Un recuerdo entre laberintos y mentiras [TERMINADA]

25.

Nuevo capitulo n.n

Si le pedían la descripción de un león enjaulado, la definición perfecta que él podía dar en aquel preciso momento, era él mismo. Iba y venía en la habitación sumamente nervioso e intranquilo. Sabía que no era bueno para el bebé que crecía dentro de él, pero era algo que no podía evitar. Estaba nervioso. Demasiado y más aún luego de lo que había provocado la autoridad de aquel alfa sobre él y la verdad era que se había sentido inservible.

¿Por qué Kenji no le había comentado nada de lo que había pensado y encima lo había encerrado en aquella habitación?

Pero sabía que nadie les daría una respuesta, no por el momento y lo mejor que podría haber hecho pudo haber sido sentarse y esperar, pero no podía. No cuando se trataba de algo importante como lo que estaba sucediendo, que aunque no lo entendía del todo, sabía que algo bueno, no era.

***

Cuando ingresó al despacho de su padre no le sorprendió verlo leyendo papeles, pues era algo que hacía demasiado seguido para su gusto.

Siempre había sabido que su padre había sido creado para los negocios, muy distinto a Ethan, quien a pesar de que era bueno en ello, también lo era en muchas otras cosas que su padre nunca llegaría a hacerlo y sabía que había sido por ello que lo había enviado a trabajar lado a lado con Ethan, bajo una mentira. Algo que claramente Ethan había sabido desde el principio y con el tiempo, lo había aceptado.

Su padre siempre había jugado para el ganador, o por lo menos, eso era lo que ese hombre quería creer, y había sido por ello que siempre había estado a un lado de Sergey, observando desde la oscuridad cada movimiento de Ethan y viendo en qué momento caería.

-¿Qué sucede ahora? -preguntó con cierta molestia y levantó la mirada, encontrandose con la de él.

-Quiero saber dónde está Ethan.

-¿El tal Theroux? -preguntó sin ninguna simpatía -¿Por qué debería de saberlo?

-Sabes que Segey lo tienes ¿dónde lo tiene? -demandó y su padre dejó los papeles apoyados en el escritorio, dibujando en su rostro, una sonrisa divertida.

Cruzó sus manos y lo miró desafiante.

-Te he dicho que no tenías que simpatizas con esa rata -dijo despacio, pero dejando en claro su desagrado -Sabías que tarde o temprano caería.

-Dime dónde esta -le gritó, apretando con fuerza sus manos.

-¿Por qué debería?

-Porque se lo debemos -contestó y su padre levantó una de sus cejas.

-¿Se lo debemos? -preguntó con gracia y negó -¿Qué te hace pensar que se lo debemos?

-Sabes perfectamente que Ethan podría haberse asesinado cuando le hubiese gustado, siempre supo que estaba allí para...

-No le debemos nada. Él sabía con quien jugaba, además, ¿por tu vida? -preguntó dejando escapar una risa seca -Tengo otros hijos que podrían hacer el trabajo que te he encargado, no te creas imprescindible por ser el mayor -fue entonces que hizo señas con sus manos para que saliera, pero no lo hizo, no esa vez.

Apretó con más fuerza sus manos, odiando al hombre que tenía frente a él. Era verdad, era su padre, y ciertamente nunca había sido tan extremista, a diferencia de la familia de Ethan, pero era un monstruo y con aquellas palabras se lo había confirmado.