Los huesos del rencor

Capítulo siete: Crimen en la ciudad mercantil.

Holiwis otra ves, hoy hay dos capis porque en un principio iba a ser uno muy largo, pero luego pensé en que los usuarios de móvil se iban a morir un rato y he decidido partirlo en dos. Así tenéis un descasillo entremedias.

También, aviso de que en este  capi hay una escena donde sale un cadáver pero en plan mu'asqueroso. Así que pondré algo para avisar por si alguien le impactan estas cosas.

Y por último, aquí hay personajes que hablan en otro idioma diferente al nuestro, por tanto cuando estos personajes hablen en cursiva, es que están hablando en el idioma de Kigash. Si aún así os liaís me lo decís y lo pongo de otra manera para que se entienda mejor. (Ya veré cómo)

¡Gracias por leerme!

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En un campamento en algún lugar de Balik-ru, Roven Beltram hija bastarda del rey apuntaba a Damián con una espada larga. Había pillado al chico escondido en el establo, y había salido corriendo sin razón aparente, chocándose con diferentes objetos del campamento, llamando la atención de los soldados y caballeros colindantes. Roven salió corriendo detrás de él porque le pareció sospechoso y ahora había conseguido acorralarle. El intruso al verla dijo su nombre en voz alta. Por lo que pareció reconocerla.

-Yo misma, gracias por ahorrarme la presentación. Ahora, el que se tiene que identificar eres tú. Ves cantando, ¿Eres un espía del Marqués? Y si no ¿Qué hacías escondido en el establo?- Roven aumentó la presión que ejercía con la espada sobre el cuello de Damián.

El tono autoritario de la frase hizo que Damián se estremeciera, a pesar de no entenderla por el idioma, sentía la presión tanto de sus palabras como de su acero. Estaba aterrado, pero reunió el poco valor que tenía en aquel momento para responder.

-Y-y-yo no-no entiendo lo que dices, l-l-lo siento pero no entiendo vuestro idioma.- La voz le temblaba y de no ser porque abrazaba fuertemente la funda del violín con todas sus fuerzas su cuerpo hubiera temblado más que una gelatina.

Al escuchar a Damián la expresión de Roven cambió radicalmente. Pasó de tener una mirada intimidatoria y burlona a una expresión de sorpresa y curiosidad.

-Hablas Hispano, como Lex ¿De dónde has salido?- Damián se alivió enormemente de saber que había alguien a parte de Lex que le entendía en esta dimensión y que la agresividad de Roven había disminuido.

-Me entiendes, am em bueno pues soy amigo de Lex, íbamos juntos en un viaje y de repente nos separamos. Siéndote muy sincero, no sé dónde estoy ni cómo he acabado aquí.- Tuvo que mentir porque seguramente ella no tendría conocimiento de los viajes dimensionales de Lex.

La explicación no pareció convencer a la joven que volvió a ejercer presión con la espada, y volvió a adoptar una mirada intimidatoria.

- Primero, Lex no tiene amigos, nunca me ha hablado de ti. Segundo ¿Esperas que me trague que no sabes cómo has llegado al Fuerte Sciath? Estamos en la frontera entre a Kigash e Idaki, por tanto somos la línea de defensa del país y el centro del ataque enemigo. Llevamos meses aquí aguantando los ataques Marqués, no me fastidies.

Esto iba mal, a este paso Damián se veía en una celda o algo peor, debía pensar en una manera de convencer a esta chica de que conocía a Lex, al menos de eso, sólo así podría asegurarse de su supervivencia.

-Va-vale entiendo que no me creas, pero te aseguro que soy amigo de Lex, le conozco desde hace más de un año. ¿Quién te crees que le enseñó a hablar el "Hispano"? Que en realidad no es hispano, es español, pero a saber que te habrá dicho.

-Mmmmm, cierto es que Lex me contó que una persona le enseñó a hablar esta lengua, decía que provenía de un antiguo país llamado Hispania.

A Damián le sonó un click en la mente, claro, hispano venía de Hispania, el nombre que recibió península Ibérica al ser conquistada por los romanos, no era de extrañar que Lex usara una referencia histórica así viendo como devoraba documentales y libros históricos.