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Voy de camino a mi nuevo hogar, después de un vuelo bastante largo y de mucho papeleo por fin me dieron la dirección de la fraternidad que me corresponde, el camino no dura ni quince minutos cuando el taxi para y dice que ya hemos llegado, el chofer me ayudo a bajar mis maletas, le pague lo que debía y este arranco dejándome enfrente de una gran casa.

No puedo quejarme, es una casa muy grande y sin duda es muy bonita, la rectora de la universidad me dijo que esta es una de las mejores colonias que tiene la ciudad así que no me extraña que la calle este lleno de casas grandes y muy parecidas a esta, me tomo unos momentos para contemplarla y enseguida decidí entrar, estoy metiendo la llave a la cerradura, a lo lejos escucho varias voces, cuando volteo encuentro a un grupo de chicas viéndome y hablando claramente de mí, no entiendo la razón, según yo no vengo tan mal vestida para que estén hablando cosas malas de mi, así que decido ignorarlas y entro a la casa.

Me sorprendo enseguida, la casa es hermosa, es demasiado grande, nadie sale a recibirme así que deduzco que no hay nadie en casa, no quiero parecer que soy una maleducada así que decido esperar en la sala hasta que alguien llegue y me diga donde hay un cuarto vacío, empiezo a recorrer el lugar solamente con la vista, puedo lograr ver la cocina, el comedor, hay una barra para preparar bebidas, a lo lejos veo una parte del jardín y enseguida veo que hay una alberca, también veo otras dos puertas que supongo que son sanitarios, decido sacar mi celular y mandarle un mensaje a mi madre diciéndole que he llegado bien y que ya me encuentro en la fraternidad en la que voy a dormir, después de eso decidí checar un poco mis redes sociales pero no pude hacerlo por mucho tiempo porque escuche como alguien abría la puerta, y ahí aparece un chico delgado de tez blanca, cabello negro y para mi sorpresa también viene con maletas.

-Hola-saludo aquel chico

-Hola-le regrese el saludo

-Por lo que veo también eres nueva-dijo viendo mis maletas

-Así es soy Emilia y vengo de Nueva York-dije con una sonrisa

-Yo me llamo Cuauhtémoc, pero me puedes decir Temo-dijo sentándose junto a mi

-Y de dónde vienes o qué? -dije tranquila, este chico me cayó muy bien

-Yo soy de aquí de la ciudad incluso estudio en el instituto desde hace un año  solo que  hasta ahora se desocupo esta casa y así ya puedo estar más cerca de mis amigos-dijo contento

-Así que aquí vive puro hombre? -dije sorprendida

-Y los más populares –dijo orgulloso

-Necesito una pequeña reseña de esta casa-dije bromeando

-Te platico, aquí vivimos varios chicos se puede decir que todos somos amigos, pero obviamente unos nos llevamos más con otros, Ulises, León, Diego y yo somos un grupito y Claudio, Silverio y Aris son otro-dijo riendo

-Demasiada información para mi cerebro-dije bromeando

-Te van a caer bien, espero-dijo riendo

-Y sabes a qué hora llegaran? Necesito ir guardando mis cosas-dije cansada

-Me dijeron que no tardarían mucho-dijo revisando su celular

-Eso espero-dije algo cansada del viaje

-Pero quieres tomar algo en lo que esperamos? -ofreció amablemente

-Un vaso de agua si te acepto-dije poniéndome de pie

Temo me llevo a la cocina y decidí sentarme en la barra en lo que me daba mi vaso con agua, en lo que esperábamos le conté un poco de mi vida y el algo de la suya, este tipo hace que el tiempo se me pase muy rápido que no me doy cuenta que ya paso casi una hora hasta que escuchamos que nuevamente se abre la puerta.

-Genial una hora tarde-se quejó Temo

Nos ponemos de pie y nos dirigimos al pasillo y cuando llegamos ahí puedo ver a seis chicos que se me quedan viendo de una manera muy extraña y por como los ve temo creo que son mis nuevos romíes.
-Pero miren que chica tan bella está aquí-dijo uno de ellos. 

Todos son muy altos y la verdad algo intimidantes, todos me están observado y para ser honesta no tengo idea de cómo es que voy a lograr sobrevivir en este lugar.

VIVIENDO CON LOS PLAYBOYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora