Mi nombre es Jeon Jungkook, soy parte de un grupo de idols mundialmente conocidos por el nombre de BTS. Nuestra vida es más difícil de lo que la gente piensa, tenemos problemas y también estamos tristes. Un día después de un ensayo ocurrió algo que...
—¡Que te calles, J-Hope!— gritaba Tae. —No solo has hecho que Suni le sea infiel a Jimin, ¡sino que también crees que puedes jugar con Suga!
Yonsuni se acercaba por el pasillo llorando y yo solo le vi y entré en cólera.
—Te dije que te fueras, ¡puta! ¡No puedes venir a mí casa y follar con todo lo que se mueva!— grité fuera de mí.
Todos me miraron sorprendidos y yo solo fui a abrazar a Jimin y a Suga, será...
—Te lo juro Tae, no es lo que parece. Yo siempre estuve enamorado de Suga y nosotros estábamos borrachos, no había nadie en casa y Suni se me lanzó.
Tae estaba furioso por lo que escuchaba, quería matarnos, se veía en su mirada.
—¿Pero...?
Hobi empezó a llorar, tenía la marca de la mano de Tae en su mejilla derecha y Tae estaba rojo de ira.
—¡Vete!— gritó Namjoon.
Tae se sorprendió ante el comentario del líder.
—¡He dicho que te vayas!— repitió señalando la puerta. —Esta familia solo da problemas.— susurró.
Tae asintió y se fue sin mirar atrás, sin sus llaves, solo se marchó.
Yo estaba abrazando a los chicos que estaban llorando, ¿como podían ser tan frágiles? Podía romperlos con el simple y suave toque de mi mano, simplemente no quería.
—Chicos, tenéis que aclarar las cosas entre los tres.— dije ocultando los sentimientos de mi estremecido corazón. —Habladlo juntos, así llegaréis a un acuerdo.
Se levantaron y fueron a la terraza, agarré la mano de Hobi y le sonreí.
—Tranquilo, te perdonarán, eres su amigo, ¿no?— dije con calidez.
Cuando los tres desaparecieron en la terraza me hice bolita y recordé que están con Jin y Namjoon, me levanté y me fui a mí habitación, cerré la puerta con llave y me tumbé en el suelo.
—1... 2... 3...— duérmete estúpido.
Me levanté y abrí la ventana, me metí en la cama y empecé a llorar. ¿Por qué siempre es lo mismo? Él es borde y yo lloro aunque no tenga que ver conmigo. Mis ojos empiezan a estar vidriosos y empiezo a tararear The truth untold. Llego a la parte en la que V falló y solo puedo empezar a llorar, creo que me estoy volviendo loco.
—Dile a la Luna que si no estoy, que no me busque que no volveré. Dile al Sol que no me haga despertar, que no lo quiero hacer más. Estrellas guienme en el cielo, quiero seguir al firmamento.— suspiré, qué mierdas se me ocurren ahora. En un susurro seguí hablándole al vacío, a mí corazón. —Quiero llorar, morir y no sentir. Que mi pecho esté vacío; no sentir mi corazón latir y que mis pulmones no cojan aire. Que mis ojos dejen de ver, que mis labios dejen de sentir. Que mi nariz no vuelva a olfatear su colonia, que mis oídos no puedan volver a oírle. Simplemente, desaparecer, no ser nada y no existir, vivir o no estar vivo en el vacío absolut...— alguien tira la puerta abajo.
—¿Jungkook?
—Oh gracias, siempre quise no tener puerta...— le dije a Namjoon con los ojos rojos.
Me abrazó y sentí calidez otra vez, Namjoon era tan reconfortante...
—¿Cómo lo llevan los otros tres?
Él negó serio y volvió a abrazarme.
—Ahora solo importas tú.— me susurró al oído.
Jin nos miraba desde la puerta y creí oírle sollozae, ¿se había derrumbado esta familia? ¿Ya no quedaba nada? Me deshice de Namjoon y agarré mi maleta. La empecé a llenar con mi ropa y antes que dijeran nada hablé.
—Volveré a Busan, mi familia se ha derrumbado, gracias por cuidarme.— empecé a llorar de nuevo. —Sois los padres que me hacían faltan, pero mis hermanos ya no son lo que eran.— salí de la habitación y suspiré. —Dejo Bangtan.
Los chicos se sorprendieron y replicaron, pero no me detuvieron, sabían que en el fondo tenían que aceptar mi elección.
Salí de la casa rápidamente, bajando los escalones de dos en dos llorando. Nada podía detenerme ahora, solo podía llorar y volver con mi hermano.
—Cuando las cosas eran difíciles y estaba cansando de vivir y nada iba de la forma en que quería. Cuando ni siquiera había visto a mí familia e incluso no me quería a mí mismo. En este mundo en donde uno debe tener más para conseguir el amor. All of my life, you are all of my life.— cantaba mientras me iba en dirección al tren. —Cuando me miro, me doy cuenta de que cambié mucho después de conocerte. Comencé a tener sueños y también quería volver tus sueños realidad; pero para hacer eso tenía que subir más alto. Tenía que tener más cosas pero, justo cuando lo tuve todo... Mis sueños se hicieron más grandes que mi amor. All of my life, cuando estuve luchando. You are all of my life, me llenaste. Traté de llenarme con otras cosas. All of my life, you are all my life. Pero no pude hacerlo.— terminé de cantar.
Gracias a Dios, la estación de tren estaba cerca de casa. Cogí la línea 2 que me dejaba cerca del aeropuerto puerto, miré y tenía muchos mensajes.
Cara caballo Dónde estás Maknae? Oye Kookie Maknae Responde Por favor Iremos a buscarte Jungkooooook 😫😫
Yoongi 🐱 Enano, responde Tus hyungs están preocupados Vuelve a casa Oye Te vas a cagar cuando vuelvas! Castigado sin Overwatch
Chimchim Maknae, Jimin-hyung está preocupado No me hagas esto Maknae Kookieee
RapMon Maknae, buena suerte en tu viaje Cálmate y vuelve 🤗 Hasta pronto Jungkook-ah
Leí los mensajes de RM y le cambié el nombre de contacto.
RapMon ha cambiado a RM
Handsome Maknae Te he comprado batido de plátano Volverás... Cierto?? 😭😭
Todos estaban preocupados, pero ya había decidido que iba ha hacer. Miré el móvil y no había ni un solo mensaje de Tae, ¿debería estar enfadado o triste?¿Cómo estaba él?
Taetae💜 Buenas noches, bebé.
Hoy
Yo Tae, he dejado el grupo Díselo a los chicos Tannie no tiene comida Mi portátil está en mi cómoda Cuídalos por mí
No hubo respuesta y llegué al aeropuerto. Me saqué una foto, la última foto en Seúl. Suspiré y sonreí triste y amargamente, tecleé el número de mí hermano.
—¿Qué le ocurre al dulce conejito?— contestó casi inmediatamente.
—¿Hay alguna habitación libre en casa?
—La tuya, ¿por qué si se puede saber?
—Nos vemos en unas horas.— colgué la llamada y pedí un boleto para ir a Busan.
Me acerqué a las escaleras para subir al avión y suspiré, algunas lágrimas empezaron a caer por mi rostro.
—Hasta siempre, Seúl.
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