☆ 14 ☆

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El mayor se despertó sobre las nueve de la mañana, algo aturdido se limpió los ojitos y unas imágenes de la noche anterior se vinieron a su mente.

-¿Dónde está? -susurró para sí mismo, ya que el menor no se encontraba ni a su lado ni por el cuarto.

Jimin enfureció al instante, no se podía creer que Jungkook se haya ido sin despedirse, al menos una nota.

-¡Rata asquerosa de alcantarilla! ¿No te dignas ni a quedarte? ¡Hijo de tu madre rata tucán! -gritó bajando las escaleras dirigiéndose a la cocina.

-Veo que me aprecias mucho. -sonrió Jeon dándose la vuelta, pues él nunca se fue, estuvo en la cocina preparando un desayuno. -Enanito, no me imaginaba que fueras tan grosero. -dijo irónicamente.

-¿Has escuchado todo? -preguntó asustado el de pelo rosa. Estaba jodido.

-Me gustan tus labios, pero cuando los abres todo se va a la mierda. -riéndose se acerca al mayor y besó castamente sus labios.

-Calla.

Sonrojado hasta las orejas se sentó y observó el gran plato de comida, esto de despertar y ver a Jeon le gustaba.

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