Google [KookMin]

☆ 29 ☆

-Vamos a casa... -susurra Jimin contra los labios de su amante.

-Vamos pequeño. -Jungkook agarra a Jimin de los muslos, haciendo que sus bien formadas piernas abracen su cintura. La gente miraba intrigada esa escena tan sensual, ellos lo ignoraban y seguían su camino hacia la casa de Hoseok y Jimin.

-Estamos montando un espectáculo en medio del centro. -reía el mayor de edad mientras escondía su cara en el hueco entre el cuello y hombro de Jeon.

-Que se enteren que eres mío, solo mío.

Entre caricias inocentes y un Jimin koala, llegaron a su hogar, Jungkook introdujo torpemente la llave que su hermano le ofreció para poder ir cuando lo necesitara. Nada más entrar Jungkook apoyó a Jimin en la encimera de la cocina, besando sus carnosos labios con pasión, pero sin quitar esa inocencia. Jimin acarició los brazos marcados de su amante, observando lo hermoso que era ese chico tan estúpido a veces.

-Nunca te miré tan detenidamente. -el mayor delineó con su dedo corazón los finos y rosados labios. -Eres tan hermoso conejo tonto, pero ¿sabes qué? Eres mi conejo tonto.

-Yo sí te miré detenidamente, desde que te vi me di cuenta de lo hermoso que eres. -besó los labios contrarios, lamiendo el superior. -Tú eres todo mío, enano presumido, mi enano presumido.

Puede que Jeon tuviera ganas de hacerlo sobre la encimera, pero quería recompensar a su amante. Le haría el amor, para demostrarle lo mucho que le quiere y aprecia, no dejaría que piense lo contrario nunca más.

Tomó a Jimin como una princesa y lo llevó a su habitación, recostándolo sobre ella. El menor fue quitando las prendas de su mayor con gentileza, acariciando su cuerpo de paso. El pelirrosa miraba al castaño encantado, le gustaba su parte tierna.

Dejándolo solo en su ropa interior blanca, comenzó besando su frente, nariz, labios, barbilla, cuello, clavícula y abdomen. Eran besos delicados, sin dobles intenciones.

Jimin sonrió y sacó la camiseta de Jungkook, haciendo lo mismo que hizo él con su cuerpo, besarlo.

-Te necesito. -susurró Jimin en su oído, mientras bajaba los pantalones del contrario, dejándolo en ropa interior negra.

-Y yo a ti bebé.

Jungkook volvió a empujar delicadamente a su amante haciendo que quedara tumbado. Bajó su bóxer y observó su miembro ansioso. Pasó la lengua por la punta y luego por toda la longitud, como si de un dulce se tratara.
Con una mano sujetaba firmemente la cintura de Jimin y con otra masajeaba los testículos del contrario. Su lengua se divertía con el miembro de su amante, disfrutaba de cada rincón. Quitando la mano de la cintura del mayor, llevó tres dedos a su boca y los lamió; mientras el mayor se deshacía en gemidos y balbuceos, el metió un dedo, moviéndolo lento, luego vino el segundo, y el tercero. Cuando dio en su punto, hizo que Jimin se carriers en su boca, Jeon tragó todo y sacó los dedos de su entrada.

-¿Preparado? -preguntó Jungkook lamiendo los pezones del pelirrosa mientras sus manos bajaban su ropa interior.

-Más q-que nun-nunca. -murmuró sintiendo como su miembro despertaba otra vez.

Jungkook le sonrió dulcemente y fue metiendo lentamente su gran miembro en esa estrecha entrada. Notaba cómo las paredes de Jimin abrazaban su polla, dándole una sensación demasiado agradable.

-Mu-muévete. -dijo con voz entrecortada después de unos minutos besándose.

Jeon asintió y movió su miembro en un mete saca placentero, las embestidas eran lentas y profundas.

-Agh~ Ko-Kookie~ -gemía el mayor.

El nombrado bajó hasta su cuello y dejó besos húmedos por toda la extensión.

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No supieron cuando el sexo dulce se convirtió en uno salvaje.

-¡Joder, es tan grande y gruesa! -gritaba Jimin saltando sobre la polla de Jungkook, quién le tomaba de las nalgas, impulsándolo hacia arriba y hacia abajo.

-¡Tu culo si que es grande! -gemía Jeon dando azotes al contrario.

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Ya era el tercer orgasmo de Jimin, y el segundo de Jungkook.

Horas después, los dos estaban abrazados, Jimin aferrado a su fuerte pecho, y Jungkook rodeando su pequeña cintura con sus brazos.

-Creo que te empiezo a amar más que antes. -susurró Jungkook sin darse cuenta.

Jimin sonrió y besó su mejilla. -Creo que yo también.