Las chicas y yo estábamos entrando a la casa de Azul. Era un enorme caserón blanco, con un toque moderno y acogedor. Todos los muebles eran rojos, blancos o negros y estaban decorados con estudiantes adolescentes que bebían, bailaban y disfrutaban de la noche. Nosotras en seguida nos separamos y cada una se fue por un lado. Yo me quede con Ali, Daniela y Sherezade.
– ¿Que chicas, les enseñamos a estas perras lo que es bailar? - preguntó Ali mientras levantaba una ceja. Todas asentimos cómplices y nos dirigimos a la pista de baile, allí empecé a bailar balanceando mi cuerpo de un lado al otro al ritmo de la música mientras mis amigas hacían lo mismo. Chillabamos y saltábamos como locas para después cantar a voz en grito cada canción. Pasaron una, dos... ¡8 canciones! Y ya no pude aguantar más.
– Voy a beber algo. ¿Queréis?
Ellas negaron con la cabeza y yo me encamine hacia la barra. Tras cinco minutos de empujones entre la gente para poder pasar llegué a la barra, la cual estaba llena y con un solo camarero atendiéndola.
– ¡Eh! ¡Oye! ¿Podrías...? - el camarero pasó delante de mi como seis veces mientras yo intentaba llamar su atención. Me fije un poco más en a quien estaba atendiendo el chico y me di cuenta de que solo atendía a las guarrindongas que le tiraban ficha. Rodé los ojos, ¡lo que hay que hacer para pedir una copa! Aproveché que estaba pasando delante mía para ver si esta vez lograba que me hiciera caso.
– Hola bebé - le dije mientras me apoyaba sensualmente en la barra y le hacía ojitos - ¿me pones un ron cola? - y le sonreí pícaramente, provocando en él otra sonrisa. Se dio la vuelta y empezó a preparar mi bebida... ¡misión completada!
– Aquí tienes linda - y me dio mi vaso y un papel con su número de teléfono. Me sonroje (agradeciendo que hubiera tan poca luz y no pudiera verme) y le sonreí mientras me alejaba.
Intenté abrirme paso hasta mis amigas cuando me percate en que una chica rubia, con un vestido rosa estaba subida a una mesa bailando muy pegada y con el rostro enterrado en el pecho de un chico moreno. Cuando se giraron con cuidado para no caerse de la mesa puede ver que eran Azul y Alan. Bailaban sensualmente una canción de Maluma mientras ella le rodeaba el cuello con los brazos y le retregab... Okey, okey, tranquila Pomelo, no subas a arrancarla la cabeza, vete con tus amigas y todo solucionado, mira para otro lado.
Justo cuando me iba a dar la vuelta para volver con mis amigas, nuestras miradas se cruzaron. Alan me miro con los ojos brillantes, yo me limité a poner cara de asco y darme la vuelta para volver con mis amigas. ¡Esta pinkifiesta del amor me estaba revolviendo el estómago!
Llegué a donde estaban TODAS mis amigas (al parecer se habían vuelto a juntar) y el DJ cambió de canción
DON'T YOU WORRY, DON'T YOU WORRY CHIIIIILD...
Nuestras bocas formaron una gran "O" y nuestros rostros se iluminaron. Todas me miraron a mi y me señalaron con las manos mientras yo terminaba mi ron cola y las apuntaba a ellas. Empezamos a cantar abrazadas mientras la gente nos miraba divertida. El DJ volvió a cambiar de canción y nos puso Neon Lights de Demi Lovato, haciendo que todas enloqueciéramos y saltaramos y bailaramos dando más todavía. Alejandro y Adrián se nos unieron divertidos. Cuando decidimos parar, porque estábamos todos sofocados, los chicos nos invitaron a unas rondas de chupitos. ¡Ahi es cuando empezaba la noche!
*********************
Empezó a sonar Passion Whine de Farruko y enganché a Chloé del brazo para arrastrarla hasta la pista... ¡Esta canción me volvía loca!
ESTÁS LEYENDO
Aloha
RomancePomelo es una chica de 16 años que siempre a sido la niña perfecta. Buenas notas, mucha rítmica y comportamiento impecable. Tras el fallecimiento de su madre se muda a Hawaii y eso de ser la niña perfecta cambiará cuando conozca a Alan y a Bernie, q...