16.

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—Mateo—

Mientras con una mano tenía el celular, la otra mano no dejaba el tequila. Intento tomar un trago, pero al hacerlo se le escurrió el líquido por sus labios, manchando su camisa solamente.

-¡Ay, demonios!- se quejó haciendo un ligero puchero- Mi camisa se mancho.

-Si, por eso debes dejar de tomar.-agarre la botella y la puse detrás mío. Diego penas reaccionó y me miro desilusionado. Creo que esperaba que lo acompañara a tomar.

Apago su celular, guardándolo. De repente me dio miedo acerca de que podía hacer.

Y sin previo aviso, con su mano tomo mi mentón y se acerco posando sus labios contra los mios. Me empezó a besar lento,mientras yo procesaba todo.

Le corespondi igual de lento. Sus labios se movían de una manera diferente a como esperaba. No era brusco y no intentaba que mi lengua entrara en su boca, disfrutaba el momento.

Algo desesperado, lo acerque más a mi, mordí su labio inferior haciendo que soltara un quejido y que abriera un poco su boca. Tome el control y metí mi lengua en su boca.

Nos movíamos a un ritmo muy bueno, él me seguía mientras yo exploraban su pequeño boca que me parecía la más hermosa de todas.

El único sonido en la habitación era el de nosotros explorandonos, compartiendo nuestra saliva; mientras demosatrabamos sentimientos que nunca pensé que tendría. Cabe destacar que Diego no se encontraba en su mejor momento y tal vez mañana no lo recordara, pero yo si. Por ser este mi primer beso con un hombre.

Y posiblemente sea el primero de muchos, pero sólo serian con la misma persona

Minutos después, nos encontrábamos con falta de aire; se separó lentamente y le mordí el labio para que no dejara de besarme.

Me miro y pude ver un brillo único en sus ojos. Además de verlo con sus mejillas rojas, sus labios rojos y algo sudado. Trato de recobrar la respiración viéndome con una sonrisa.

Entonces se acercó de nuevo, pero no a besarme, se acercó a mi oído para decir con clara voz de borracho:

-Ya tengo mi botella.

Y se paro corriendo de mi.

Me sonroje por lo que había pasado, y accedido a hacer. Me recorrió una gran ola de vergüenza y sentí haber perdido dignidad.

Me levante rápido con la poca vergüenza que me quedaba y salí a buscarlo.

Estaba detrás del sillón de la sala tomando más y más tequila. A estas alturas ya tenia como la mitad y él parecía más ido.

Me acerque sigilosamente a él mientras vigilaba mis movimientos.

-No podrás atraparme-dijo alejándose de mí.

-Yo creo que si.- vi la distancia que nos separaba y vi que de tres zancadas lo podría alcanzar, si se quedaba donde estaba.- Pero quedate donde estas, te puedes hacer daño si sales corriendo.

-¡Y eso que!- empezó a gritar enojado-¡A nadie le importaría!!!

-A mí si-di una zancada estando mas cerca de él.

-¡Por supuesto que nO! ¡Lo dices para que este bien, pero no te impORTO!!!

-Si me importas, mira ven y dame la botella.

Di los otros dos pasos y llegue a su lado pero no contaba con que saliera llorando de nuevo a la cocina. Me quede ahí parado esperando a ya no oírlo correr y esperar a que se canse.

Pero no contaba con oírlo caerse.

Asustado de él y de mi, fui a él corriendo. Y lo vi en el suelo boca arriba, riéndose de si mismo. Suspire y me acerque a él.

-¿Como te caíste?

-Con la botella.-dijo entre risas-Pero creó que me lastime el pie.

-¿Cual?

-Este- seguía riéndose y levantó frente a mi su pie izquierdo.

Lo revise rápido descartando que se hubiera fracturado y lo catalice como una torcedura. A un lado de él se encontraba el tequila y todo el líquido se estaba cayendo al piso. Baje su pie con cuidado y le ofrecí mi mano para que se levantara.

Pero no vi que movió sus piernas y eso me desequilibro, tirándome a su costado derecho.

Caí y un dolor punzante me llego por todo el hombro izquierdo.

Al parecer esta noche seria toda una aventura con él aquí borracho y yo cuidándolo.

¿En qué terminaría todo?

Escandalo || matiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora