Insomnio

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Me desperté esperando encontrar a Jin-hyung en la cocina, pero cuando me quise dar cuenta aún era de noche, me acerqué a mirar el reloj del teléfono de la casa, apenas eran las 4 de la mañana y estaba despierto. Eran demasiadas las cosas que me rondaban por la cabeza; el día anterior los ensayos me salieron mal, le pisaba los pies a V-hyung cuando practicábamos DNA, desafiné cuando estaba cantando y casi quemo la cocina preparando ramen para el almuerzo. Estuve torpe ayer.

Me senté en el sofá y encendí el móvil, la luz de teléfono inundó toda la habitación y cerré la puerta con cuidado para no molestar a los hyungs, cuando me volví a sentar decidí encender la lámpara de pie que usaba Namjoon-hyung para leer; no sé que leía porque normalmente me situaba en esa esquina para jugar al Overwatch porque estaba más cerca del wifi y de los enchufes. Normalmente se sentaba a mi lado V-hyung que también se ponía a jugar a Overwatch conmigo desde mi ordenador portátil.

De repente, la puerta del salón se abrió y apagué la luz para que nadie me viese sufrir insomnio y se preocupase. Me costó acostumbrarme a la oscuridad y mi compañero de apartamento se acercó a la cocina, miró la hora y soltando un suspiro se sobresaltó casi tanto como yo lo hacía hace unos minutos, miré un poco mejor al "intruso de la oscuridad" y descubrí que era V-hyung... ¡Y se acercaba al sofá donde yo estaba!

—¡Mierda!— maldijo al chocarse con la mesita de té que hay junto al sofá. —Tengo que quitar esta mesa de aquí de una vez.

Tae estaba tan despistado y dolorido que no se dió cuenta de que yo estaba en el sofá y se tiró sobre él y cayó a mi lado, sé quedó quieto y me miró fijamente, no me pudo identificar porque salí corriendo del salón, entré en mi habitación cerrando la puerta con cuidado, agarré mi peluche de Winnie The Pooh y lo abracé con fuerza pensando "El hyung no puede descubrir que no duermo, sino se preocupará y tampoco dormirá" abracé fuertemente el peluche y me hice bolita en una esquina de mi cama.

Abrí los ojos y fui a consultar la hora en mi móvil, busqué en los bolsillos del pijama y entré en pánico, lo había dejado en el salón; "¡Si Tae-hyung lo encuentra sabrá que fui yo quien estaba ahí anoche!" Pensé alarmado, pero si salía y estaba allí también descubriría que estoy despierto y no me puedo arriesgar a eso si no sé qué hora es... Me armé de valor y abrí la puerta decido a buscar el móvil, si los hyungs lo encontraban por la mañana sería todavía peor y tendría que explicárselo a todos en vez de solo a Taetae.

Llegué al salón y la luz de la lámpara estaba encendida, había alguien en el sofá sosteniendo algo en la mano, me hice el loco y avancé a mirar la hora del teléfono como hice la primera vez; esta vez eran las 5 A.M. había dormido una hora, pero lo que me preocupaba era la silueta del sofá que parecía estar despierta. Cogí un zumo del frigorífico y me apoyé en la parece opuesta al sofá donde había estado hacía una hora; abrí la botella de zumo y le di un trago, miré a la silueta, era Taehyung-hyung, él también me miró y habló.

—Te has dejado el móvil.— dijo y lo dejó caer en la mesita auxiliar. —¿Qué hacías despierto a esa hora, Jungkook-a?

Le miré y obtuve una mirada perdida en respuesta, cerré la botellita que tenía en la mano y la dejé en la mesa cerca de Tae-hyung; le miré y me senté en el sofá contiguo.

—Creo que debería hacer la misma pregunta, ¿que hacías despierto, hyung?— le miré con sorna y agarré mi teléfono esperando una respuesta que no venía.

Taehyung agarró la botella de zumo de manzana y le dió un trago, me miró fríamente y puse los ojos en blanco.

—¿Te ha comido la lengua el gato? — reí irónicamente.

—No podía dormir y pensaba en tomar un picoteo para dormir mejor, ahora te toca responder.

Puso la botella casi vacía en la mesa y la hizo girar, increíblemente el tapón acabó mirando hacia mi. Sonreímos y le respondí exactamente lo que él había dicho, al fin y al cabo no era mentira.

—Tendrías que irte a dormir, hoy no has estado muy atinado y mañana no quiero que se repita.— concluyó mientras se levantaba.

Le miré realmente mal, la ira y la desesperación me llenaban, los fallos que había cometido hoy me habían estado atormentado todo el día.

—¿Y qué si se me rasga la voz?¡Tú no eres mejor que yo solo porque no te equivocas!— dije elevando la voz. —Los ensayos me han salido mal hoy y ya está, no te metas en ello; ¡si de verdad eres amigo no lo critiques!

Taehyung me miró asombrado y me tapó la boca, yo volví a hablar, esta vez con la voz rota.

—¿Tenías que recalcar que fallé hoy?— dije con los ojos cristalizados.

—No levantes la voz, ellos siguen dormidos— me soltó y señaló el pasillo. —Ve a dormir, ahora.

Le miré, agaché la cabeza y me marché; antes de que me fuera susurró algo, casi no pude oírlo, estaba enfadado y no quería preguntarle qué había dicho.

—Perdona eso, Kookie.— susurró Taehyung, yo no me enteré de ello, pero estaba seguro de que lo había dicho.

Entré en mi habitación y cerré la puerta, agarré a mí peluche y lo abracé más fuerte que nunca, abrí la ventana y dejé que la fría brisa de Seúl me enfriara la cara. Después me dejé caer en la cama, escuché la puerta de la habitación de Hobi, Jimin y V cerrarse, pero ya me estaba quedando dormido y no hice mucho caso.

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Subiré un capítulo semanal de esta nueva historia, no sé cuántos capítulos sean. Disfrutad ~

 Disfrutad ~

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El precio de sus labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora