Epilogo

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Han pasado 4 meses de la ahora legendaria batalla y la plena primavera se cernía en el territorio de Desparamo, solo que esta vez luego de mas de 300 años, la vida otra vez esta dando frutos.

Al poder por fin solventar el problema de las toxinas, el agua del rió ahora pura, se esparció por todo el territorio, pudiendo otra vez dar a luz a una nueva vegetación, mas sin embargo esta por ahora solo surgió como en capos de agrícolas y pastos en los costados del rió y esto solo es debido la los esfuerzos de la población y sus gobernantes en reimplantar la vegetación ya que las toxinas habían matado todo rastro de vida en el territorio y faltarían muchos años luego para que todo el territorio, este cubierto de vida vegetal.

Por otro lado también hubo cambios fructíferos en el pueblo, los comerciantes una vez casi extintos, empezaron a llegar de nuevo al territorio, empezando a dar vida de nuevo al comercio en Desparamo, el hambre y la sed por fin fue apaciguada por los cultivos, pero aun había que mejorar los alimentos, la seguridad mejoro radicalmente bajo el poderío de Katiuscria y los 8 pilares fueron destruidos dando calma al la población, la cual ahora por fin puede sonreír ante un brillante futuro.

Pero así como la primavera trajo vegetación y reformas en el pueblo, también trajo una nueva vida.

Ya al medio día, Yulio ahora entonces, en plena forma y con un cuerpo escultural, se encontraba caminando de un lado para otro al frente de su habitación, escuchando como los desgarradores gritos de su esposa salían de el, así como algunas sirvientas que entraban y salían.

"Vamos Katiuscria, yo se que puedes lograrlo,  yo se que puedes, todo va salir bien, todo va salir bien".

Pensamientos como ese, circulaban furiosamente en la mente del pobre Yulio quien solo podía esperar en estos momento, hasta que de repente se escucho fuerte llanto de un bebe, paralizando su cuerpo y mente en el proceso, donde no fue sino hasta luego de un rato que una comadrona salio de la habitación y le dijo a Yulio.

—Felicidades nació sin problemas, ven pasa.

Entonces tomando las palabra de la vieja señora, Yulio entro con la mente en blanco a la habitación donde vio acostada en la cama a su adorable esposa toda sudada y pálida pero sonriente abrazando a una nueva vida, parandolo en seco ante la escena y fue la comadrona que lo saco de su estupor diciéndole.

—Felicidades es una bella princesa.

Seguido de escuchar su voz Yulio se acerco a su esposa e hija para apreciarlas mejor y dijo.

—¿Como estas?.

—Agotada..., como mas, pero feliz..., mira a esta pequeña.

Hablo Katiuscria mientras le enseñaba a su hija a su padre, fue entonces que Yulio se lleno de felicidad al ver tan adorable criatura, de ojos como zafiro como su madre y pelo marrón como su padre.

—Es preciosa.

—No estas enojado ¿por que no es varon?—dijo un poco deprimida Katiuscria, dando a notar que como nobles es importante un heredero varón y implicaba que había fallado en dar un varón.

—Que dices, eso no me importa para nada, solo me importan que están sanas y contentas.

—jajaja típico de ti, dime tienes algún nombre en mente para ella.

—Umm déjame pensar, ya se, que tal el nombre de tu madre.

Cuando dijo eso, Katiuscria abrió los ojos para luego derramar unas lagrimas y luego decir mientras miraba a su bebe.

—Si..., eso seria perfecto, así sera, te llamaras Catarina mi preciosa princesita.

 —Catarina entonces, Catarina Valirente.

—Oye.

—Si.

—¿Quieres cargarla?.

—¿Segura?.

—Uju.

—Bueno, ven con tu padre mi pequeña Catarina.

Fue entonces que Yulio con sumo cuidado, sostuvo a su hija sintiendo una felicidad indescriptible mientras la miraba, luego miro a su esposa, pero noto que ella lo estaba mirando de forma burlona

—Pareces embobado.

—Estoy de acuerdo, tráeme una silla por favor—ordeno Yulio a la comadrona.

Luego de traer la silla, se sentó con su hija al lado de su esposa a disfrutar el momento y a recordar todo lo que paso para llegar hasta aquí, de como un inadaptado y tímido noble de bajo rango salvo a una gran tirana, se caso con ella y a pesar de sus diferencias llegaron a quererse o al menos a tener plena confianza entre ellos, lucharon contra un villano y ahora hoy tuvieron una hija. Y no pudo evitar pensar, que aun había muchas experiencias agradables que están por venir y este es solo  el comienzo.

Y como dice Yulio esto solo es el comienzo, la linea de partida del gran linaje Valirente iniciado por una Tirana y un Inadaptado.



Fin

La tirana y el inadaptadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora