El pasado de Lust

36 7 1
                                    


El universo en Underlust era bastante peculiar. A pesar de tener una temática muy sugerente, aquel universo no se consideraba malvado o lleno de odio. 

Al contrario la gente de aquel lugar era bastante amable. Bastante… amable al punto de hacerte caer a cualquiera en múltiples tentaciones si aquel era su objetivo.

No tenían tiempo de pelear entre ellos. Si los ciudadanos tenían sentimientos de celos y discusiones, dos hermanos en aquel lugar parecían solucionar cada problema que se presentaba.

Papyrus y Lust eran los hermanos favoritos de aquella ciudad. No solo por lo que eran, sino porque las fiestas que tenían eran las mejores. Conocían todo sobre sexo, trucos, juguetes. Y eran muy abiertos a que cada persona, monstruo o quien fuere, explorará su sexualidad. No juzgaban a quien quisiera aprender.

Nunca intentaron lastimar a nadie. Pero a ellos… se los repudiaba muchísimo. 

Ese día en particular Lust se encontraba preparando una fiesta nocturna junto a su amiga, una tierna coneja.

El cielo explotó abriendo un gran portal donde descendían miles de guardianes.

Entre ellos quien lideraba aquel ataque era Zephyr. El príncipe y gran guardián. 

Lust no se encontraba cerca de la entrada y trató de refugiar a todos camino a aquella explosión. Estaba muy preocupada por su hermano.

Cuando llegó a aquel punto, su hermano estaba gravemente herido y su amiga Undyne, la más fuerte de aquel lugar yacía muerta en el piso. Había intentado frenar a aquellos guardianes.

De todos los que se habían escondidos, a Zephyr le llamó la atención que Lust ahora frente a él, no tenga miedo de los miles de guardianes que estaban detrás. 

- Suelten a mi hermano!! Quienes son ustedes!?

- Mi nombre es Zephyr Comyet. Soy uno de los tantos guardianes universales. Este lugar está corrupto y venimos a hacernos cargo.

- Corrupto? Pero si no hacemos daño a nadie? 

- Tu representas a este lugar?

Lust miro a lo poco que quedaba desde que habían llegado aquellos extraños. Su hermano era lo que más le preocupaba.

- Si. Yo los represento, les pido que no avancen más.

- Bien. Vendrás conmigo a negociar y soltaremos a los demás. 

Lust fue llevada a una especie de campamento que habían hecho cerca de la entrada.

- Te escucho.

- Me gustaría hablar a solas con usted.

La voz de Lust sonaba dulce casi implorando piedad. Zephyr no sentía pensamientos negativos así que hizo seña a dos guardias que los dejaran solos.

Lust se acercó a Zephyr, emitiendo su perfume como su hermano le había enseñado.

- Por favor… gran guardián… retiren a sus tropas y dejen este lugar. Te lo suplico.

Aquel perfume era envolvente, dulce. Zephyr comenzó a sentirse algo raro.

- No puedo cumplir tal pedido, debemos buscar el balance en los universos…

Lust estaba muy cerca, tanto que Zephyr ya tenía sus manos en la cintura de aquella joven. Debido al top que ésta tenía, su cintura estaba expuesta. Su piel era suave al tacto.

- Quien eres? De verdad representas a todos en este lugar o me mentiste…

Tomo del mentón a Lust que lo miraba implorando aún.

- Tal vez lo hice… no quiero que lastimen a mi hermano ni a nadie en este lugar.

Por alguna razón Zephyr recordó lo protector que era con su hermano. Era algo que tenían en común.

- Tu eres la mayor, verdad? Con tu hermano. 

Aquella morada asintió. 

- Al primero que toque fue a tu hermano. Su cuerpo y vida conducen a corrupción igual que el resto. Si una fisura se presenta y ustedes salen…

Por qué comenzaba a sentirse algo débil. Sus ojos se detuvieron en la boca de Lust. Quería morder aquellos labios.

- Mi hermano ni nadie en este lugar les hará daño. Ni a ustedes ni a nadie. - las manos de Lust acariciaron un poco el pecho de Zephyr y aquella morada se acercó para rozar con sus labios el cuello del guardián. - dime que necesitas para hacerte cambiar de opinión y lo cumpliré… cumpliré todos tus deseos.

Zephyr comenzó a sentirse muy atraído por aquella morada. No pudo evitarlo, se acercó para besarla. No era virgen, había tenido parejas en el pasado. Pero Lust despertaba en él otro tipo de sentimiento. Era uno nuevo, que lo invitaba a explorar sin prejuicios lo que podía llegar a sentir.

Cuando Lust se acercó para besarlo, comenzó a explorar con su lengua invitando a la lengua de aquel guardián a unirse a ese magnífico beso. Zephyr soltó un pequeño gruñido de placer mientras Lust devoraba los labios de aquel pobre guardián. Cuando se separaron para respirar, el mayor quedó completamente embobado de aquel beso.

- No… esto es raro… que me estás haciendo.

- Proponiendo un nuevo trato… - los labios en su cuello eran irresistibles. 

Zephyr capturó un poco de cordura y apartó a Lust para salir de aquella carpa.

Lo que vio lo dejó asombrado…

La mayoría de los guardianes, al igual que él hace momentos, estaban a los besos y caricias con la mayoría de los ciudadanos de aquel universo.

Zephyr sintió mucha impotencia.

- Guardianes!! Esto es una trampa, no caigan ante tales encantos!!

Alzó sus manos al cielo emitiendo unas palabras y sus ojos se tornaron blancos. Una onda expansiva mágica muy poderosa barrió aquel universo. Los guardianes uno a uno iban recuperando la cordura.

- Si no hay quien negocie, nos iremos.  Enviaremos a todos a Darkness.

- Zeph! No podemos enviarlos a todos a Darkness, aquel mundo se destruirá por sí sólo. 

- Tienes razón.  Envía a los más fuertes a los portales. Que nada entre ni salga, hasta que decida qué hacer. Tal vez tengamos que destruirlo.

- Destruir!? - Lust aún se encontraba en aquella carpa. - No por favor no puedes hacer eso!! Mi familia… mis amigos.

- Déjanos solos Cross.

- Si Zeph.

Lust intentaba tomar de la ropa desesperado a aquel guardián y Zephyr la frenaba sosteniendo de sus hombros.

- Basta… cálmate. Aún no he decidido nada…

Zephyr podía con su magia saber si alguien mentía y aquella joven imploraba prometiendo cumplir todo lo que decía. 

- Haré lo que me pidas, nadie sabrá nada de esto. Por favor… por favor te lo pido tienes que escucharme.

- Esta bien, vendrás conmigo al palacio a negociar.

A aquel guardián le gustó por alguna razón ver la sonrisa de aquella morada y como agradecia.

- Aún no me has convencido de nada…

- Pero tengo tiempo. Es tiempo para mi universo. Sé que puedo hacerte cambiar de opinión.

Zephyr negó con la cabeza sonriendo por lo insiste que aquel ser era. Y además la llevaba al palacio porque quería volver a probar sus labios y sentir eso nuevo que había sentido.

Se sentía muy curioso al respecto...

Fragmentos [HorrorxLust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora