Exponentia

Capítulo 8.- Maldición

Capítulo 8.-Maldición

Casi voy corriendo al aula de historia, definitivamente no es mi día. Desde el sábado que me reuní con Susan no me he sentido bien, las imágenes que vi se repiten una y otra vez en mi cabeza hasta el punto de no dejarme dormir, solo quisiera encontrarles una explicación.

Estoy a punto de llegar al aula y doy un respiro de alivio al ver un alumno de pie en la puerta, eso quiere decir que Haziel aun no llega, cuanto mas me acerco me doy cuenta de que quien está ahí es Derek, intento no hacer contacto visual con él, pero cuando llego se atraviesa poniéndose frente a mí.

—Recuerda que quedamos en ir a la biblioteca a hacer el estúpido trabajo de literatura — mantiene sus brazos cruzados en su pecho, es mucho más alto que yo por lo que tengo que levantar mi cara para verlo.

—Lo sé, no tienes por qué recordármelo todo el jodido tiempo — que no haya estado durmiendo bien solo hace sentirme irritada y no estoy como para tolerarlo cada que se le antoje.

—Uy, perdón. Yo solo me aseguraba que no lo olvidases — su gesto es burlón, por lo que solo ruedo los ojos y entro al salón.

Jacklyn ya se encuentra ahí, de hecho, ya todos están aquí a excepción de Haziel.

—¿Dónde estabas? — me pregunta Jacklyn cuando me siento a su lado.

—Me distraje en la clase de terminología.

Haziel finalmente entra al salón de clases y no tiene buen aspecto, bajo sus ojos hay grandes ojeras, su cabello es un desastre, lo dejó suelto y eso hace que caiga en los costados de su cara, es extraño que lo lleve así cuando de costumbre lo lleve recogido, aunque sea en una coleta desordenada.

—Vayamos al grano del tema del día de hoy, no tengo el tiempo ni las ganas de desperdiciar la clase en estupideces — pasa su mano derecha por su barba que esta mas crecida de lo usual. —Trevor, recuérdame cual es el tema del día de hoy.

—La historia de los Neuri que para mi sonó más como una maldición — mi compañero responde atrás de mi con su voz cansada como siempre.

—Al parecer de perdido uno si leyó la clase por anticipación — cierro los ojos reprendiéndome mentalmente porque se me olvido ese detalle de leer. — Como quedo claro en la clase pasada fueron cinco manadas las que surgieron, de esas solo tres siguen en la luz, con esto me refiero a que son las únicas que siguen regentes, según los Proóthisi aun existen, pero nadie sabe su ubicación, ni que familia es la alfa... nada. Es como si no existieran.

La clase se siente diferente, no es tan interactiva como siempre lo es con Haziel que es justo por eso que me gustaba, por la forma en la que cuenta las cosas, como hace preguntas a los alumnos para mantenernos al tanto, pero esta vez es diferente, muy diferente.

—Como ya saben, pero igual hay que recapitular, los Ischyrí es la manada de Derek, pero de esa manada el único sangre pura de las primeras manadas es su compañero — prosigue Haziel que esta vez ni siquiera se molesta en hacerle burla a Derek. —Los Skotádi, esa manada pertenece a mi familia, yo hace poco me gané el derecho de ser alfa, porque no solo me lo regalaron como mucha gente piensa, el ser alfa es algo por lo que se pelea y si eres digno lo ganas. Después están los Leuk, quienes no están muy lejos, el alfa es el señor Deligiannis.

>>Pero hablemos en esta clase sobre la desaparición de los Neuri y de como el amor no es tan color de rosa y siempre puede joderlo todo. Después de que la maldición fue activada, nuestros queridos antepasados licántropos descubrieron que nuestra mordida contagia la maldición a los humanos comunes. Pongamos un ejemplo, si yo siendo un alfa Skotádi muerdo a alguien le paso la maldición, pero no solo eso, ese nuevo licántropo estará atado a mi y me tomará como su alfa para siempre, ahora bien, si un lobo de mi manada contagia a alguien mas ese nuevo lobo, podrá o no estar atado a mi como su alfa, eso se da porque no fue mordido por alguien de sangre pura.