Every Single Beat Of My Heart Is Yours To Keep.

Semana 20: Beautiful.

Louis estaba por alcanzar los cinco meses de embarazo cuando las cosas empezaron a complicarse. Los cambios en su cuerpo eran más evidentes y eso lo incomodaba un poco, se sentía fatigado la gran parte del tiempo y lo único que quería hacer algunas veces era estar en cama y llorar.

"Es normal." Le había dicho todo mundo. Pero él no lo sentía normal, no podía ser normal si su bebé ni siquiera se movía.

Y eso era algo que lo tenía preocupado, ¿qué pasaría si algo estaba mal con el bebé? Realmente intentaba no pensar en eso, pero no podía evitarlo. Tenía miedo.

Harry lo consentía en casi todo, sin importar que fueran las dos de la mañana y Louis quisiera en serio comer algo dulce, Harry se levantaba arrastrando los pies y el cabello enredado para prepararle un batido de fresa o para conseguirle un pastel de chocolate.

Era uno de esos días en los que Lou no quería hacer nada más que comer y mirar películas, estaba sobre la cama mirando algún programa aburrido de cocina mientras Harry buscaba la ropa que usaría. Saldrían a comer con Liam, Niall y Zayn, y eso ponía a Harry un poco nervioso.

"No quiero bañarme." Murmuró haciendo un puchero y envolviéndose en las sábanas de su cama. Harry rió divertido y se tumbó junto a su esposo, abrazándolo por la cintura.

"Anda, hemos quedado en llegar a las tres y pasa de medio día. Mueve tu delicioso trasero y báñate."

"Tendrás que bañarme tú." Espetó Louis con tono juguetón.

"De acuerdo." Contestó el de cabello rizado, alzando al futuro padre en sus brazos como si fuera cualquier cosa. Louis no se opuso.

Se dejó desvestir por Harry y también le permitió preparar la tina para el baño. Styles siempre sabía cómo darle gusto.

"Entra conmigo, amor." Pidió una vez que estuvo en el agua tibia. Harry puso los ojos en blanco pero aceptó. Se despojó de la ropa que llevaba y se metió a la tina con Louis.

No hubo nada sexual en sus caricias, eso era algo que a Louis le encantaba de su relación con Harry. Podían actuar desesperados de vez en cuando al tener sexo, pero también podían ser románticos y simplemente acariciarse y ser cariñosos a la hora del baño, como en aquellos momentos.

Sintió las manos grandes de su esposo frotándole la espalda con jabón y luego el pecho, las piernas y finalmente el bulto de su estómago que era más notorio con cada semana que pasaba.

Al principio pensó que se trataba de una náusea, pero cuando sintió eso de nuevo, supo que el bebé se estaba moviendo. Dio un brinquito de sorpresa, Harry estaba detrás de él, rodeándolo cariñosamente y acariciándole el estómago, aunque no parecía haberlo notado.

"¡Harry!" Chilló. Sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir de nuevo que su bebé, su pequeño tesoro, se estaba moviendo. Harry detuvo las manos al sentirlo también y un oh dios mío se escapó de sus labios.

"¡Se está moviendo!" Styles colocó ambas manos sobre la pancita de su esposo y volvió a sentirlo. Un golpecito delicado que anunciaba que el bebé estaba vivo y que los sentía juntos.

"¡Harry!" Repitió Louis mientras las lágrimas le resbalaban por el rostro. "Oh, dios, está allí. ¿Lo sientes?"

"Esto es increíble y absolutamente hermoso." Habló Harry, abrumado por la sensación. Louis colocó sus manos sobre las del rizado y volvió a sentirlo, con un poco más de fuerza. Su bebé diciéndoles que estaba allí, y que los estaba sintiendo.

"Te amo tanto, Louis." Harry depositó un beso sobre la mejilla de su esposo y lágrimas de felicidad se manifestaron. "Los amo mucho, a los dos."

Y el bebé pateó con más fuerza.