dijo mi madre interrumpiéndome - la única verdad es que ayer Jisoo se sentía muy mal, es por eso que le dije que hoy podría quedarse en cama hasta un poco más tarde, pero ella siempre madruga, es una señorita muy madura y responsable con sus horarios...
