Este tiene el ceño fruncido probablemente tratando de entender que está pasando. Gira su cabeza hacia la mesa donde se encuentran mis amigos y regresa nuevamente su mirada hacia a mí, mueve la cabeza señalando hacia esa dirección, yo asiento confirmándole lo que ha pasado.
Oregon se despega de mí y me observa un poco incómodo sin saber qué precisamente hacer.
Observo su mesa y me topo con 4 hombres y una sola mujer. Mi mente decidió no darle mucha importancia a la gran diferencia de cantidad de género que había, solo se enfocó en la aprobación de estos hacia la propuesta de mi hermanastro. Mientras analizo, veo la indiferencia que los chicos emanan ante la situación, por otro lado la chica mantiene una expresión de desagrado; no estoy segura si yo soy la causa de ello, o simplemente esa es la cara que le ofrece a la vida.
— Solo venía a...ya sabes. — asiente con la cabeza y extiende sus labios. Empiezo a dar pasos lentamente en dirección de mi mesa — Así que...
Finalmente, me giro completamente y regreso. Sam se encuentra comiendo como si nada hubiera pasado, probablemente pensando que no me di cuenta que me estaba observando, Liam le brota la curiosidad en el rostro por más de que quiera disimular, y Task, como era de esperarse, ya no está.
— ¿En donde estabas? — Sam alza los ojos un segundo dándome a entender lo desinteresada que está, pero yo la conozco lo suficiente como para saber que terminará sabiendo hasta lo que yo nunca podría conocer. Su truco simplemente no funciona conmigo.
— No disimules con nosotros lo entrometida que eres. — Discute Liam sabiendo la reacción de mi amiga. Esta, con una sonrisa, le pega en el brazo jugando.
— Cállate idiota.
— Decidí darle una oportunidad a Oregon.
—¿Y eso? — cuestiona Liam.
— Me lo propuso y no sé, solo acepté y ya.
— Aceptaste y ya, ¿huh? Así de simple — Sam entrecierra los ojos claramente sospechando mi acción.
— Así de simple.
Doy por terminada la conversación y le doy un mordisco a mi hamburguesa.
• • •
Ya habían pasado dos semanas desde la última vez que Task se sentó con nosotros, le había preguntado múltiples veces a Liam la razón de por qué el amargado ya no inundaba su mala energía en nuestra mesa; lo único claro que tenía es que la causante era yo. El pendejo solo supo repetirme "Todo está bien, no te preocupes", pero todos sabíamos que si todo estuviese bien, Task seguiría impregnando de tabaco nuestras narices; él seguiría comiendo con nosotros; él seguiría yéndose en la mitad de la nada; él seguiría burlándose de lo estúpidos que se ven Liam y Sam juntos; él seguiría mirando con desprecio todo a su al rededor mientras yo aprovecharía de su distracción para detallarlo y tratar de descifrar su odio hacia el mundo.
Tal vez no estaba enamorada de Task, nunca tuve razones para estarlo; pero nada negaba mi insaciable curiosidad e interés hacia él, después de todo, él era el típico chico que destruía por completo tus posibilidades de estar con él, o tal vez es el típico de chico que destruye para sí mismo todas las posibilidades de estar con alguien.
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El significado de lo que me rodea
RomanceNia se mantiene a margen de todo aquello que pueda causarle problemas de más, de lo único que no parece cansarse son de las palabras más raras y exóticas que podrías encontrar. Ahora, ella se ve envuelta en un mar de emociones a partir de haber conf...