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Día de la Fiesta parte 3

Diego había olvidado que ahora era una mujer de pies a cabeza pues el alcohol había segado el razonamiento de Adriana .

Diego actuaba libremente como cuando era hombre pero las enseñanzas de Paula hacían que sus actos sean completamente femeninos llamando cada vez mas la atención de los hombres causado discordias en parejas que se encontraban en el lugar. 

La candente pareja ahora era una luz inevitable que segaba a cualquier persona en un excitante baile que Paula disfrutaba hasta que cayó en cuenta la situación en la que estaba. En ese momento Paula sintió cierta incomodidad pero al mismo tiempo la curiosidad le ganaba y dejó que las cosas fluyan. 

En poco tiempo un hombre empresario de buen aspecto  se acercó a la extravagante pareja. 

- Hola linduras  - Habló el confiado chico 

- ¿Les gustaría mi compañía? 

- Aquí hay muchos hombres que no están a su nivel y están dispuestos a lo que sea.

- Se nota en su pobre mirada - sonreía confiado el chico. 

Diego ignoraba al chico, pues inconscientemente dentro de su ebriedad intentaba evitar contacto con los hombres debido a las recientes situaciones. Paula al contrario se sentía atrevida y con mucha curiosidad de experimentar algo nuevo con Adriana. 

- Hola guapo 

- Nos parece perfecta tu propuesta - Paula contestaba coquetamente. 

- ¿Como te llamas? - Pregunto Paula

- Manuel

Entre sonrisas Manuel comenzó a bailar con las dos chicas, Debido a la indiferencia de Adriana, el empresario comenzó a bailar con Paula . Diego naturalmente comenzó a sentir celos y entre intentos de alejar a Paula Adriana estaba frente a frente con el joven con los cuerpos completamente pegados. 

El hombre aprovechó el momento para bailar sensualmente con la chica mas sexy del lugar. Diego intentaba reaccionar pero al sentir el definido cuerpo del empresario rosando con sus pechos mientras una mano agarraba sus caderas,  una sensación de placer recorría su cuerpo la misma sensación que asustó a Diego regresandolo a la realidad.  

Por un instante Diego había olvidado que ahora era una chica y lo que sentía era algo diferente. En el nuevo escenario Diego sentía cierta atracción  por el joven  pero al mismo tiempo le asustaba su presencia.

Pasó un tiempo y Manuel dijo unas palabras que enfriaron completamente a Diego.

- ¿Les parece si vamos a un lugar mas cómodo? 

Adriana movía la cabeza tímidamente negándose a su propuesta mientras Paula aceptaba de manera coqueta. Manuel inmediatamente envió un mensaje en su celular mientras dirigía a las dos chicas a la puerta de salida. 

Diego sabía que no era buena idea pero un impulso de curiosidad y deseo mezclado con una nueva sensación de sumisión se dejaba llevar hacia la puerta. Paula miraba a Adriana con deseo y excitación ante la situación misma que Paula hubiera reconsiderado si Diego le contaba lo que estaba pasando con su cuerpo.   

Un automovil lujoso llego a la puerta y Manuel les invitó a subir abriendo la puerta de atrás. La sensación de silencio después de haber salido del club hacía que Diego escuche el sonido de sus tacones recordandole que aquel chico pudo haber sido el con dos sensuales mujeres. Recordandole que no tenía sentido lo que estaba haciendo pero la atracción que sentía por aquel chico ahora era completamente natural, una sensación que Diego no podía asimilar. 

El el vehículo la respiración de Adriana se comenzaba a agitar mientras Paula le tomaba de las manos diciéndole

- Tranquila 

- Confía en mi 

- Mi experiencia me dice que estamos en buenas manos

- La verdad pensé que te ibas a negar rotundamente 

- Me sorprende que no hagas nada al respecto, pareces una adolescente inocente. 

- Nada esta hecho todavía

- El hombre es muy respetuoso. Su fama lo preside. 

Diego regresó a ver a Paula con extrañes, pues nunca se hubiera imaginado hace algunos meses. 

- No te voy a obligar a nada 

- Si deseas, le diré que solo podrá ver

Diego con timidez asintió con la cabeza mientras Paula llamaba la atención de Manuel

- Mi amiga, no se siente cómoda con todo esto, pues nunca lo a hecho. 

- Quiere mantenerse así hasta el matrimonio - Paula regresaba a ver a Adriana con una sonrisa. 

- ¿Te parece si respetamos eso?

- Claro mis amores - Comentó Manuel

- Ustedes son las que mandan. 

- Yo solo miraré 

- Si ves - Le dijo Paula a Adriana

- Solo hay que hablar.

- Ahora tomate un whiskys para aliviar tus nervios. - Paula hablaba mientras llenaba a tope el vaso. 

Adriana miró a la ventana mientras tomaba intentando relajarse.