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Abrí mis ojos con algo de dificultad, me dolían, y podía asegurar que ya estaban hinchados, pero no tenía tiempo para seguir pensando en ello. Me levanté sin cuidado y fui a la cocina, empecé a preparar mi café, dejé que calentara el aguda y encendí la televisión, corrí las cortinas, dejando que el sol iluminara todo mi departamento.

Fui a mi habitación, en verdad Francis tenía un sueño muy pesado, seguía durmiendo allí como un bebé, me cambié de ropa a un vestido negro y una chaqueta de mezclilla. Fui por mi café y caminé hasta la pequeña sala, tomé un sorbo de café y lo dejé sobre una mesa donde tenía mis hilos y pinturas, busqué un papel y escribí en el.

Fui de nuevo a mi habitación, dejé el papel a un lado de la cama y acomodé la colcha. Terminé mi café, lavé la taza y me fui del departamento.

"Fui a trabajar, estaré aquí a las 16:00 hs.
Si no tienes nada que hacer hoy puedes quedarte aquí, dejé comida en el microondas.
Noah"


No había llegado ningún mensaje de Francis durante todo el día, en pocas palabras, para mi era una completa incógnita de si seguía en mi departamento o ya se había ido. Y realmente, el hecho que siguiera o no allí, era irrelevante para mi, pero no quisiera encontrarme con alguna sorpresa llegando a mi hogar.

Guardé mis cosas al llegar la hora de mi salida y partí rumbo a mi departamento, estaba algo ansiosa si me encontraba con Francis, caminé rápido para ir al elevador directamente y subir a mi piso. Empecé a tararear una canción mientras la escuchaba por mis audífonos, y me sentía nerviosa, sentía como mi interior se hacia un batido y...

Espera, no debería sentir esto, claramente que no, mierda. Apagué la música y empecé a concentrarme en que mierda me pasaba. Primero, no debería sentirme nerviosa o ansiosa solo por ver a Francis, él no es nada más que una persona con la que tengo sexo. Segundo... No, con mi primera idea basta, tampoco quería hacerme muchas ilusiones con que estará en el departamento.

Me paré frente a mi puerta, por una extraña razón tenía miedo, lo cual dejé pasar a través de mi espalda para sentarse bruscamente en mis hombros. Suspiré y abrí la puerta, la habitación estaba oscura, dejé mis llaves y entré, la televisión no emitía ninguna imagen, y por el pasillo no se mostraban señales de vida. Él claramente se había ido, y a mi, no debía importarme eso.

Fui a mi cama y me tiré en ella, saqué mi celular y empecé a responder un par de mensajes sin importancia. Pensé en llamar a Piper para pasar un rato junto a ella, pero no quería, prefería estar sola aquí. Dejé mi celular a un lado y simplemente me quedé observando el techo de mi habitación. Me sentía extraña aquí, me senté y me fijé en una chaqueta, no era mía, y no recuerdo que me hayan prestado una estos últimos días. Me acerqué a ella y la tomé, podría olerla como buen sabueso por si reconocía el perfume, pero con ver el modelo me fue suficiente.

Francis tenía un gusto tan particular, al inicio pensé que podría ser gay, o bisexual, quizás sea bisexual y no me he dado cuenta, o simplemente sea un hombre con buen gusto por la moda. La dejé sobre mi cama y fui a buscar algo para tomar, no me apetecía salir, pero tampoco estar sobria. Sabía que Piper no estaría ya que cada vez pasa más noches con aquella chica, y mi círculo se limitaba a salidas, solo Piper sabía dónde vivo, era lo mejor. Busqué entre mis cajones una botella de vodka, si, quería algo rápido. Empecé a beber como si fuese agua, omitiendo el ardor que generaba como llamas en mi interior.

A los minutos ya podía notar los primeros efectos, puse algo de música a un volumen no tan alto, pero si suficiente para seguir callando a mi mente. Dejé la botella sobre la repisa para empezar a ver todas las fotos que atesoraba, aquellos años en los que no vivía escondiéndome, en los que era yo, no tenía que aparentar una falsa identidad, ¿qué creen? ¿Qué hice pasarme por una tal Noah por gusto? No, ojalá hubiese sido así, sería todo muy fácil, mucho más fácil. Mi lágrimas caían a verla tan sonriente, sé que nunca podré volver a causar ese efecto en ella, ya no lo hace, hace años que no veo una sonrisa sincera de ella, solo falsas esperanzas que se derrumbaban a la par de su semblante serio.

Agarré la botella y di un sorbo más, caminé a mi cama, caer sobre las sábanas que abrigaron mi frío cuerpo. Escuché mi celular sonar, pero lo ignoré dejando que la otra persona se aburriese de llamarme. Me sentía asfixiada, me estiré para alcanzar la botella de vodka, pero me pillé de frente a la chaqueta de Francis que había dejado ahí, su aroma apareció como una clase de calmante para mi cuerpo, como si hubiese abierto mis vías respiratorias para dejar solo libertad a que su aroma siguiera impregnandose en mi. Lo acerqué a mi nariz, profundizando aún más mi respiración, dejando paso a que dominara cada célula mía, esperando recordar su aroma para siempre. Las imágenes de su torso, de sus labios, sus besos, mierda, todas sus sensaciones eras perfectas, el como me acercaba a él con sus brazos, como me tocaba, sus gemidos en mi oído, era una puta sensación. Quería tenerlo ya, lo necesitaba, pero no, debo ser más fuerte a esto.

Ni yo me lo creo, me siento como si hubiesen llamar por mis lados, mi respiración se hace difícil, me siento jadeante ante su aroma, como mil cosquillas se forman por mi abdomen. Y es que ebria, ya me da igual todo. Mi mano empieza a acariciar mi cuerpo, e intento imaginar que es él, solo me dejo llevar por todo lo que me produce, aunque sepa que en la mañana me dice que soy la estúpida número 1 por hacer esto.

Después de mucho tengo más tiempo e imaginación para seguir escribiendo. Y aunque sea corto, habrán más seguidos!

Espero que les guste, no olviden dejar su voto para apoyar esta historia!

CENSORED +18 | Robert Sheehan | Alissa LindbergDonde viven las historias. Descúbrelo ahora