Capítulo 4: oculto.

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Habían pasado dos meses desde la última vez que había visto a oculto (así llamábamos Ali y yo al muchacho de la playa). A ver, tampoco es que me importara precisamente el haber estado dos meses sin verle, ni me pasaba horas pensando en quien podría ser y porque narices no se le había visto el pelo después de tanto tiempo. Me era indiferente.

Habían sido dos meses de duro entrenamiento en gimnasia y duro aprendizaje de surf sin contar que tenia que compaginarlo con los estudios. Pero lo llevaba perfe... ¡AGOBIADISIMA! Llevaba semanas desquiciada por la presión de tener que entrenar para una competición con la rítmica, de tener a Ali de profesora de surf sin que nuestras clases dieran fruto hasta pasado el primer mes (y he de decir que soy bastante buena después de todo) y de tener que estudiar para los finales de química.

Pero después de este fin de semana todo acabaría... ¡Finales el viernes, competición de rítmica el sábado y competición de surf de baja categoría el domingo!

Entre a clase el viernes por la mañana como un búho, no había dormido una mierda pero tres cafés me habían puesto como una moto para los finales. No hacia más que repetirme una y otra vez la lección de química cuando de repente lo ví. Oculto. Estaba en medio del patio del instituto con un mapa de las instalación es en la mano mientras hablaba con una chica. Azul. Una de las chicas más despampanantes del instituto. Pelo largo y rubio, ojos grises y sonrisa blanca como la cal. Todo lo que tenía de guapa lo tenia de tonta. Tenia un tono de voz demasiado agudo como para ser soportado más de dos minutos y ya ni hablar de lo prepotente que era. Por desgracia iba conmigo a rítmica, pero la gran mayoría de veces hacia caso omiso a sus comentarios y a sus preocupaciones sobre el color del maillot.

Me entro la rabia por dentro y estuve por ir a gritarla que yo le había visto primero pero gracias a dios Ali llego justo a tiempo.

– ¿Se puede saber que haces parada aquí en medio como si hubieras visto a un muerto?

– Un muerto no pero si a una fulana.

Alicia siguió la dirección de mi mirada y dijo:

–¡Oh... Es una guarra! - las dos estallamos en carcajadas haciendo que nuestros objetos de burla nos miraran - vamos, tenemos que irnos o nos suspenderán el examen por llegar tarde.

Me enganchó del brazo y tiró de mí mientras yo le dedicaba una ultima mirada a oculto, que al parecer no se había esperado en absoluto encontrarme allí.

El examen de química no se me dio nada mal, pero ahora venia lo peor... ¡FÍSICA!

Tuvimos que cambiarnos de clase, la cual ya estaba bastante llena, así que me tocó sentarme en una de las últimas filas. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y empecé a tener un mal presentimiento. Cuando quisé darme cuenta alguien se había sentado a mi lado. Cawendies y en to lo que se menea...

– ¿Que pasa patito? ¿Ya no te acuerdas de mi? - media sonrisa de lado y ojos picaros. No se como no me caí redonda en ese momento.

(Alan en multimedia)

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