24.

846 78 6
                                    

—Mateo—

Volteo a ver a la persona que me hablo, y resulta ser la última a la que quiero ver.

-¿Qué pasa Mateo, crees ver un fantasma?

-Pues tu eres una plástica, lo que significa que eres artificios, para mi es lo mismo.

Volteo los ojos, con demasiada exasperación.

-Nunca cambias...

-Jamas lo haría por alguien.

-¿Qué no sea hombre? Porque me dicen que Diego...

-Por nadie, que te quede claro.

Un autobús llegó, y aunque no era el mio, me subí. Celeste me siguió. Habia unos asientos solos y me senté del lado del pasillo.

-¿Me dejas pasar?

-No.

-Entonces, no me culpes de nada.

Inspiro hondo y se paso delante de mi. Se que hizo con intención el restregar su trasero frente a mi.

Sera un viaje largo.

(...)

Después de media hora en compañía de la irritante de Celeste, el camión se lleno a tope. Estaba como sardina, ahí sentado. Ella empezó a parlotear, hablaba y hablaba sin que le preste atención.

Varias veces, intento que participara con ella, respondiendo preguntas que nada le interesaban. Al final se canso de ser ignorada e hizo la parada. Salio tal y como entro; restregando su trasero en mi cara.

(...)

El departamento parecía sin vida. Como si los colores se lo hubieran robado. Como si algo me faltara.

Y así es. Te falta Diego.

Por mucho que no quiera admitirlo, si me hacia falta. Estaba acostumbrado a estar solo, a hablar solo lo necesario; pero todo ha cambiado.

Él entro de golpe. Hubiera preferido que me golpeara ese día, a que me gritara y se fuera.

Seguiría viviendo si me hubiera golpeado, porque él seguiría conmigo.

Pero no es así.

Me grito y de fue sin darme explicaciones.

Estoy acostumbrado a dar tiempo de duelo. Seguramente ahora ya tiene todo aclarado. Tome mi teléfono y busque su contacto.

Si él no viene, tu ve. Aun si pareces obsesionado, pide respuestas.

(...)

Bueno, pensemos en un plan superhipermega fabuloso para que nos encontremos casual con Diego y le hablemos sin miedo cuando nos diga todo de lo que me acusa.

Es más fácil decirle: pegame hasta que te hartes.

No ayudas.

Estoy en mi casa. Es curioso como hasta hace poco, me encontraba haciendo diversas actividades sin tener tiempo de pensar en mi.

Pero ahora, estaba sobre el sofá de la sala viendo al techo, pensando en las mil y un razones de porque, según Diego, soy de lo peor.

En un principio, estaba decidido a no pensar en él. Pero me tope con pared cuando me di cuenta que era lo peor que podía hacerme; deduje que en cualquier forma que quiera dejar pasar el asunto y seguir, terminaba preguntándome si había dormido sus ocho horas.

Y lo peor fue darme cuenta que necesitó (con urgencia) saber eso y miles de cosas más.

En el pasado estaba al tanto de su vida (inconscientemente o no) y no me preocupaba tanto como ahora. Sabia de él por su padre..

-¡MIERDA SU PADRE!

Me levante rápido recordando que tenía empleo.

Todo por no decirle que lo amas.

CALLATE O TE CANCELO.


—Diego—

[Escuela.]

Cuando salí, me tope de frente a la Esmeralda esa.

-Oh, Diego...

-Oh, bruja.-sonríe burlona, como si no la hubiera insultado.

Tuve que detener mi camino para lo que sea que ella tenia que decirme.

-¿Vas tras Mateo?

Su pregunta me golpeo fuerte y me desestabilice por un momento.

-¿Qué Mateo qué?

-Entonces no sabes...

-¿Saber qué?-su tono no me gustaba para nada.

Su cara dice gritame todos los insultos que te sepas.

Hasta que me diga el qué conciencia.

-Que se fue con Celeste en el mismo bus, e iban muy empalagosos.

Me miraba esperando la reacción de todo novio.. ¡Digo! De cualquier amigo celoso. Pero no le daría esa satisfacción.

-Ah, eso... Me dijo que así la trataría por pena.

Su cara de asombro fue lo mejor que he visto.

-¿¡QUÉ QUÉ!?-grito a medio pasillo y los que pasaban se le quedaron viendo unos segundos para seguir sus caminos.

-¡Oye! No grites, y menos junto a mi.

Frunció el ceño y se fue enojada.

Te dije que le gritaras y le pegarás.

Bueno, otro día.

(...)

Mamá salio del departamento con mi tía Nora a no se dónde. Estaba viendo un capítulo de una serie que me perdí y no les preste atención.

Salieron y me dejaron comida para calentar. El cielo estaba nublado, con indicios de llover, pero increíblemente aun no caiga ni una gota. Estaba completamente cerrado todo y aun así sentía frio.

Al acabar el capitulo de "Marvel. Runaways" que estaba viendo, me entro hambre y tuve que ir al refri. Tuve un pequeño colapso al no saber que tupper tenia lo que mamá me había hecho.

Después de tomar unos cuantos y ver el contenido, encontré el que debía calentar, hasta atrás y escondido en un vote blanco.

Lo puse en una olla y empecé a calentarlo. Tocaron la puerta, desesperadamente y tuve que apagarle al fuego.

Fui a ver quién era, y al abrir la puerta, fue una sorpresa más que agregar a este día de "todos molesten y mientan a Diego".

-Tenemos que hablar-declaro entrando pasándome de largo.

Esto se pondrá intenso.


Escandalo || matiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora