Every Single Beat Of My Heart Is Yours To Keep.

Semana 33: Perfect To Me.

"¿Aún soy atractivo?" Louis preguntó en voz muy, muy baja. Apenas un susurro que escapó de sus labios pero que para Harry no pasó inadvertido.

Louis se encontraba frente al espejo de cuerpo completo de su cuarto, con las manos descansando en su abultado vientre y la mirada azulina deslizándose por todo su reflejo. Harry, que estaba saliendo del baño luego de una larga ducha, arqueó una ceja y miró a Louis con cautela. "¿Es en serio?" Harry pensó, porque Louis no podía estar preguntándose si aún era atractivo.

"¿Qué has dicho, cariño?" Los hombros de Louis se tensaron un poco y, por el espejo, su mirada se encontró con la de Harry.

"Nada. Sólo pensaba en voz alta. ¿Nos vamos ya?" Louis se apartó de su lugar y se acercó al clóset, pretendiendo buscar cualquier cosa. Agradeció que Harry no le dijera nada más y trató de alejar aquellos pensamientos egoístas de su cabeza. Se sintió un poco culpable al preocuparse por algo tan superficial como su apariencia cuando la razón por la que su cuerpo había cambiado tanto los últimos meses era que un maravilloso bebé estaba creciendo en su interior y, además, era el fruto de su amor con Harry.

Y Louis en realidad amaba eso de estar embarazado. De verdad amaba la sensación de felicidad que lo mantenía como flotando todo el tiempo, amaba los mimos y halagos que conseguía por parte de las personas cercanas, amaba que Harry le consintiera y, sobre todo, amaba sentir a su bebé pateando por las noches, recordándole lo mucho que había crecido y que cada vez faltaba menos tiempo para conocerlo.

Sin embargo, algunas veces no podía evitar echar de menos su vientre plano o la curva de su cintura. Echaba de menos sentirse atractivo para Harry, echaba de menos la seguridad que tenía en sí mismo y, si podía ser honesto, también echaba de menos tener intimidad con Harry.

No porque su relación fuera una de esas en las que el sexo lo es todo, sino porque tener a Harry cerca de él algunas noches era todo lo que necesitaba para tranquilizarse. Sentir sus manos acariciándole, sentir la pesada respiración de Harry sobre su cuello, sentir sus suaves labios besándole paciente y amorosamente... Echaba de menos todo eso.

"¿Louis, lo has visto?"

"No." Contestó Louis inmediatamente, sin saber exactamente qué era lo que no había visto. Un Harry decentemente vestido con jeans de mezclilla y una playera de algodón, rió a sus espaldas y Louis tuvo que girar para mirarlo. "¿Qué?"

"Lo tienes en la mano." Harry dijo, sonriendo de esa encantadora forma en la que un hoyuelo aparecía en cada una de sus mejillas. Louis agachó la vista y miró sus manos, encontrándose con que uno de los cinturones de Harry estaba entre ellas. Se sonrosó un poco a pesar de que no tenía por qué hacerlo y le lanzó el objeto a Harry sin mirarlo.

Volvió al clóset para buscar su abrigo pero antes de encontrarlo, los brazos de Harry le rodearon amorosamente por la cintura -o donde se supone que estaba su cintura- y su barbilla se acomodó sobre el hombro de Louis.

"¿En qué piensas?" Preguntó y plantó un beso en la mejilla de Louis, haciéndolo sonrosar un poco más. "Y no me digas que no piensas en nada porque te escuché cuando salí de bañarme y es obvio que estás distraído."

"No es nada." Repitió Louis. "Sólo estoy pensando en el bebé y en esas cosas, ya sabes."

"Um... ¿y es el bebé quien te hace sentir menos atractivo?" Louis gruñó y pudo apostar que Harry estaba sonriendo con autosuficiencia. "¿De nuevo estás pensando esas tonterías?"

"No." Los suaves labios de Harry se posaron sobre el cuello de Louis y dejaron un sonoro beso que le hizo estremecer. Maldijo en voz baja a sus estúpidas hormonas alborotadas por reaccionar tan rápido ante aquella caricia simple y trató de apartarse, pero Harry no se lo permitió.