Ex Roomie, Ex First Love. ➳Jungkook

019 Penultimo

—¿Donde estoy? —Dije mientras abría mis ojos muy lentamente. —¿Qué sucedió? —Un fuerte dolor invadió mi cabeza provocando que llegaran ciertos recuerdos borrosos de Jungkook y esa enfermera puta, ella, ella me golpeó.

Y por último recordé como ella golpeó fuertemente mi cabeza con un bate.

—Hola primor. —Escuche una voz que provenía frente a mi, era la silueta de un hombre acercándose, trate de ponerme de pie pero fue inevitable, el dolor de mi cabeza y el amarre que tenía en mis brazos y pies me era imposible.

—¿Quién eres tu? —Aquel sujeto traía un bate, mientras más se acercaba más comenzaba a distinguirlo.

—¿Qué ocurre MiHan? ¿Acaso no me recuerdas? —Aquel sujeto soltó una carcajada, esa risa.
—¿NamJoon? —El me sonrió y asintió con la cabeza se colocó frente a mi y apretó mis mejillas con una sola mano.

—Por fin eres mía, solo mía. —El miro mis labios, apretó más fuerte mis mejillas y comenzó a besarme, el peor beso de mi vida, el comenzó desesperado, el quería que le correspondiera el beso, sin embargo no lo hice y opté por morderlo, lo más fuerte que pude, el se quejó y se alejo de mi, tenía sangre en el labio demasiado asqueroso. —Eres una perra.

—Déjame ir NamJoon. —Rogué. —Yo nunca te hice nada, te lo imploró quiero volver con Jungkook por favor, esa enfermera es mala ¿entiendes?

—Ji Eun, mi enfermera falsa. —Mi ceño se frunció. —Ella es una perra mal agradecida como tu, pero no la culpó, ambas tienen un maldito gusto espantoso por un maldito perro como ustedes. —NamJoon miró el reloj que tenía en su muñeca.— Probablemente en estos momentos esa perra debe de estar consolando a Jungkook por tu partida repentina junto con una carta que tu hiciste. —Me sonrió.

—Eres un maldito, ¡déjame ir! —Grité con desesperación.

—¡Cállate! tu nunca volverás a ver a Jungkook ¿escuchaste?

Y sin más comencé a sollozar, escuche que NamJoon tomó de nuevo el bate de beisbol y lo alzó en el aire.

—Despídete de Jungkook.

Por último golpeó lo más fuerte que pudo el bate contra mi cráneo acción que inmediatamente me dejo inconsistente, lo último que vi en mi mente fue la sonrisa de Jungkook.

[][]

—¡Vamos joven Jeon! aun es joven no puedo creer que un chico de 23 años lloré por una chica de 21 años, tiene una vida por delante y con gusto lo acompañare hasta que me lo pida.

—Yo solo quiero a una persona en mi vida ¿acaso no lo entiendes? Invertí cuatro años de mi vida en ella y así me paga.

—Jungkoko ya dimos avisó la las autoridades, Jin está dando avisó a las autoridades de Seúl si es que la ven. —Habló Han desde la puerta de mi habitación.

En estos momentos no me comprendía nadie, MiHan dejo una carta despidiéndose es más que obvio que se fue por su propia cuenta, nadie la obligo ella decidió renunciar a nuestro amor.

—Ella se fue por quiso. —Le aventé la carta a Han y comenzó a leerla. —Ahora déjenme solo, solo eso quiero.

—Pero joven...

—Dije que salieran. —Grité.

Ambos hicieron caso omiso y salieron Ji Eun mi enfermera dejo un beso en mi mejilla cerca de los labios.

—Si necesita algo, no dude en decírmelo, estaré siempre para usted.

Ella salió y cerró la puerta, me solté a llorar el dolor que sentía en mi abdomen se hizo presenté, sentía que me llevaba la mierda, quería morirme jamás me había sentido tan solo en está vida, jamás me había sentido d esa manera, jamás había llorado por alguien, jamás necesite tanto a alguien.

—¿Por qué carajos te fuiste así? —Y sí, recordé la pelea de anoche y al parecer ya me lo había dicho indirectamente.

''Ni tu, ni yo estamos listos para una responsabilidad como un hijo, en este caso dos y no te preocupes, si sigues así me voy a ir y no de Busan, me voy a ir de tu vida''.

—Se fue, está bien. —limpié mis lágrimas. —Eres una odiaosa, eres una maldita niña mocosa de 18 años Park Mi Han. —Recordé a aquella MiHan, a aquella Roomie que tuve. —Te entregué todo de mi y tu me pagaste mal.

Comencé a llorar una vez más, busque el anillo de compromiso que le iba a dar la noche anterior y lo tire a la basura.
—No sabes cuantas ganas tengo de odiarte, pero no puedo odiar aun ser tan hermoso como tú.