Desahogo

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—Gracias, nos vemos, cuidase, y disculpe me por no acompañarla— se despidió Yulio de la anciana desde la puerta de la entrada de forma monótona aun en un estado de shock

—no se preocupe, ahora tiene mucho que atender, y por favor cuida bien a la señora como les dije— se fue despidiendo la anciana mientras se iba alejando en camino al pueblo.

Una vez que la anciana estuvo a una distancia, Yulio entro a la mansión y caminando rígidamente al contrario de su estado de ingravidez sentido en su interior, se digirió a su habitación donde se encontraba rígida como una estatua y pálida como la nieve, mientras frotaba su vientre con mano derecha y lo miraba con unos ojos huecos.

—Katiuscria..., ¿estas bien?— Pregunto Yulio preocupado al observar el estado de su esposa.

—Ehh ¿si?, que paso— Dijo atontada Katiuscria volteando su mirada a Yulio saliendo un poco de su estupor.

—Yo..., bueno...

Empezó diciendo dudando y deprimiéndose Yulio al escuchar la desorientada respuesta de su esposa, ya que supuso que el estado desvalido de su esposa se debe al sufrimiento que debe estar pasando al tener un hijo en esta situación,luego de todo lo malo que le ocurrio y con alguien que probablemente aun no sienta nada.

—Dime... ¿que pasa?... — reitero lentamente Katiuscria, sacando ahora a Yulio de su estupor el cual suspirando y con algo de lastima y dolor dijo

—Solo preguntaba..., como te sientes

seguidamente ella empezó a responderle lentamente.

—Yo... bueno, supongo que estoy bien..., solo un poco impactada... —pero poco pero constante, su voz y emociones se iban despedazando y filtrando— ya, que... adentro... mio se esta formando... una vida..., pero supongo... que esto era de esperar..., ya que he estado cumpliendo mi deber... como esposa, si, creo... que este es... el resultado de mi diligencia, mis padres deberían estar orgullosos de mi por ser una buena noble, una pobre noble que lo perdió todo..., una noble..., que actuaba bien..., que trabajaba con diligencia..., que velaba por que se cumplirán las normas...,   pero..., pero..., por que...

—Katiuscria...? — dijo suave pero con temor Yulio viendo poco a poco e impotente, como su esposa se iba desmoronando y empezaba a llorar.

—Pero..., por que, paso esto..., yo... que hice mal, que hice para que me pasara esto, que hice para que me odiarás Querin

En este punto ya Katiuscria estaba llorando con dolor.

—Yo te quería mucho..., te acompañaba en tus locas aventuras, pero esa mujer... esa Litia, !esa perra¡ te alejo de mi, yo nunca la maltrate, yo nunca caería tan bajo..., yo solo la regañaba y le advertía de que se alejara tuyo y que se comportara con una buena dama , al igual que otras damas desvalida, pero... igual te fuisteis con ella..., y lo peor de todo..., es que aun pienso en ti Querin..., y, y , aquí estoy aun pensando en ti, y pensando en mis padres, por que...,  por que nos paso esto, por que, porque, porque tubieron que morir, porque nos paso esto, nosotros nunca hicimos nada deshonroso ni malo para el reino, eramos un poco... duros pero era por el bien del reino..., por que porque, porque no pude morir con ellos, y estar con ellos en el cielo, y no aquí, rebajada a nada..., enganchada con un inútil y feo hombre en este lugar de mierda con gente de mierda, intentando ser una buena noble por mis padres..,y ahora como resultado de esto ahora cargo con esta criatura que no se si odiarla, de este hombre y no de Querin..., porque..., porque me pasa esto a mi, dime Yulio, dime..., porque me paso todo esto... , porque sigues aquí.. , porque me salvaste..., porque....

Seguidamente sus palabras fueron ahogadas por sus incontrolables llantos de dolor y desesperación que solo se iban haciendo mas desgarradores conforme los segundos pasaban, por su parte Yulio, al presenciar tal triste y doloroso discurso, no pudo evitar entristecerse y sentirse mal por esto ya que parte de lo que dijo le recalco que el nunca estuvo dentro de su corazón, así como también el contagio de tristeza por su empatia por su amor hacia su amada, mas sin embargo este terco sentimiento, que lo impulso a seguir hasta ahora, el mismo que lo llevo a romper la barrera de su timidez y salvarla en aquel momento, ahora lo impulsa de nuevo a sabiendas del rechazo de su pareja hacia el, en dirigirse hacia a ella luego recobrar el impulso y renovar sus votos, y abrazarla con cariño mientras compartía sus lágrimas con ella mientras le recitaba algunas pobres palabras de consuelo.

—No se por que te culparon por actos que seguramente son falso..., pero..., pero..., lo que si se..., es que te salve por que te quiero, y te seguiré queriendo y estando contigo..., aunque no me quieras..., y no te preocupes , algún día de seguro, limpiaremos tu nombre.

Y mas frases motivadoras como estas así como llantos y tristes quejas, duraron mucho tiempo, hasta que las lagrimas se secaron, y el cansancio de las emociones y el trabajo los adopto, dejándolos en un suave sueño hasta la mitad del atardecer, que es cuando se despertaron casi al unisono, para luego Yulio decir:

—¿Te sientes mejor?

A lo cual su pareja simplemente asintió con la cabeza.

—Que bueno...— seguidamente Yulio miro a su alrededor dándose cuenta la hora según la oscuridad del ambiente, lo que lo condujo a continuar diciendo— Parece que ya tarde, voy a hacer la comida..., si quieres puedes seguir descansando.

Como la vez anterior , Katiuscria solo asintió con la cabeza como respuesta, dándole un poco de preocupación a su pareja la cual, sin forma de ayudar se dirigió a preparar la cena. Cosa que durante la mitad de la preparación, silenciosamente, apareció Katiuscria, sorprendiendo un poco a Yulio el cual dijo.

—Katiuscria, ¿todo bien?, si quieres puedes sentarte, mientras continuo.

—No gracias— dijo negándose  con la cabeza para luego continuar —Ven, voy a ayudarte, no pienses otras cosas, simplemente quiero distraer me.

Y Yulio sin muchos motivos de negarse, aprobó su ayuda, dando lugar a una preparación algo incomoda y solo algunas frases sobre la realización de la comida.

Una vez hecho la comida, ambos en el comedor se dispusieron a cenar.

—Katiuscria..., sobre lo que vamos a hacer ahora...—  Dijo tanteando Yulio evadiendo a decir directamente la condición de su esposa.

Katiuscria paro de comer al escuchar esto, miro un poco a su vientre para luego dirigir su ojos aun colorados a Yulio, se puso decir sin pensarlo mucho y sin ánimos para no caer de nuevo en la tristeza.

—No lo se, ahora no quiero pensar en esto..., ya veremos...

—De acuerdo...— accedió Yulio.

A continuación ambos siguieron comiendo sin mucho ánimos, para luego Yulio interrumpir el silencio diciendo.

—Sabes esta tarde, cuando fui a buscar a la anciana, llego un soldado del conde Monterio anunciando que el nos hará una visita pasado mañana

Comento Yulio recordando el acontecimiento de la tarde y diciéndolo para intentar buscar un tema ajeno a problema actual para luego continuar.

—Y mencionó que debemos estar preparados para recibirlo,  ¿que opinas?.

Luego de ese comentario, Katiuscria se puso la mano en la barbilla y se puso a pensar un rato, para seguidamente comentar.

—Es posible que el quiera algo de nosotros, aprovechando que viene de visita a la fortaleza, si tomamos en cuanta los que nos dijo el jefe del pueblo, el detalle seria que es lo que quiere, ummm podríamos aprovechar esta oportunidad para ver si nos deja entrar a la fortaleza, y investigar lo posible sobre el bosque y el veneno.

—Si..., es una buena idea— estuvo de acuerdo Yulio.

—Por su puesto que lo es, ahora el como haremos para que nos invite creo que ya veremos..., lo que si podemos hacer, es preparar el lugar para recibirlo y reforzar el hechizo ilusorio que lance , en tu area de experimente, para evitar que se de cuenta..., ya lo he dicho antes pero ese Conde trama algo, y mas con esas columnas que están alrededor del pueblo y que sus soldados no dejan acercarse a nadie, incluyéndonos

Continuo explicando Katiuscria el plan, haciéndole olvidar aunque sea un poco su tristeza , mejorando con esto un poco su estado de animo.

La tirana y el inadaptadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora