Hija de un demonio antiguo, con un grimorio de 5 hojas. Oculta de la vista humana, con el sueño de ser mago médico.
Su mayor ambición es matar a su padre para vengarse de todo lo que le arrebató, solo por ser genéticamente como él.
🍀Portada origin...
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Era su día libre, su madre llegó de trabajar a eso de las 6 de la tarde, y ni bien pasó por el lumbar de la puerta, llamó a Mia con una contentura enorme. Le contó que uno de los dueños de la repostería más importante del reino la invitó a formar parte de su equipo de trabajo.
Le explicó la gran oportunidad que significaba esa propuesta laborar y simplemente no pudo negarse. Mia felicitó a su madre, era un gran logro para ella también, parecía que la vida le sonreía cada día más y más y añoraba que esa racha de buena suerte no sé acabara.
—Estás un poco pensativa hija, ¿Te preocupa algo?.
—Nada importante.
—¿Segura?.
—Segurísima.
Había pasado dos semanas desde que vio a "Yuno" en su trabajo y no había podido sacarlo de su mente, no sabía si algo le molestaba o simplemente era la curiosidad de que "el" la reconociera.
—Tengo otra noticia más.
—¿A sí?
—Si quieres puedes dejar el trabajo del restaurante, o simplemente trabajar medio tiempo.
—Suponía que me dirías eso.
—Ya que no quisiste ser caballero mágico, conviértete en caballero médico. Hay mucha gente que necesita la ayuda de tu magia.
—No digas tonterías madre.
—No son tonterías. Eres muy buena tratando heridas, incluso profundas.
—Hay personas que lo hacen mejor.
—No lo dudo, pero si tú tuvieras los medios, lo harías muchísimo mejor.
—Mamá...
—No abandones tus sueños, ser hija de ese demonio no te impide ser alguien importante para el reino.
—¿Qué crees que pasaría si alguien ve mi verdadera forma?
—Dirían que te vez muy sexy.
—¡Mamá!
—Enserio hija, no creo que nadie se aterre por tú apariencia. No te vez aterradora.
—Lo dices porqué eres mi madre y por que estás impuesta a verme.
—A todos los que te conocen, alguna vez te han dicho que das miedo?
—No, y antes de que digas algo, no lo hacen por que me quieren.
—Mía por favor, creo que si el mundo conociera tu verdadera forma, las propuestas de matrimonio que te llegan aumentarían, te lo aseguro.
—Okok... creo que voy a dormir.
—Descansa diablita-chan.
—¡Mamá!
Tenía los cachetes súper rojos y sus orejas también, le avergonzaba que su madre le hablara con esa confianza, como si fuera su amiga. Ella pensaba que como madre debía ser un poco aterradora como las mamás de sus amigos.
