La princesa Kate Holbein, una chica valiente, peligrosa pero muy orgullosa y enojona. Esta chica con un futuro peligroso, con más de mil personas que desean su muerte.
Dos chicos que estarán dispuestos a dar la vida por aquella chica que a pesar de...
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Al recibir aquella noticia estaba un poco enojada pero por el hecho de que tomó aquella tan importante decisión sin consultarme a mi primero ya que en parte me gusta la idea de salir de este castillo que ya conocía como la palma de mi mano y no soportaba estar más tiempo aquí ya que desde que mi madre la reina murió mi padre el rey y líder se a vuelto muy sobre protector conmigo por miedo a perderme o simplemente no quiere quedar sin sucesor, si como escucharon yo seré la próxima reina y líder de los vampiros después de muchos siglos de que la familia real no tenía a su progenitor mujer.
Pero volviendo al tema, sin más demora fui a mis aposentos a comprobar que todo estaba listo para mi viaje ya que mi padre quería que me fuera rápido antes de que se arrepintiera que hasta ya había pedido que mientras nosotros hablábamos fueran a hacer mis maletas lo que más me molesto ya que ni me dejo tener una opinión pero es el rey así que debe estar acostumbrado que nadie le diga que no a sus mandados aunque tampoco podía decir que no me molesto y bastante.
El viaje fue largo y cansado tuvimos que tener varias paradas para que los caballos descansaran, iba acompañada por mi tutor pero sabía que él no se quedaría.
- Mi querida Kate - Estaba viendo por la ventana así que me doy vuelta para verlo a la cara.
- ¿Si que sucede?
- Su padre antes de marchar me informo que como no seria yo el que me quedara con usted porque me necesitaba en el castillo, me dijo que no estaría completamente sola ya que mandó a alguien que la cuidara que al llegar la esperara en sus aposentos, también en sus aposentos estarán dos guardias que tienen la orden de proteger sus aposentos y no dejar que nadie entre sin el consentimiento de usted princesa.
- No será eso sospechoso para los demás de que supuesta mente una estudiante cualquiera tenga guardias en sus aposentos - Pregunte porque mi padre no dejó de insistir que nadie supiera que era importante.
- Su majestad habló con el director de ese colegio y sus aposentos estarán en una parte más alejada de los demás estudiantes, y no te preocupes al director se le ocurrirá una excusa de porque esto.
- Entiendo - En parte es bueno no tendré que lidear con gritos en la noche y molestas distintas razas, vuelvo a mirar a la ventana pensando que la conversión había acabado.
- Otra cosa - Miro nuevamente a mi tutor - Hay una particularidad en esta escuela que no te tengo permitido decir hasta que comiencen las clases pero si te puedo decir que necesito que te contengas - No entendí a qué refería pero no quise preguntar más ya que había entendido que no tenía que decirme nada así que no quise presionar.
Después de un largo viaje por fin llegaron a nuestro destino que era nada más ni nada menos que una escuela-castillo para los distintos tipos de criaturas sin importar de qué raza o clan pertenecían, ya casi no existen este tipo de escuelas en este mundo como máximo debían haber como unas 4 pero todas muy lejos de cada una ya que las escuelas de este mundo estaban separadas por el clan al que pertenencias y este tipo de escuela son muy caras así naturalmente casi nadie podía darse ese lujo aparte las escuelas de este tipo son muy grandes para que los estudiantes vivían ahí y tienen de todo tipo de instalaciones ya que están muy alejadas de todo y eso solo hacía más cara la estancia aquí.
