Suni se marcha

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Apenas llegábamos a la calle donde está nuestro piso recibí una llamada de Yoongi.

—Alo? Es Jungkook y Taehyung, ya volvemos.

Apenas nos escuchó colgó y ambos nos pusimos a reír. Taehyung se me quedó mirando con cara de tonto y me puse rojo, le sonreí y tuve que soltar su mano para abrir la puerta de casa.

Cuando estábamos en casa los chicos nos recibieron y Suni estaba vestida esperando con una maleta en la mano.

—¿La tita quiere que vuelvas a casa ya?— preguntó Tae decepcionado.

Suni suspiró y asintió, Jimin le abrazó y le dió un largo beso en los labios. Después de un abrazo que querían que fuera infinito Suni estaba con los ojos vidriosos y Jimin se estaba mordiendo el labio para no llorar.

—Venga tortolitos, hay que separarse.— dije yo en un suspiro.

Asintieron y todos acompañamos a Suni a que esperara al taxi, le despedimos con un "Hasta pronto, nena" y subimos a casa. Jimin estaba decaído y Tae le intentaba animar.

—No quiero quitar el colchón inflable, ¿Hobi te quedas otra noche?— Tae me miró fijamente pero cuando rechazó mi invitación le vi más relajado.

Suspiré y negué con la cabeza, no quiero quitar el colchón y no me gusta que esté en medio si no se va a usar.

—Venga, de los 3 que compartís habitación, vamos a dormir dos y dos, ¿no?— Jimin y V se miraron. Pareciera que estaban discutiendo algo con la mirada y entonces Jimin dió un paso adelante, estaba decepcionado pero lo disimulé.

—Yo necesito consejos de alguien mayor así que estaré con Hobi en mi habitación.— añadió Jiminnie.

Yo asentí y agarré a Tae para qué fuera a ponerse su pijama y yo me puse el mío, Tannie me persiguió hasta la habitación y se subió a mí cama.

—Ay, ¿qué vamos a hacer contigo, Tannie?— dice Tae desde la puerta, está apoyado en el marco de una forma muy femenina y no dudo en echarme a reír.

Tae cierra la puerta y se acerca a mí, me empieza a besar y ambos caemos sobre el colchón inflable fundidos en un beso. Apenas nos separamos volvemos a besarnos, son besos llenos de pasión y de deseo, por un segundo nos olvidamos del mundo hasta que alguien llama a la puerta, apenas nos separamos y abren la puerta.

—Jungkookie, Hobi te llama.— Suga sin mirarnos cierra la puerta y se va.

—Que susto por Dios.— Tae se toca el pecho y agarra mi mano para que noté como le palpita el corazón. Después, nos damos un pico y me voy de la habitación.

Hobi me esperaba en la cocina con un vaso de agua y una pastilla, los zarandea delante de mí casa y me las tomo.

—Te las tienes que tomar todas las noches, sino recaerás.— asiento y me voy a la habitación. —Buenas noches, dormid bien.

Cuando vuelvo a la habitación Tae está abrazado a mí almohada y usando la suya en la cabeza, sonrió y le toco el hombro.

—Tae, mi almohada por favor.— me mira y sonríe, pero niega con la cabeza.

—Si la quieres tienes que dejarme que te abrace mientras duermo, es una costumbre.— le miro y sonrió.

—Si nos pillan te echaré la culpa.

Me tumbo en mi cama, agarro mi almohada y me tumbo de espalda a la pared para que V se ponga detrás. Este por su parte, se tumba detrás de mí muy pegado y hace que sonría.

—Oye, una cosa.— me giré y le miré a los ojos. —¿Desde cuándo sabes lo que eres?

Me mira a los ojos y con una sonrisa encoge los hombros.

El precio de sus labiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora