26.

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—Mateo—

Me pare de donde estaba y fui corriendo a la oficina del señor Ortega. Pero como si la vida me odiara, al llegar lo primero que me dijo fue: "Ve con mi hijo y mi esposa, y ve si están bien o si les falta algo. Me preocupan."

Así que tuve que investigar donde se fue Diego y su mamá. No tarde mucho, tome de nuevo mis cosas y salí rumbo al hotel.

(...)

Justo cuando acabó de subir todos los pisos para llegar al piso dónde esta Diego, veo en la puerta a Carlota.

Me desconcerté por un minuto, debatiéndome si ir con él o no.

Me di cuenta que me quede a mitad del pasillo como tarado,y de milagro no me vieron; así que me hice aun lado y me recargue en la puerta.

-¿Qué necesitas?-pregunto Diego irritado.

-Hablar.-Carlota de oía tranquila.

-Tus perros falderos ya lo hicieron. No creo que tengas algo más que decir.

-Diego, no tenia pensado que algo así pasaría yo—yo..

La voz de Carlota disminuía y se oía ronca, se veía o que lloraba, o que lo haría.

-¿Por qué?-espeta Diego de la nada.

-¿Por qué, qué?

-¿Por qué mandarlos a ellos a resolver tus asuntos?

-Porque pensé que así me perdonarías más fácil.

Hubo un silencio lleno de preguntas sin realizar y acciones impulsivas.

Se qué esta mal oír lo que no me corresponde, pero en la naturaleza del mexicano esta el saber que sucede sin que las personas se enteren.

Eso es ser chismoso.

No, es saber información sin que las personas se enteren que sabes.

¿Entonces, qué es ser acosador?

Mirar de lejos, y vigilar que en sus fotos y publicaciones no le de like algún pervertido.

Por eso estas cómo estas.

Antes de que me pusiera a reclamar/insultarme a mi mismo, Carlota vuelve a hablar:

-¿Sabes? Tienes razón, no debí dejar que ellos hablaran contigo, pero ya estoy aquí para pedir perdón.

-¿Y eso a mi de qué me sirve?Mira, estaba dispuesto a oírte y tratar de entender tus razones, pero ahora que alguien más me las dijo, pienso que son estúpidas. No se cómo porque dejaste que dos personas resolvieran tus problemas, esa es una actitud realmente infantil. Pero si lo que quieres es repetirme lo mismo que Aris y Temo, mejor vete.-hablo firme Diego, y me lo imagine con una pose de poder, recargado en la puerta.

-Si, se qué fue infantil y todo pero créeme cuando digo que no lo dije porque no quería lastim...

Un fuerte trueno seco, detuvo su disculpa que parecía discurso de clausura: todo vacío, hecho por alguien más y aprendido de memoria.

-Mira, ya va a llover-dijo él como si no fuera obvio.-Vete ahora que puedes, y esperó te caigas en un charco de lodo, pero no te lastimes. Podre ser rencoroso, pero nunca pediría que te pase algo. Bye.

Se oyó un azotón de puerta y a alguien llorando más sonoramente.

Miré hacia mis lados, por si tenia que esconderme. Pero no paso y los pasos se oyeron al lado contrario del corredor dónde estaba.

Cuando ya no se oyó nada más, me fui yendo por dónde vine con cuidado de no ser descubierto.

Pero justo entonces, las luces se apagaron.

La lluvia parecía tornado y todas las personas que estaban en el edificio, salieron al corredor.

Me vi envuelto entre muchas personas y me sentí manoseado. Parecía metro Pantitlan en la mañana.

Gire en mi eje, buscando una salida, o luz. Había poca luz entrando de los cuartos abiertos.

Cuando giraba, me tope con un rostro conocido.

Tarde unos minutos en reconocer.

Me sentí nervioso e incómodo. Y también sentí la sangre ir a mi rostro. Pero me controle de inmediato.

Buscando fingir demencia, gire a otro lado.

Pero me tope con la cara de Diego. Desconcertado.

Y me plantee la idea de hacerme bolita dónde estaba, haciéndolo parecer un ataque de ansiedad.

¿Qué le hice a la vida?

Escandalo || matiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora