3. castigo

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- ¿me estaban esperando? - preguntó el rubio con cierta ironía.

mala idea.

- ah encima te haces el chistoso. - su padre se molestó más al parecer. - no quisiste venir con Mauro, le hablaste mal y venís todo mojado. Pau... - su padre fue interrumpido por Sandra-

- ay Carlos cállate querés, después hablan, ahora déjalo que se vaya a cambiar que está mojado y se va a enfermar. - lo envolvió en una toalla- anda Paulito, date una ducha caliente y después baja que va a estar la comida.

el padre de Paulo la miró un poco molesto por el hecho de que lo interrumpa cuando estaba retando a su hijo, pero Sandra tenía razón.

Paulo subió a su habitación, cerró la puerta y empezó a deshacerse de su ropa, entró al baño de su habitación y abrió el agua caliente, el agua mojaba su cabellera rubia haciendo que su pelo largo quede sobre su rostro, realmente disfrutaba bañarse, era algo muy relajante.

20 minutos después, termino su caliente ducha, mayormente tardaba entre 30 o 40 minutos pero está vez no fue así porque la comida ya iba a estar.

- a comer.

se escuchó el grito de Sandra desde abajo.

~•

se puso desodorante y bajo a cenar, sabía que le esperaba una buena cagada a pedo.
lo que no sabía es que también había un castigo.

una vez que todos se sentaron, Sandra empezó a servir fideos con tuco.

- Paulo ahora sí vamos a hablar. - Paulo suspiro.- ¿por qué trataste así a Mauro?

ya empezaba el cuestionario.

-¿así cómo, papá?

- lo trataste mal, no quisiste ir con él y te mandaste solo. - su padre sonaba tranquilo.

- pero yo había quedado con que iba a volver con Mauro Monzón. - mintió.

- pero a mí nunca me dijiste eso, dijiste que no querías volver conmigo. - acotó Lombardo mirándolo divertido al rubio.

Paulo sabía que Mauro estaba buscando que lo castiguen, quedar él cómo el bueno. a veces lo detestaba.

- vos no sos mí papá para decirte en que quede con mí mejor amigo. - se defendió.

- pero a tu papá tampoco le dijiste nada, estás mintiendo, no querías venir conmigo.

- vos qué sabes pelotu... - antes que pudiera terminar, el padre de Paulo alzó la voz.

- BUENO BASTA. - golpeó la mesa haciendo que todos se asusten y lo mirarán. - vas a tener un castigo Paulo.

Mauro sonrió con satisfacción, lo había conseguido.

- a partir de mañana, Mauro va a llevarte e irte a buscar al colegio, y a donde vaya te va a llevar. - la sonrisa de Mauro se borró al instante, doble castigo. -

- ¿QUE YO QUÉ? - grito Mauro enojado y confundido. -

- Mauro baja la voz que no vendes nada. - reprochó la hermana menor.

- cerrá el orto Candela.

- ¡Mauro! - se gano una sería mirada de su madre.

- papá... - bufó Paulo

- papá nada, está dicho, si no se llevan bien, van a aprender a llevarse bien a la fuerza. - dio su última palabra y se levantó de la mesa.

quedaron en un silencio súper incómodo, Candela se levantó para luego desaparecer por las escaleras y Sandra se fue a la cocina. quedaron solo ellos dos.

- ¿ves lo que logras? - Mauro rompió el silencio.

Paulo lo miró con la ceja levantada para largar una falsa risa.

- ¿lo que yo logré? discúlpame, pero yo no fui el que le fue llorando a mí papá porque no viaje con él.

Mauro se levantó molesto, cada uno se dirigió a su habitación.

~•

3:30 am, el rubio se estaba muriendo de sed por lo que se levantó a la cocina.

estaba todo muy oscuro que no vio la silla y se rompió la cara contra el piso.
pudo escuchar una risa tras él.
soltó un gruñido. 

- que silla más pelotuda che.

Mauro cerró la puerta que daba al patio para luego entrar, había ido a fumar.
Paulo rodó los ojos, estaba tan enojado todavía.

abrió la heladera, saco la botella de agua y pudo visualizar un vaso en los estantes de arriba.
apesar de hacer puntitas de pie, claramente no llegaba, no era tan alto.

sintió unas grandes manos en su cadera, y un brazo por encima del suyo, Mauro se estaba apoyando en él para alcanzarle el vaso. sus mejillas se tornaron rojas y se puso nervioso.

- acá tenés el vaso. - Paulo asintió sin mirarlo. - gracias, ¿no?

- no. - soltó simple haciendo que Mauro se quede sorprendido.

- bueno nene, calmadito eh. - Paulo comenzó a tomar. - que todo esto es por tú culpa.

Paulo no le tomo importancia, de echo, era la primera vez que habían mantenido más de 10 palabras. nunca hablaban tanto.

- me voy, lamentablemente, no vemos mañana.

Paulo dejo su vaso y se dirigió a su habitación, mientras Mauro, salía nuevamente a fumar.
aunque no se lleven bien, Paulo odiaba que Mauro fume y le daba miedo...

adán y eva ; paukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora