𝐋 𝐈 𝐄 𝐁 𝐎 𝐘 [Editando]

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Lance había quedado sorprendido ese momento, porque nunca se le había pasado por la cabeza la idea de que el león con una reputación rebelde y compulsivo, el león flameante y con mayor deseo aventura en todo Voltron, pudiera ser la mejor compañía para esos abatimientos que estaba sintiendo, que lo escucharía con tanta devoción y cariño como lo estaba haciendo en ese momento.

También se sorprendió, por la facilidad en la que le había contado las cosas. Tampoco supo cual era la razón la que le había dicho absolutamente todo, desde sus miedos y heridas hasta sus sueños y pensamientos, pero de algo si estaba consiente y es que, por primera vez en mucho tiempo, sintió una leve caricia en lo profundo de su alma.

A medida que hablaban, sentía como la conexión con Red se hacía cada vez más fuerte, se hacía un poco más estrecha al punto de sentir como la preocupación y lágrimas de frustración que salían de él, era la preocupación del león, mientras parecía maldecir al resto del equipo.

Sin poder evitarlo, soltó una pequeña carcajada. Juraba que podía escuchar los mascullidos de molestia del león. 

—Red, por favor, no vayas a intentar matarlos— Le reprendió con un tono divertido, tratando de calmar la risa. No había de más en poder advertirle que si lo hacía, estarían en grave problema; ellos y el universo entero.

Se quedaron en ese agradable momento un poco más, Lace quería tener ese cómodo sentimiento más tiempo, notando como el titileo de las estrellas y las cercanas galaxias danzaban juntos en la basta oscuridad.

Pudo admirar todo lo inmenso del universo y lo vacío e insignificante que era él.

—¿Sabes, Red?— Empezó a hablar, rompiendo el cálido silencio que se había instaurado entre ambos— He llagado a pensar que, la peor manera de sufrir, es en silencio, sin poder hacer nada más que agonizar y aceptarlo.

No sintió nada por parte del león, supuso que le estaba dando el tiempo para que él prosiguiera.

—Mi mamá, un día, dijo que la peor manera de sufrir es haciéndolo en silencio. Me explicó que, cuando eso sucede, sólo hay dos finales. Explota cómo una bomba o te quiebras hasta estar vacío— Las lágrimas, de nuevo, hacían acto de presencia.

Puso sentir las preocupaciones con el león por medio de su conexión y también un poco de consuelo en ellos. Eso le hizo enternecer en demasía, provocando que limpiara el rastro de lágrimas en sus mejillas con el dorso de la mano y dedicarle una brillante sonrisa.

—No te preocupes — Dijo por lo bajo mirando el mando, posando con suavidad su mano para acercarse más. Sin embargo, volvió a subir su mirada a la extensa nada—. Yo... Tengo miedo de llegar a ese vacío, pero tampoco quiero expresar algo que dañaría al equipo.

¿Por qué?

Una voz distante sonó por su cabeza, era como un sueño entre el limbo del olvido y la realidad, algo le dijo que venía de Red.

Una voz distante y distorsionada había sonada en su cabeza, se sentía como estar en un sueño en la punta del limbo entre el olvido y la realidad. No negaría que se sorprendió bastante, pero no se asustó porque creía con firmeza que era el león. 

—Porque... Si llegó a romperme, estaría convirtiéndome en aquello que le juré a mi madre nunca perder.

Su voz se empezaba a quebrar poco a poco, era lo que quería evitar la mayoría del tiempo, aunque se daría ese espacio para hacerlo. No podía decepcionar a su mamá, incluso si ella creía que estaba muerto, esto solo le daba una mayor razón para nunca perder esa alegría y felicidad que amaba su mamá, pero se le hacía tan difícil en esos instantes.

El silencio significa "Por favor, sé feliz"
Las lágrimas significan "Realmente te amé"

Sonrió con dolorosa felicidad, mientras se daba algunas caricias a sí mismo, apretujando su cuerpo entre sus brazos.

—Ya es hora de volver al castillo, Red— Sugirió con delicadeza.

En ese momento se encontraba tranquilo disfrutando el pequeño trayecto del viaje, con una sonrisa suave en sus labios, sin darse cuenta que había dejado de llamar hogar al castillo, como hacía antes.

Cuando llegaron, cayó en cuenta que el ciclo del castillo daba una indicación de que era un horario diurno; ya había comenzado el día. Lo que provocó que huera rápidamente a hurtadillas hasta su habitación, procurando no toparse con nadie como lo hacía cada vez que encendían las luces en ese lugar.

Camino con rapidez, enfocándose mentalmente en las sábanas de su habitación. Ya se encontraba demasiado cansado tras varios días sin poder conciliar correctamente el sueño. 

Tropezó con sus propios pies por estar distraído y el sueño dominante en su cuerpo; estaba tan cansado que si no llegaba con rapidez a su habitación, por lo mucho que procuraba aumentar la velocidad de sus pasos, y aseguraba que si no se daba prisa podría terminar como policía en mitad del pasillo, acostado sobre una de las columnas.

Incluso, estaba tan cansado que no escucho más voces cerca de él.

—¿Lance? — Mierda, había escuchado el eco de la voz de Shiro.