Swimming Pools.

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Un pelinegro tenía la mirada baja, su respiración estaba algo agitada e incrementaba aún más con cada paso que daba mientras se aferraba a las correas de su mochila.

Se dirigía hacia un lugar específico, más bien hacia una persona específica.

Fantaseaba con aquella persona todos los días desde que sus ojos captaron su presencia por primera vez. Era alguien sumamente hermoso, un ser perfecto sin dudas, al menos eso pensaba el menor.

Y bueno, después de tantos meses de vacilarlo y pensarlo muy bien había tomado una decisión, declarársele a esa persona que había robado su corazón. Dirán que es algo absurdo, pues aquella persona lo trataba demasiado mal, pero realmente no le importaba mucho y seguía tras de aquella como si fuese un perro.

Alzó la vista en cuanto escuchó aquella hermosa risa que cautivaban sus días. Ese cuerpo delgado, esa nariz fina, las hermosas y grandes pestañas, sus labios rosados acompañados de una sonrisa de dientes chuecos y sobre todo esos castaños mechones.

Tyler Robert Joseph, un hombre de ensueño.

El rizado tan sólo sonrió al verlo, le gustaba demasiado ese chico y con cada día su gusto incrementaba más, simplemente esperaba porque no saliera lastimado.

Se acercó al grupo de los deportistas donde se encontraba el castaño, pues pertenecía al equipo de basketball, de ahí su fama en el colegio ya que era el mejor jugador del equipo.

—E-Eh... —carraspeó ganándose las miradas burlonas de todos los deportistas. —T-Tyler... —el mencionado frunció el ceño. —¿P-Podría hablar contigo? —preguntó tembloroso.

—¿Qué quieres, William? —preguntó sin mucho interés.

—Bueno, yo...

—Seguro te suplicará si te la puede chupar. —dijo un ojiverde ganándose las risas de todos exceptuando al castaño y al rizado.

—Eres un idiota, Weekes. —dijo el castaño rodando los ojos. —Déjalo hablar, ¿que no estás viendo que está temblando?

—Uhm... —volvió a hablar. —Y-Yo... —se relamió sus labios para luego suspirar con fuerza. —T-Tyler... m-me...

—¿Qué?

—M-Me gustas.

El castaño abrió sus ojos con sorpresa abriendo su boca levemente, no se esperaba para nada aquello, nunca se le cruzó por la cabeza que el chico al cual siempre molestaba le dijera que le gustaba, ¿por qué? ¿Cómo es que alguien que te trata como si fueras la mismísima basura te gustaría?

Salió de su trance en cuanto escuchó las risas de sus compañeros, no merecían llamarlos amigos. Fue en ese momento en el que supo que no podía sentir lástima, no por alguien tan patético como Dun.

Soltó una risa amarga provocando que el de rizos frunciera su ceño con miedo, ¿le haría algo? Siempre que escuchaba su risa era porque le iba a hacer algo, y realmente nunca le importó hasta ahora.

—¿En serio, William? —siguió riendo. —¿Tan bajó tenías que caer? —arqueó una ceja. —¿Pensaste que te iba a corresponder?

—Y-Yo...

—¿En serio lo creíste? —rió nuevamente. —Por Dios, Dun. Aunque fuera gay no saldría contigo ni en un millón de años. —lo miró con desprecio. —Sólo mírate, eres tan... patético.

El rizado sintió sus ojos cristalizarse cuando escuchó las risas de los demás a su alrededor, ahora sería una burla simplemente por declarársele a la persona que había robado su estúpido corazón.

One-Shots || Joshler/Tysh ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora