Every Single Beat Of My Heart Is Yours To Keep.

Semana 22: Little Treasure.

El gel era frío y Louis no pudo evitar estremecerse cuando aterrizó sobre su barriguita de cinco meses y medio. La doctora le sonrió dulcemente antes de poner el aparato sobre su piel pegajosa, Harry lo tomó de la mano e intercambiaron miradas antes de concentrarse en la pantallita que estaba enfrente.

Era su bebé el que aparecía ahí.

"Dios mío." Sollozó Harry con la voz gruesa y ligeramente quebrada. "¿Puedes verlo, Lou?" Preguntó. Su esposo asintió, incapaz de articular una sencilla palabra de dos letras; sintió cómo sus ojos se llenaban de lágrimas y se permitió derramar algunas porque la ocasión lo ameritaba.

"A estas alturas, él o ella ya puede chupar su dedito o escuchar lo que le dicen." Explicó la doctora con toda la tranquilidad del mundo.

"¡Te dije que me escuchaba!" Bramó Harry. "Tu padre es muy necio cuando se lo propone." Susurró en dirección a la pancita de Louis, quien seguía demasiado abrumado.

La doctora explicó un par de cosas más que aparecían en la pantalla y se delimitó a asegurar que todo estaba maravillosamente bien con el bebé y con Louis; le regaló una toallita húmeda al futuro padre para que limpiara su abdomen y después salió del consultorio para darle un poco de privacidad a la pareja.

"¡Todo esto es tan asombroso!" Habló Louis sin poder controlar el llanto. "¡Es nuestro bebé!"

"Nuestro hijo, Louis." Comentó Harry, maravillado. Acunó entre sus brazos a su sentimental esposo y se dedicó a trazar círculos sobre su espalda para intentar tranquilizarlo.

Se quedaron abrazados durante un rato sin decir nada más, disfrutando únicamente de la compañía del otro y asimilando el hecho de que habían escuchado los latidos acompasados de su bebé y que en sólo unos meses podrían mirarlo directamente y arrullarlo cada noche con una suave melodía de cuna.

"¡Harry!" Exclamó Louis separándose bruscamente de su esposo. "¡Se mueve! ¡Está moviéndose justo ahora!" Bramó. Tomó una de las grandes manos de Harry y la colocó sobre su barriga mientras abundantes lágrimas corrían por su rostro empapándolo.

"Él o ella se está moviendo justo ahí." Acarició con cuidado la piel fría de Louis y casi pudo apostar que el bebé se movió más fuerte cuando habló. "¡Dile algo, amor!"

"¿Qué cosa?"

"Lo que sea, cariño. ¡Sólo dile algo!" Louis asintió. "Papá está nervioso, pequeño." Explicó Harry a la barriguita de su esposo.

"O pequeña, aún no lo sabemos." Repeló Louis y sintió nuevamente como el bebé se movía dentro. "Bien, se supone que me escuchas y es increíble que estés creciendo ahora dentro de mí..."

"Papá y yo te queremos mucho." Afirmó Harry dejando que las lágrimas de emoción lo delataran.

"Desde ahora debes saber que eres lo más importante para nosotros."

"Para siempre." Prometió Harry. Louis sintió de nuevo el hormigueo en su estómago y supo que su bebé estaba escuchando. Harry depositó un besito casto sobre la barriguita de Louis y el bebé se movió más fuerte.

Nosotros también te amamos, pequeño tesoro. Pensó.